¡Liberen a las mipymes en Cuba!

En medio de la crisis generalizada en Cuba, las mipymes han demostrado que los cubanos sí saben producir, organizarse y prosperar, cuando se les permite.

Liberen a las mipymes © Ai ChatGPT
Liberen a las mipymes Foto © Ai ChatGPT

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En Cuba, las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) han conseguido en muy poco tiempo lo que el Estado no ha logrado en décadas: llenar estantes, reactivar producciones olvidadas y ofrecer servicios que antes parecían imposibles en la isla. A pesar de las trabas, los impuestos abusivos y el asedio burocrático, las mipymes se han convertido en un motor real de esperanza y abastecimiento para la población.

Mientras el gobierno cubano ha multiplicado las “monedas convertibles” y los mercados en divisas que marginan a la mayoría (CUC, MLC, y el regreso al dólar), las mipymes han apostado por lo contrario: vender en pesos cubanos y hacerlo en toda la geografía nacional, pese a la inflación y la crisis. Han devuelto al mercado una diversidad de productos que la gente había perdido la esperanza de volver a ver, desde alimentos básicos hasta bienes de consumo duradero.

Incluso han logrado rescatar producciones nacionales que llevaban años extintas: desde pequeñas líneas de calzado y ropa hasta manufacturas y alimentos procesados, pasando por la fabricación de envases y etiquetas, el lanzamiento de marcas comerciales, y más. Donde el Estado vio ruina y desabastecimiento, los emprendedores vieron oportunidades.

Hoy en Cuba emerge una incipiente economía de mercado que me ha sorprendido desde la distancia. Las mipymes no solo llenan estantes: también han multiplicado los servicios. Restaurantes, talleres, servicios tecnológicos, mensajería, transporte, logística… todo lo que el Estado nunca logró sostener hoy funciona, con mayor o menor calidad, gracias a la creatividad y el empuje de estos emprendedores. Han dinamizado la economía local y creado empleos reales en un país donde la “plantilla inflada” estatal no ofrecía ni salarios dignos ni futuro.

En medio de la crisis generalizada en Cuba, las mipymes han demostrado que los cubanos sí saben producir, organizarse y prosperar, cuando se les permite.

El problema es que, aunque las mipymes son una válvula de oxígeno para el cubano de a pie, el gobierno las trata como una amenaza. Se les imponen límites absurdos, controles excesivos y discursos que las demonizan, como si la prosperidad independiente fuera incompatible con el sistema.


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Es cierto que los productos y servicios que ofrecen no son asequibles para un cubano con salario estatal o pensión, pero ¿es culpa de las mipymes que la economía socialista tenga sueldos tan bajos y pensiones nominales? Los salarios estatales y las pensiones en Cuba son bajos debido a causas estructurales. La productividad del Estado es ínfima: muchas empresas estatales producen poco o incluso operan con pérdidas, lo que impide generar la riqueza necesaria para pagar buenos sueldos. La inflación descontrolada —agravada tras la unificación monetaria de 2021 con la llamada Tarea Ordenamiento— ha erosionado aún más el poder adquisitivo de trabajadores y jubilados, cuyas retribuciones se devalúan constantemente frente al aumento de precios.

¿es culpa de las mipymes que la economía socialista tenga sueldos tan bajos y pensiones nominales?

Pero los hechos son claros: las mipymes generan empleo de calidad. Aunque no existen estadísticas oficiales o independientes sobre los salarios que pagan, sí hay evidencias puntuales de que muchas ofrecen sueldos 10 veces superiores a los estatales, o incluso más. Además, pagan impuestos y no están diseñadas para evadirlos, aunque puedan existir casos irregulares, como en cualquier sistema. Hoy, estas micro, pequeñas y medianas empresas emplean a más de 300.000 personas en Cuba, según cifras oficiales.

Entonces, ¿por qué no apostar por un modelo en el que la mayoría de los trabajadores cubanos se inserten en mipymes u otras formas de gestión privada? Esto liberaría al gobierno de ingentes recursos destinados a subsidiar empresas estatales ineficientes, y permitiría destinar más fondos a los pensionistas y servicios sociales que hoy languidecen ante la desidia de los dirigentes.

Cuba necesita liberar a las mipymes de las cadenas burocráticas y políticas que las asfixian. Deben poder importar y exportar con menos trabas, acceder a financiamiento, establecer alianzas y crecer sin miedo a la confiscación. Es imprescindible establecer una base jurídica sólida que ofrezca garantías reales a los empresarios cubanos. El país necesita más emprendedores, más competencia y más creatividad.

Las mipymes han demostrado que los cubanos sí saben producir, organizarse y prosperar, cuando se les permite. El futuro de Cuba depende de abrir espacios de libertad económica, no de cerrarlos.

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Luis Flores

CEO y cofundador de CiberCuba.com. Cuando tengo tiempo escribo artículos de opinión sobre la realidad cubana vista desde la perspectiva de un emigrante.


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