Este domingo 17 de diciembre se cumplen tres años desde que la administración del ex presidente estadounidense Barack Obama anunciara el inicio del llamado proceso de deshielo en las relaciones entre Washington y La Habana.
Aunque bajo el mandato de Donald Trump se han producido cambios recientes que muchos interpretan como un retroceso en la nueva era de apertura, una portavoz de la Casa Blanca asegura que se continúa con la revisión de la política bilateral para garantizar “el apoyo al pueblo cubano”.
“Ciertamente se siguen analizando los temas relacionados con Cuba y nada se deja sobre la mesa en ese sentido”, dijo a Martí Noticias la representante de la Casa Blanca Helen Aguirre.
“Estamos viendo todo lo que se pueda hacer para brindarle un mayor apoyo al pueblo cubano, que es nuestro interés solamente”, añadió la funcionaria, quien reiteró que el equipo de gobierno no busca “decidir por los cubanos”, sino ofrecerles el soporte para que “puedan determinar por ellos mismos lo que necesitan para poder salir adelante”
Aguirre también emitió declaraciones en relación a una recién presentada propuesta, elevada al Congreso de los EE.UU, que demanda la extradición inmediata de alrededor de 70 fugitivos de la justicia estadounidense que se refugiaron en Cuba.
“Los fugitivos siempre han estado en la mira de esta Administración y es precisamente debido a que no se ha hecho justicia con ellos. El presidente Trump está muy encima de ese tema”, aseguró.
Por otro lado, según confirmó la portavoz, Washington se mantiene firme en su postura de escepticismo ante las alegaciones de Cuba sobre su participación en los misteriosos ataques acústicos contra diplomáticos estadounidenses en La Habana.
“Siendo un régimen totalitario, saben todo lo que pasa dentro de la Isla. Es difícil creer que son totalmente inocentes”, recalcó la funcionaria.
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