"El 11 de julio no es un referente. Aquí el primer referente que hay es que hay un recrudecimiento del bloqueo, que es el que nos ha complejizado a nosotros la situación y tiene que ver con las 243 medidas aplicadas por Trump y mantenidas por Biden, sobre todo a partir del segundo semestre del 2019", aseveró el presidente cubano Miguel Díaz-Canel durante una reunión con los presidentes de las Asambleas Municipales del Poder Popular, que se realizó a finales de septiembre pasado y se difundió el pasado jueves en el programa Mesa Redonda.
Para Díaz-Canel, en el primer semestre de 2019, cuando aún el expresidente estadounidense Donald Trump no había impuesto nuevas sanciones, en Cuba "vivíamos de una manera diferente", en las tiendas "había presencia de productos con determinada estabilidad" y también "había una situación electroenergética estable".
"Esta compleja situación tiene que ver mucho con el recrudecimiento del bloqueo, desde las 243 medidas aplicadas por Trump, a partir fundamentalmente del 2020, y que han sido mantenidas por el presidente (Joe) Biden en una manera oportunista para responder a intereses electorales. Peor aun: Biden públicamente trata de despegarse del discurso de Trump y sin embargo aplica la misma política de Trump. Y realmente a nosotros eso nos ha ocasionado una situación difícil", sostuvo.
El mandatario reconoció que existen "limitados ingresos en divisas" para enfrentar las principales necesidades del país y el desabastecimiento prolongado en las redes comerciales y explicó que su Gobierno apuesta por la reanimación de la economía con el turismo, luego de que se abran las fronteras internacionales el próximo 15 de noviembre, aprovechando el avance de la campaña de vacunación. Además, espera que la exportación de las vacunas cubanas, la producción nacional de alimentos y el ahorro energético contribuyan a superar los desafíos que impone la realidad cubana.
"Como parte de la escasez de divisas, no hemos tenido el dinero para asegurar actividades económicas importantes, entre ellas, el sistema electroenergético nacional y particularmente lo relacionado con la generación de energía, por eso estamos sufriendo reiteradas y casi diarias afectaciones producto de problemas tecnológicos, que tienen que ver con déficit de piezas de repuesto para enfrentarlas, tiene que ver con la deuda que hay en mantenimiento y reparaciones generales en nuestras principales plantas generadoras, y también tiene que ver con algunos elementos de ahorro", precisó Díaz-Canel.
A su juicio, es necesrio revisar "algunos elementos de atención de los trabajadores del sector electronergético y de la cultura de trabajo en las centrales electroenergéticas", pues las deficiencias en este servicio han provocado "apagones indeseables que irritan a la población, que nos crean situaciones complejas", pero que se resolverán conforme se avance con algunos financiamientos destinados a atender problemas tecnológicos.
"También tenemos que insistir mucho en la necesidad de ahorrar y ser más efectivos en el ahorro", enfatizó.
Con respecto a la pandemia, el dirigente responsabilizó, en alguna medida, al Gobierno de Estados Unidos de la crisis sanitaria que se ha vivido en distintas provincias de Cuba. "Si en algo se ha manifestado la perversidad de esa política genocida del Gobierno de Estados Unidos es en haber mantenido estas medidas en condiciones de pandemia, asfixiando y sofocando a un pueblo, condenándolo a morir en las condiciones de pandemia", aseguró.
No obstante, de acuerdo con datos de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información, desde 2015 en Cuba se han reducido las inversiones en salud pública y asistencia social, frente a las inversiones en servicios empresariales, actividades inmobiliarias y de alquiler. En ese año el 26,7 por ciento de las inversiones se destinó a este último renglón; en 2019, fue el 37,3 por ciento y, en 2021, el 50,3 por ciento; mientras que al primero apenas se destinó, en los primeros meses de 2021, en plena pandemia, menos del 1 por ciento del total de las inversiones.
Por otra parte, en febrero de 2020, el entonces subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental de Estados Unidos, Michael G. Kozak, precisó que "los alimentos, medicinas y dispositivos médicos de EE.UU. están permitidos. El régimen de Castro elige importar solo una pequeña fracción de los bienes autorizados".
De hecho, durante los primeros siete meses del año en curso, el Gobierno cubano incrementó las compras de alimentos a compañías de Estados Unidos en un 88 por ciento con respecto al año anterior. De enero a julio la isla gastó 178,7 millones de dólares para adquirir, sobre todo, pollo congelado, de acuerdo con datos divulgados por el Consejo Económico y Comercial EEUU-Cuba.
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