El gobierno cubano anuncia nuevo sistema de gestión, control y asignación de divisas

El régimen cubano ha dado este jueves un paso hacia la legalización de las transacciones internas en dólares y otras divisas extranjeras, mediante la promulgación del Decreto-Ley 113/2025 y un paquete de resoluciones complementarias del Ministerio de Economía y Planificación (MEP) y el Banco Central de Cuba (BCC).

El nuevo sistema, que entrará en vigor el 17 de diciembre de 2025, establece un marco legal para gestionar, controlar y asignar divisas dentro de la economía nacional, abriendo la puerta a una dolarización parcial institucionalizada.

Aunque las autoridades insisten en que se trata de una medida "transitoria", su alcance estructural y el nivel de detalle normativo apuntan a una reconfiguración duradera del sistema monetario cubano, que reconoce de manera explícita la circulación de monedas extranjeras -como el dólar y el euro- dentro del territorio nacional.

“Este decreto-ley viabiliza las transacciones en divisas en nuestro país”, explicó el ministro Joaquín Alonso Vázquez.

Y agregó: “No estamos construyendo el capitalismo con la dolarización parcial de la economía, estamos construyendo un socialismo con las características de nuestro país”.

Una ruptura con el modelo del “Ordenamiento Monetario”

El nuevo marco legal rompe con uno de los pilares del “Ordenamiento Monetario” de 2021, que había establecido al peso cubano (CUP) como la única moneda válida para todas las transacciones internas.

Ahora, el propio Banco Central podrá autorizar el uso de otras monedas como curso legal, mientras que el MEP tendrá la autoridad exclusiva para decidir quién puede operar en divisas.

Se trata de una flexibilización sin precedentes del sistema monetario nacional, en la que el acceso al dólar deja de ser una anomalía tolerada para convertirse en un privilegio regulado desde la institucionalidad.

Puntos clave del nuevo sistema

1. Se autoriza el uso del dólar y otras divisas dentro de Cuba

El Decreto-Ley faculta al Banco Central a reconocer billetes diferentes al peso cubano como moneda de curso legal, rompiendo oficialmente con el principio de exclusividad del CUP.

Esto legaliza el uso interno de divisas, no solo en el comercio minorista estatal, sino también en relaciones económicas entre actores nacionales autorizados.

2. El Ministro de Economía podrá autorizar transacciones en divisas

El MEP concentrará el poder para aprobar operaciones en moneda extranjera dentro del país.

Esta centralización permite controlar quién puede cobrar o pagar en dólares, bajo el argumento de “ordenar el sistema de gestión y asignación de divisas”.

En la práctica, el acceso a divisas se convierte en una facultad administrativa, no un derecho económico.

La ACAD: un nuevo sistema de racionamiento monetario

Una de las principales herramientas del decreto es la creación de la Asignación de Capacidad de Acceso a la Divisa (ACAD).

Se trata de un mecanismo que permite a empresas y personas naturales autorizadas comprar divisas directamente al Estado usando pesos cubanos, siempre que existan fondos disponibles en la caja central.

“Ese actor económico opera en pesos cubanos, por tanto, cuando reciba esa autorización, debe comprar esas divisas”, explicó Juana Lilia Delgado Portal, presidenta del BCC.

La ACAD sustituye las cuentas con capacidad de liquidez (CL) y está dirigida a entidades que no generan divisas por sí mismas, pero las requieren para cumplir funciones estratégicas.

Es, en esencia, un sistema de racionamiento de moneda dura bajo control ministerial, y su uso es intransferible y temporal.

Legalización de cuentas en divisas para actores no estatales

Otra novedad clave es la autorización de cuentas bancarias en divisas para actores económicos no estatales, incluidos:

-Micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes).

-Cooperativas.

-Trabajadores por cuenta propia.

-Artistas, creadores y productores agropecuarios.

-Personas naturales con tarjetas magnéticas y acceso a fondos del exterior.

Los ingresos válidos incluyen exportaciones, comercio electrónico con pagos desde el exterior, ventas en MLC, transferencias internacionales, y donaciones.

Estas cuentas pueden usarse para importar, pagar servicios, realizar extracciones o transferencias, siempre bajo control del Banco Central y el MEP.

Retención obligatoria de divisas: El Estado se queda con parte

El sistema establece que las entidades no estatales podrán retener un máximo del 80 % de los ingresos en divisas, y deberán entregar el 20 % restante al Estado, que lo convertirá a CUP al tipo de cambio oficial (actualmente 1 USD = 120 CUP).

Para ciertos ingresos (como donativos o aportes de capital), se autoriza la retención del 100 %, pero siempre dependiendo de la fuente y la autorización del plan económico.

Esta medida garantiza al Estado una parte de toda divisa que circule en la economía, y refuerza su control sobre el flujo de moneda dura, incluso en el ámbito privado.

Pagos internos en divisas y economía dual legalizada

El Decreto-Ley también legaliza pagos en dólares o euros dentro del país, siempre que los actores estén autorizados.

Estos pagos se permiten:

-En la Zona Especial de Desarrollo del Mariel (ZEDM).

-En operaciones de comercio minorista y mayorista en divisas.

-En relaciones comerciales entre exportadores y sus suministradores nacionales.

-En otros casos específicos aprobados por el MEP.

Esto consolida la existencia de dos circuitos económicos dentro de Cuba: uno basado en el peso cubano, y otro, más rentable y eficiente, basado en divisas.

La consecuencia directa es una economía segmentada, donde solo quienes acceden al dólar pueden operar con flexibilidad y competitividad.

Justificación política: Socialismo con dólar, pero bajo control

Aunque el nuevo sistema representa una apertura evidente, el discurso oficial insiste en su carácter temporal.

Según Delgado Portal:

“Se fija un plazo temporal porque no hemos renunciado al objetivo de recuperar un entorno monetario donde el peso cubano sea el centro del sistema monetario y financiero”.

El marco legal apela al artículo 4 de la Constitución para justificar esta medida como una forma de “proteger los intereses nacionales” y mantener el control estatal.

Sin embargo, el decreto no establece ninguna fecha ni condición concreta para revertir la medida, lo que sugiere que la coexistencia de monedas será prolongada.

Impacto real: Institucionalización de la desigualdad económica

La entrada en vigor del Decreto-Ley 113/2025 marca la institucionalización formal de la dolarización parcial en Cuba, que ya venía ocurriendo de facto desde la creación de las tiendas MLC.

Sin embargo, ahora el modelo es legal, estructurado y centralmente administrado.

El peso cubano queda relegado a funciones domésticas, sin capacidad real de competir con el dólar como unidad de valor.

Solo los actores económicos autorizados podrán acceder a divisas, generando una brecha creciente entre quienes operan en la economía rentable y quienes quedan excluidos.

Las Mipymes o particulares sin acceso a divisas quedarán marginados, y con ellos, sectores sociales vulnerables que dependen del mercado interno en CUP.

Conclusión: ¿Socialismo administrado con dólar?

El nuevo sistema de gestión, control y asignación de divisas redibuja las reglas del juego económico en Cuba.

Legaliza y regula la circulación interna del dólar, convierte su acceso en un bien administrado por el Estado, y establece un marco multimoneda donde el CUP sobrevive subordinado a las divisas.

Aunque presentado como una herramienta técnica para estabilizar la economía, el decreto representa una redefinición del modelo económico cubano: uno donde la planificación socialista coexiste con el uso regulado del dólar, pero sin una liberalización real.

El desafío a mediano plazo será lograr equilibrios entre eficiencia y equidad, en una economía cada vez más segmentada y controlada, donde el dólar ya no es una anomalía... sino una política de Estado.