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En el municipio tunero de Jobabo, más de 200 kilogramos de productos cárnicos quedaron inservibles en el Centro de Elaboración de la Empresa de Comercio y Gastronomía.
El hecho, denunciado por la propia emisora municipal Radio Cabaniguán, combina fallas técnicas, descuidos administrativos y los prolongados apagones de más de 20 horas que azotan la zona.
La dirección del centro explicó que el deterioro comenzó con un fallo en el sistema de refrigeración de una de las cámaras, agravado por la intermitencia en el uso del grupo electrógeno, que no siempre contaba con combustible disponible.
Carlos Labrada Rodríguez, director de la unidad, reconoció que además del déficit de electricidad hubo descuido humano en la supervisión: "No nos dimos cuenta de que la nevera de la mitad hacia atrás no estaba enfriando".
Los alimentos perdidos
La lista de productos desechados incluye 42,76 kg de masa de croquetas, 72 de picadillo, 21 de carne deshuesada, 26 de mortadela, además de 13,55 de queso, 22 libras de camarón y 34 libras de carne de res, esta última proveniente de un decomiso policial que ya presentaba problemas de conservación.
Aunque parte de los surtidos del frente de la nevera pudieron trasladarse a otros almacenes o usarse de inmediato en la elaboración, los que estaban en la parte posterior ya mostraban signos de descomposición cuando fueron detectados.
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Inspectores de Salud e Higiene certificaron que no eran aptos para el consumo y se ordenó su incineración.
Reacciones y cuestionamientos
El propio personal de la empresa admitió que no es la primera vez que ocurre un incidente similar en la unidad.
El problema de fondo, reconocido por Labrada Rodríguez, es por qué no se realizan controles periódicos para evitar que alimentos básicos se pierdan de esta manera, en un país donde la población apenas logra acceder a proteínas.
Vecinos de Jobabo que conocieron el caso comentaron que esos productos, en lugar de ser quemados, al menos pudieron haberse donado a familias vulnerables o destinados a consumo animal, evitando así un desperdicio tan doloroso en la actual coyuntura.
Según el directivo, hubo personas que al enterarse del desastre, acudieron ese día a comprar carne para sus animales, pero los inspectores de higiene dijeron que, como el porcentaje de descomposición aún no era tan alto, lo que iba a pasar es que las personas se la iban a comer.
"Y entonces ellos determinaron de llevarlo para allá, para el arroyo, para allá lo llevaron y allí lo incineraron", precisó.
Consecuencias para trabajadores y comunidad
El impacto no es solo material. La pérdida afecta los balances financieros de la entidad, con repercusiones directas en el salario de sus trabajadores, quienes dependen de los resultados de la empresa.
Pero el golpe más fuerte recae en la población, que ve cómo alimentos esenciales desaparecen mientras en los mercados los precios se disparan y la escasez se agrava.
Un problema estructural
Las declaraciones de los responsables dejan claro que, aunque ahora aseguran contar con suficiente combustible para encender el grupo electrógeno cada dos horas, la medida llega tarde.
La nevera defectuosa, el suministro intermitente de diésel y la falta de supervisión revelan una cadena de negligencias que termina siempre en el mismo lugar: en la mesa vacía de la gente.
El propio director de la unidad lo admitió: "Es doloroso que estos productos se hayan echado a perder, más hoy como está la situación del pueblo".
Doloroso, pero sobre todo inadmisible en un país donde cada libra de carne o de embutido es un lujo inalcanzable para la mayoría.
Preguntas frecuentes sobre la pérdida de productos cárnicos en Jobabo
¿Qué causó la pérdida de más de 200 kg de productos cárnicos en Jobabo?
La pérdida fue causada por una combinación de fallas técnicas, descuidos administrativos y prolongados apagones de más de 20 horas. El fallo en el sistema de refrigeración de una de las cámaras y la intermitencia en el uso del grupo electrógeno, que no siempre contaba con combustible, fueron factores clave.
¿Qué medidas se están tomando para evitar que se repita este incidente en el Centro de Elaboración de Jobabo?
Actualmente, se asegura contar con suficiente combustible para encender el grupo electrógeno cada dos horas. Sin embargo, estas medidas llegan tarde, y no se han implementado controles periódicos adecuados para evitar pérdidas futuras.
¿Por qué no se donaron los productos cárnicos echados a perder en Jobabo?
Los inspectores de Salud e Higiene certificaron que los productos no eran aptos para el consumo humano debido a su estado de descomposición, por lo que se decidió incinerarlos en lugar de donarlos, para evitar riesgos a la salud.
¿Qué impacto tiene la pérdida de productos cárnicos en la comunidad de Jobabo?
La pérdida de productos cárnicos no solo afecta los balances financieros de la entidad, sino que también tiene un fuerte impacto en la población, que ve cómo alimentos esenciales desaparecen en medio de una grave escasez y precios disparados.
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