Si alguna vez te has preguntado cómo llevar a tu mascota a Estados Unidos luego de haber emigrado, @Jenaveth1, esta venezolana contó en TikTok cómo logró traer a su perrita desde su país natal con la ayuda de una agencia especializada.
Su historia ha resonado con quienes saben que dejar atrás a una mascota no es opción.
Según explica en su video, el proceso comenzó contactando por Instagram a la agencia Mascota Fly God. Desde el inicio, la respuesta fue rápida, y los primeros requisitos fueron simples: la perrita debía tener las vacunas al día (especialmente la de la rabia) y un microchip implantado con toda su información, algo obligatorio para ingresar a Estados Unidos.
La agencia se encargó del resto de la documentación y los trámites necesarios. "Fue un proceso un poco tardado, pero considerando lo complejo, dos meses no es tanto", comentó. Para apartar el cupo de su perrita, realizó un primer pago de $720. Más adelante, cuando la mascota ya estaba bajo el cuidado de la agencia, pagó $1,080. Antes de que el viaje comenzara, ya le habían enviado los boletos y las escalas programadas.
El gran día llegó, y el viaje de la perrita duró apenas dos días. Al reencontrarse con ella, Jenaveth hizo el último pago de $1,800, sumando un total de $3,600. Ella también explicó que los costos pueden variar dependiendo del tamaño de la mascota y las condiciones del viaje. En su caso, decidió que viajara en cabina porque su perrita es mayor y sufre de ansiedad.
Al recibirla, la agencia solo pidió un collar con el nombre del animal, un número de contacto, su correa, una mantita y, en caso de ser necesario, su comida especial. Finalmente, le entregaron un certificado que legaliza a la mascota en Estados Unidos y permite que viaje con su dueña a cualquier estado.
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La historia de Jenaveth es una muestra de lo que muchas personas enfrentan al emigrar. Para quienes comparten un vínculo fuerte con sus mascotas, ellas no son solo compañía, sino un apoyo emocional y parte esencial de la familia. Dejarlas atrás no es una opción para muchos, y por eso estos esfuerzos, aunque costosos o complicados, siempre valen la pena. Las mascotas nos acompañan en los momentos más difíciles, y reencontrarse con ellas es como recuperar un pedazo de hogar.
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