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Alpidio Alonso convierte la violencia en el MINCULT en un homenaje a José Martí

Alpidio Alonso cree que su comportamiento violento "es el mejor homenaje que podíamos hacerle a Martí desde la cultura un día como hoy".

Alpidio Alonso © Granma
Alpidio Alonso Foto © Granma

Este artículo es de hace 3 años

El ministro de Cultura Alpidio Alonso, protagonista del comportamiento agresivo contra los jóvenes artistas ante el Ministerio de Cultura, pretende revertir el suceso violento como un homenaje a José Martí en el aniversario 168 de su natalicio.

"La respuesta resuelta y diáfana de nuestros escritores y artistas y de los demás trabajadores del sector frente a la maniobra sucia de la contrarrevolución es el mejor homenaje que podíamos hacerle a Martí desde la cultura un día como hoy", dijo el funcionario en su cuenta oficial de Twitter.

Cuando el pasado 27 de enero un grupo de jóvenes se plantó a las afueras del MINCULT para exigir un diálogo con la institución, Alpidio Alonso los encaró de manera violenta, propinando un manotazo a algunos de los presentes.

Luego de la agresión acometida, la cual ha levantado la indignación de cientos de cubanos, el ministro de Cultura reafirmó su negación al diálogo con los manifestantes pacíficos.

“Otra vez sabotean el diálogo. El Ministerio de Cultura no aceptará presiones de mercenarios. Los revolucionarios entendemos de razones, no de coacción”, sostuvo.

A pesar de su comportamiento violento, Alpidio Alonso ha recibido todo el apoyo del régimen, incluso del mandatario Miguel Díaz-Canel.

"No es honesto quien se escuda en el arte para provocar asediando instituciones y funcionarios públicos, mientras la nación lucha a brazo partido contra bloqueo, pandemia y muerte", dijo. "Nuestros ministerios no son tarimas mediáticas. Allí se trabaja duro", agregó.

Incluso funcionarios al servicio del gobierno cubano han tratado de justificar el manotazo de Alpidio, y han dicho que este no agredió, sino que fue a saludar a los jóvenes artistas.

Otras versiones oficialistas aseguran que "el ministro salió a conversar y le pusieron un teléfono casi en el rostro".

Por su parte, el viceministro de Cultura, Fernando Rojas, dijo que "cuando pasan cosas como estas hay que asumir el riesgo de que haya algún que otro empujón o manotazo, y nosotros lo asumimos, para enfrentar una provocación".

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