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Hansel y Gretel, o cómo el arte expone el terror del régimen totalitario en Cuba

Luis Manuel Otero Alcántara es un provocador auténtico, de barrio, no de academia... su mensaje viaja por las redes dando cuerpo a esa voz de los cubanos que quieren libertad.

Luis Manuel Otero Alcántara, Miguel Díaz-Canel y Raúl Castro © Facebook / Luis Manuel Otero Alcántara - Granma
Luis Manuel Otero Alcántara, Miguel Díaz-Canel y Raúl Castro Foto © Facebook / Luis Manuel Otero Alcántara - Granma

Este artículo es de hace 2 años

Al tercer día de andar perdidos, Hansel y Gretel encontraron en medio del bosque una casa hecha de confituras. Los niños -maltratados, pobres y hambrientos- cayeron en la trampa de la bruja y el resto de la historia está en el cuento de los hermanos Grimm.

Este fin de semana hemos asistido a una opereta compuesta por la Seguridad del Estado en la que una supuesta bruja, de nombre Luis Manuel Otero Alcántara, atraía a los niños cubanos a una trampa en la que lavaría sus cerebros mientras comían las golosinas que codician: las que se exhiben en vitrinas a precios y moneda que muchos padres no tienen.

Difamación y odio en prime time el viernes. Secuestro y desaparición en la mañana del sábado. Detenciones violentas, con golpes, llaves y estrangulaciones en la noche. Todo un despliegue represivo para evitar que Otero repartiese caramelos y bombones a los niños y muchachos del barrio, que ante todo son pioneros y jóvenes comunistas ante el discurso oficial.

Pero llega Otero Alcántara, el que se ha paseado en tanga, el que defecó con la bandera como manta, practicando otras hechicerías como pintar unos cuadros con etiquetas de golosinas que se venden en dólares en un país que se paga en pesos, y cuyo banco tiene una tasa de cambio de adorno, como un búcaro al lado del cartel que advierte que no venden dólares y deposita los tuyos.

Viene y anuncia una exposición en la casa del bosque de San Isidro, el templo del Movimiento y la obra perpetua, y exhibe esos mandalas del capitalismo, e incluye en la olla del proyecto regalar auténticas confituras a los niños que asistan al evento. ¡Y justo el día de los pioneros, para que después digan que es casualidad!

Operativos de vigilancia, montones de personas y recursos, gasolina, patrulleros, unidades técnicas, instructores caninos (todos), jefes pendientes de noticias en medio de la partida de dominó (sesenta años trancado) y chivatones diversos; todo ello en función del “autor de la farsa de San Isidro”.

Luis Manuel Otero Alcántara es un provocador auténtico, de barrio, no de academia, espontáneo, no rebuscado, lo cual hace que su obra diga lo que tiene que decir como en una directa de Facebook del artista. Le ponen una cámara, y pinta y dialoga con la cámara. Y le enseña lo que hay, y su mensaje viaja por las redes dando cuerpo a esa voz de los cubanos que quieren libertad.

Un provocador consciente de que la ausencia de este bien ha enfermado a la nación y al pueblo de Cuba. Luis Manuel sabe que los responsables de la pobreza material y espiritual de los cubanos son los dirigentes de una dictadura desorientada pero aferrada al poder. Sabe la huella que ha dejado el poder totalitario y conoce las cicatrices que deja la falta de libertades. Por eso pone el dedo en la llaga con tanta facilidad.

Lo llaman mercenario, agente de la CIA, manipulador, delincuente, no artista, marginal y contrarrevolucionario. En el noticiero aparece día tras día junto a las otras "brujas" del aquelarre democratizador. No le pueden poner más medallas. Humberto escucha extasiado las grabaciones de audio que le hace la contrainteligencia, como si hojease el libro de las revelaciones.

Por cierto, ¿qué legalidad permite que se difunda el contenido de conversaciones privadas en la televisión pública? ¿Qué juez autorizó esas escuchas, en virtud de qué procedimiento? En fin, será la misma que explica por qué el país está sometido a una casta de militares y burócratas del partido que controlan todos los poderes, desde GAESA hasta ETECSA, el judicial y el legislativo. Si a Luis Manuel le pinchan el teléfono es porque lo decidieron en una partida. Es un ejemplo de toma de decisión muy normal. Cuando la cosa se tranca y alguien está nervioso pueden llegar a tomar medidas más invasivas en lo que van a por otra botella.

Estas pinturas son un ejercicio de protesta desde objetos antropológicos de la escasez. Es responsabilidad del sistema que los niños también tengan dulces, fantasías y que su sueño no sea emigrar”, escribió un niño del Período Especial y uno de los artistas más valientes y honrados de finales del castrismo, dibujando una memorabilia en un post.

Su última obra ha exasperado a un régimen que no gana para disgustos. Incapaces de conducir la nave y aferrados a sus cofres de monedas, el cascarón de la llamada revolución flota a la deriva hacia el fin del mundo. O al menos eso es lo que parece, viendo el terror plasmado en los ojos de quienes ven desfilar, unas tras otras, iniciativas de una sociedad civil llena de "provocadores" que defienden sus derechos, reclaman libertad de expresión y desean fundar una ciudad en aquella colina, más allá del abismo.

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Artículo de opinión: Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor y no representan necesariamente el punto de vista de CiberCuba.

Iván León

Licenciado en periodismo. Máster en Diplomacia y RR.II. por la Escuela Diplomática de Madrid. Máster en RR.II. e Integración Europea por la UAB.


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