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Expelotero Rafael Orta: "La vida se ha tornado muy dura en Cuba y el discurso es repetido por más de seis décadas"

"La respuesta es prácticamente única. Aquí no surge una idea que pueda resolver la situación de la pelota en Cuba"

Expelotero cubano Rafael Orta © Cortesía del entrevistado
Expelotero cubano Rafael Orta Foto © Cortesía del entrevistado

Este artículo es de hace 1 año

Hace tiempo, quizás mucho, realicé una visita al entrenamiento del equipo Habana, que dirigido por Pedro Luis Rodríguez, se alistaba para ya la entonces cercana Serie Nacional de Béisbol 1998. En el Nelson Fernández de San José, tres decenas de jugadores trataban de hacer el grado y uno de ellos era uno delgado, de estatura mediana, rápido, de muy buenos reflejos que cual felino hacía suyas las praderas: Rafael Orta.

Llamó mi atención y cuando fui a entrevistarlo, me soltó una sonrisa amplia, linda, limpia, que realmente me fascinó. Y, a partir de ahí lo identifiqué como “el pelotero de la bella sonrisa”. Entonces conocí a uno de esos atletas que, sin haber integrado selecciones nacionales, permanecen en nuestros corazones.

No te olvido periodista, no puedo olvidarte. Tú siempre estabas metida en los estadios, con tus reportajes, tus entrevistas y cuando te vi queriendo saber de mí, me sentí halagado. ¿Cómo no te iba a sonreír? Yo debuté con 20 años pero llevaba tres en las Ligas de Desarrollo. Tengo muy buena memoria. Y parece que tú también porque no me has olvidado.

Sonreímos los dos a través de nuestra videoconferencia y nuestras mentes y corazones se trasladaron a varios momentos que compartimos juntos; él como pelotero, yo como reportera. Y sí, me alegro de no haber olvidado a uno de los jugadores más agradables y cordiales con los que trabajé tantas temporadas.

Rafa ¿qué es de tu vida actual, dónde vives, cuándo te retiraste?

Me retiré en 2016 y me vinculé al combinado deportivo de mi municipio, Caimito, donde soy jefe de la cátedra de béisbol. Llevo siete años trabajando con categorías pequeñas y un año dirigí el equipo de primera categoría. Todavía juego la Serie Provincial jajajaja. Este año lo hice y en 15 juegos promedié 335.

¡Nada mal! ¿Te han llamado para dirigir o ser entrenador en la Nacional?

Estoy dándome tiempo con mi familia que también me necesita. Estuve 15 años dando tumbos por estadios de todas las provincias. Por estos días me visitó Yulieski González, el exlanzador zurdo, que va a ser el director del equipo Artemisa este año y habló conmigo para que lo apoyara.

Me dolió pero le dije que por ahora no estaba interesado en estar ahí. Tal vez en un futuro si formaría parte de alguna dirección pero por ahora no, aunque extraño la pelota que es mi vida. Mi familia ha sido fundamental en mi carrera, siempre me ha apoyado… ¡en los tiempos malos y buenos! Estoy casado hace 16 años, tengo un niño de 13 al que le gusta el béisbol, ojalá siga mis pasos y sea mejor que yo, para poder disfrutarlo. Por ahora quiero seguir ahí sin tener que desandar Cuba.

¿Primeros pasos de Rafael Orta en el béisbol? ¿A qué edad entraste en un terreno por vez primera, primer entrenador?

Mis primeros pasos en el béisbol fueron en mi pueblo Rancho Grande, en el cual nací. Mi padre me inculcó ese amor por el béisbol y me enseñó los primeros pasos. A los 10 años me llevó al área de Ceiba del Agua con el profesor Alfredo Fumero, quien fue mi primer entrenador. Siempre lo mío ha sido la pelota aunque soy fan de todos los deportes.

¿Formaste parte de la pirámide de alto rendimiento o llegaste a la SNB por deporte social?

A los 14 años entré a la EIDE Julio Antonio Mella en Cangrejeras, participé en Juegos Escolares. Después ingresé a la ESPA Julio Díaz de Artemisa. Ahí intervine en dos Campeonatos Nacionales Juveniles quedando campeón en uno de ellos bajo la dirección de Esteban Lombillo. ¡Tremendo piquete aquel! Michel Rodríguez, Jonder Martínez, Rolando Méndez, Raúl Valdés…Así que sí, fui parte de la entonces muy productiva pirámide del alto rendimiento.

Tomaste parte en 15 Series Nacionales, en las cuales te caracterizaste como un buen bateador, sobre todo oportuno: 273 de average, 491 carreras impulsadas, 467 anotadas; 1005 hits, de ellos, 174 dobles, 51 triples y 33 cuadrangulares. De la defensa no podríamos decir lo mismo.

Mira Julita, a la defensa no era muy bueno y tú lo sabes; mi brazo no era potente pero considero que cuando me ubicaban en el ala izquierda cumplía mi cometido. Ofensivamente, tuve la suerte de ocupar turnos de responsabilidad en casi todos los equipos en los que estuve.

Batear con corredores en base fue muy importante en mi carrera pues era muy oportuno, aunque nunca fui ese gran jonronero ¿sabes? Mi secreto era que lograba llegar a home muy tranquilo. No me cogía el estrés, la impaciencia; esperaba mi lanzamiento y muchas veces me salía bien.

Estuve indagando sobre tu vida beisbolera y resulta que me cuenta mi amigo Yasser Vázquez que el 10 de enero de 1999 conectaste tus dos primeros jonrones en SNB. ¿Recuerdas?

Pues sí, el primero frente al Brazo de Hierro Carlos Yanes, en el tercer inning con dos corredores a bordo; el segundo a Léster Ramírez con un corredor en primera, ya en el noveno episodio. Fue en el Labra pinero ¡cómo para olvidarlo!

¿Y el último?

El 13 de septiembre de 2016 frente al zurdo tunero Yudiel Rodríguez en el estadio de Amancio. Me has hecho recordar pasajes de mi vida que me alegran porque aquella pelota era grande Julita; tú lo sabes. Era colorida, combativa, de calidad.

Después de estar jugando tres Ligas de Desarrollo (algo que ya no existe y es una de las causas del notorio descenso de nuestro béisbol) yo me entero por un trabajador del estadio que me habían subido al Habana y tuve que echar un pedal de kilómetros para llegar al terreno y me confirmaran la noticia. ¡Fui un hombre feliz! Eran otros tiempos.

Si te digo que recuerdo mi primer turno al bate: fue en el Latino frente a Metros. Estaba calentando en la raya para empezar el juego y Miguel García (Miki) que era el coach de tercera me dio las señas; después se me acerca Pedro Luis y me dice: ¿ya te sabes las señas? Le dije que sí y él me dijo prepárate que vas para el left.

Muchacha, me temblaban las piernas. Ver aquel estadio repleto (cuando aquello con Metros se llenaban las gradas) y yo, un guajirito de Caimito que nadie conocía. La suerte fue la ayuda de mis compañeros, entre ellos Andy Morales y Armando Balaguer que me dijeron: juega igual que en Caimito.

¿Y qué pasó?

Bateé de 4-3, mi primer hit fue frente al zurdo Amaury Sánchez. Yo soy un hombre que rememora mucho su vida deportiva y un momento inolvidable sucedió en Santa Clara cuando en la SNB 48, año 2009, discutimos la final con Villa Clara.

Esteban Lombillo dirigió aquel equipo y estábamos a un paso de barrer, cuando en el cuarto juego Ernesto Molinet cometió un error que le dio el triunfo a Villa Clara. Tú fuiste testigo de eso. Llegamos al hotel y nadie fue a comer esa noche. Había un silencio inmenso en aquel lugar.

Nos decíamos entre nosotros… y si ahora perdemos los cuatro cuando estábamos a punto de ser campeones. Por suerte, poco a poco recuperamos la confianza, fueron bajando las tensiones, entrenamos antes del juego y me acuerdo que hicimos el mítin los peloteros solos, sin la dirección.

Molinet se sentía muy mal y no olvido que el difunto Yadiel Pedroso y Danger Guerrero hablaron fuerte y nos levantaron el ánimo a todos y a él en particular. Gracias a Dios, todo salió bien, gracias al excelente pitcheo del también fallecido Miguel Alfredo González.

Fue una locura cuando tras el out 27 pudimos alzar la Copa de Campeones, cuando aún el béisbol cubano tenía calidad y contaba con figuras que lo hacían grande. Todavía el éxodo no era tan aplastante como ahora.

A propósito ¿qué le deseas a los que se van?

A todos les deseo, de todo corazón, que triunfen y logren sus objetivos. Ellos salen en búsqueda de una buena vida para su familia, garantizan un futuro para sus hijos.

¿Qué opinas del equipo Cuba ahora para el Clásico, con figuras que juegan por su cuenta en otras ligas incluyendo la MLB?

Por supuesto que es muy bueno que se haga un equipo unificado para poder tener competitividad; es hora de dejar a un lado la política. Otros deportes ya lo están haciendo como el voleibol y lo veo muy bien.

¡Qué mayor orgullo para nosotros los cubanos que tener un equipo con todas sus estrellas que puedan mejorar los resultados a nivel internacional que mucha falta le hace al prestigio y al nivel de nuestro béisbol que tanto ha decaído en los últimos años!

Y todavía faltan pasos pues a un equipo CUBA deben poder entrar todos los cubanos. Que sean ellos los que declinen la oferta de representar al país. Algunos tienen sus razones, pero sé que la mayoría aceptará y créeme que solo así podremos recuperar el terreno perdido. Date cuenta de que de aquí se están marchando jugadores desde edades bien tempranas; muchos ni siquiera debutan en Series Nacionales.

Veo a través de la pantalla de mi laptop el rostro de Orta, tan sincero como siempre y pienso en la cantidad de magníficos peloteros cubanos que dieron lo mejor de sus vidas sin recibir, en la gran mayoría de los casos, ni lo mínimo para enfrentar el futuro.

Por eso mismo, porque no quieren mirarse en ese espejo, es que los jóvenes no lo piensan dos veces. De ahí que la pelota cubana haya descendido tanto. ¿Qué motivación existe en la base, qué apoyo económico reciben los más jóvenes que ven que con su talento nada pueden hacer?

La vida se ha tornado muy dura en Cuba, durísima y el discurso es repetido por más de seis décadas ¿qué hacer? La respuesta es prácticamente única. Aquí no surge una idea que pueda resolver la situación de la pelota en Cuba.

Ahora mismo inventaron la Liga Élite… ¿élite? Por favor. Lo primero es que si va a ser el evento beisbolero de mayor nivel en el país no debe tener tantas dificultades ni contratiempos como en su primera versión: transportes suspendidos, hoteles sin capacidades, implementos y uniformes perdidos sabe Dios dónde.

A los peloteros, que son los protagonistas del mayor espectáculo del deporte cubano, hay que estimularlos más, no pueden ganar lo mismo en la Serie Nacional que en la Liga Élite; eso no es comprensible. Y en todos los casos tienen que ser salarios con los que puedan sustentar a la familia, no estar de mendigos detrás de los funcionarios para que éstos les resuelvan sus problemas.

A veces, por no decir siempre, se le echa la culpa al bloqueo pero por qué no le exigen a los dirigentes de cada provincia un mayor apoyo. ¿Qué tiene eso que ver con el bloqueo?

Te pongo de ejemplo a Mayabeque que de los lugares sotaneros ha ascendido notoriamente y Artemisa, que surgió al mismo tiempo (por la nueva distribución geopolítica) se mantiene en los últimos sitiales ¡ah! pero en Mayabeque se respeta al jugador, tienen mejores condiciones, su alimentación es la correcta, se ocupan de sus familias ¿es mucho pedir eso o hay que consultarle al bloqueo?

Me despido del chico de la sonrisa perfecta aunque, para ser honesta, con su último parlamento de nuestro diálogo, su rostro no parecía nada feliz.

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Julita Osendi

Graduada de Periodismo en la Universidad de La Habana 1977. Periodista, comentarista deportiva, locutora y realizadora de más de 80 documentales y reportajes especiales. Entre mis coberturas periodísticas más relevantes se hallan 6 Juegos Olímpicos, 6 Campeonatos Mundiales de Atletismo, 3 Clásicos


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Julita Osendi

Graduada de Periodismo en la Universidad de La Habana 1977. Periodista, comentarista deportiva, locutora y realizadora de más de 80 documentales y reportajes especiales. Entre mis coberturas periodísticas más relevantes se hallan 6 Juegos Olímpicos, 6 Campeonatos Mundiales de Atletismo, 3 Clásicos

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