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El régimen cubano afirmó este lunes que “agradece” la asistencia humanitaria ofrecida por Estados Unidos para los damnificados del huracán Melissa, pero dejó claro que toda ayuda extranjera será canalizada “en plena coordinación con las autoridades” del país, una declaración que contradice el anuncio de Washington y la postura de la Iglesia Católica, que aseguraron que la entrega sería directa y sin intermediarios del Estado.
En un comunicado del Ministerio del Comercio Exterior y la Inversión Extranjera (MINCEX), el gobierno reconoció el ofrecimiento de tres millones de dólares en asistencia material a través del Servicio Católico de Ayuda de Estados Unidos, e indicó que se suma a donaciones de otras organizaciones religiosas del mismo país.
Sin embargo, el texto oficial subraya que la distribución de los recursos se realizará “conforme a los requerimientos que se ajustan a la evaluación de daños y necesidades más perentorias” y “en coordinación con nuestras autoridades”, una formulación que reafirma el control estatal sobre el proceso de ayuda.
“Contamos con una experiencia positiva de años de cooperación vinculada a la labor humanitaria de la Iglesia Católica en Cuba, que se ha materializado exitosamente en plena coordinación con nuestras autoridades”, señala el comunicado.
El régimen insistió además en que las instituciones del Estado trabajan “para canalizar el aporte del modo más rápido y eficiente”, y añadió que los gestos humanitarios “son agradecidos”, pero siempre dentro del marco de sus mecanismos oficiales.
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La respuesta del gobierno llega pocas horas después de que la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado informara que la ayuda de Washington sería distribuida en coordinación directa con la Iglesia Católica, sin intervención del aparato estatal, para garantizar transparencia y rapidez en la entrega a las zonas más afectadas del oriente cubano.
También la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba había confirmado que la asistencia se canalizaría a través de instituciones eclesiales, “sin pasar por las estructuras del régimen”, en lo que muchos interpretaron como un gesto de autonomía humanitaria ante la emergencia.
El contraste entre los mensajes evidencia la disputa por el control político y simbólico de la ayuda internacional en momentos de crisis. Mientras Washington y la Iglesia buscan hacer llegar los recursos directamente a los damnificados, el régimen intenta mantener su papel de mediador obligatorio, un patrón que se ha repetido en desastres naturales anteriores y que ha generado desconfianza entre los cubanos por la opacidad en la distribución de donaciones.
El huracán Melissa, que azotó el oriente del país el pasado 29 de octubre, dejó severos daños en viviendas, cosechas y redes eléctricas en Guantánamo, Granma, Holguín y Santiago de Cuba, donde miles de familias permanecen aún sin electricidad ni acceso estable a alimentos y agua potable.
Preguntas frecuentes sobre la ayuda humanitaria de EE.UU. a Cuba tras el huracán Melissa
¿Cómo se distribuirá la ayuda humanitaria de EE.UU. a los damnificados del huracán Melissa en Cuba?
La ayuda humanitaria de EE.UU. se coordinará directamente con la Iglesia Católica, según declaraciones de la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado. Esta decisión busca evitar la intervención del régimen cubano y garantizar que los recursos lleguen de manera transparente y efectiva a las comunidades más afectadas por el huracán.
¿Cuál es la postura del régimen cubano respecto a la ayuda humanitaria de EE.UU.?
El régimen cubano ha expresado que toda ayuda extranjera debe ser canalizada en coordinación con sus autoridades. Esto contradice el anuncio de EE.UU. y la postura de la Iglesia Católica, que abogan por una entrega directa de la ayuda sin intermediarios estatales. La insistencia del gobierno cubano en controlar la distribución genera desconfianza debido a experiencias pasadas de opacidad en el manejo de donaciones.
¿Qué organismos están involucrados en la distribución de la ayuda de EE.UU. en Cuba?
La Iglesia Católica, a través de Cáritas Cuba, es el principal organismo designado para canalizar la ayuda humanitaria de EE.UU. Esta elección responde a la intención de asegurar que la asistencia llegue directamente a los damnificados, evitando el control del régimen cubano. Cáritas Cuba ha mostrado su disposición para gestionar los recursos necesarios para socorrer a las comunidades afectadas por el huracán Melissa.
¿Cuáles han sido las críticas a la decisión de canalizar la ayuda a través de la Iglesia Católica en Cuba?
El influencer y opositor cubano Alexander Otaola ha criticado la decisión de canalizar la ayuda a través de la Iglesia Católica, sugiriendo que podría terminar beneficiando al régimen comunista. Otaola ha expresado sus reservas debido a experiencias pasadas donde la ayuda enviada a través de instituciones religiosas fue retenida o desviada. La crítica se centra en la necesidad de garantizar que la ayuda llegue efectivamente a los damnificados sin interferencias del Estado cubano.
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