Aún a la espera de una decisión sobre su status migratorio, por parte de las autoridades mexicanas, un grupo de cubanos varados en la localidad de Nuevo Laredo han comenzado a retribuir con sus manos, tanto bienestar y ayuda recibida por parte de los clérigos de las iglesias que los han acogido.
Aquellos con conocimientos de albañilería y carpintería, ayudan en la reparación de las iglesias de la zona.
Voluntad es lo que sobra en ellos. Otros decidieron rentar un local y abrieron una pequeña cafetería - restaurante hace varios días.
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