El fondo de la Bahía de La Habana guarda silenciosos testigos de su pasado naval. Uno de los más emblemáticos es el pecio del crucero español Sánchez Barcáiztegui, protagonista de una de las mayores tragedias marítimas ocurridas en Cuba.
Se construyó en 1876 en los astilleros franceses de Tolón por la firma Chantiers Conrad. El buque de la Armada Española desplazaba 935 toneladas, estaba bien artillado y contaba con 146 hombres bajo el mando del capitán de fragata Francisco Ibáñez Varela.
El 18 de septiembre de 1895, mientras salía del puerto habanero, el buque Sánchez Barcáiztegui se quedó completamente oscuro por un fallo eléctrico y comenzó a hacer señales fónicas al crucero de vapor español Conde de Mortera, que entraba en ese momento.
Por razones desconocidas, los oficiales del mercante no comprendieron las señales y el Sánchez Barcáiztegui fue embestido por el Mortera. La colisión provocó su hundimiento en cuestión de minutos.
En el siniestro perdieron la vida 31 marineros. Los relatos indican que algunos murieron ahogados y otros a causa de ataques de tiburones que eran habituales en la zona, a pesar de que ahora rara vez se les vea.
El pecio se encuentra a 22 metros de profundidad, justo en la entrada de la bahía, y desde los años 1950 es un referente de la arqueología submarina cubana.
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El video del buzo y creador de contenidos Ernesto Plasencia (@co_diver) muestra imágenes impactantes del pecio cubierto por corales, que sigue siendo un punto de estudio y memoria histórica.
No es el único naufragio en la zona. Otro de los barcos cuyos restos reposan en el fondo marino de la bahía es la corbeta española San Antonio.
Se varó el 21 de septiembre de 1909 tras una fuerte marejada. Curiosamente, parte del material que transportaba fue utilizado un siglo después en la restauración de inmuebles históricos de La Habana.
Bajo las aguas de la bahía habanera, entre tragedias, tiburones y acero oxidado, pervive una parte de la historia olvidada de Cuba.
Preguntas frecuentes sobre el naufragio del buque Sánchez Barcáiztegui y la historia marítima de Cuba
¿Qué ocurrió con el buque Sánchez Barcáiztegui en la Bahía de La Habana?
El buque Sánchez Barcáiztegui fue embestido por el vapor Mortera y se hundió en cuestión de minutos el 18 de septiembre de 1895, causando la muerte de 31 marineros. Algunos murieron ahogados y otros fueron víctimas de ataques de tiburones, un peligro común en la zona en esa época.
¿Dónde se encuentran los restos del Sánchez Barcáiztegui?
Los restos del Sánchez Barcáiztegui se encuentran a 22 metros de profundidad en la entrada de la Bahía de La Habana. Desde los años 50, este pecio se ha convertido en un referente de la arqueología submarina cubana.
¿Qué otros naufragios importantes han ocurrido en la Bahía de La Habana?
Además del Sánchez Barcáiztegui, la corbeta española San Antonio también se encuentra en el fondo de la bahía. Se varó el 21 de septiembre de 1909 tras una fuerte marejada, y parte de su material fue reutilizado en la restauración de inmuebles históricos de La Habana.
¿Por qué son importantes estos naufragios para la historia cubana?
Los naufragios en la Bahía de La Habana son testigos silenciosos del pasado naval de Cuba y contribuyen al estudio de la arqueología submarina. También reflejan la historia marítima y la interacción humana con el entorno marino a lo largo de los años.
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