Abril se ha convertido en el mes con mayor número de contagios y muertes por coronavirus en Cuba desde que se reportaron los primeros casos en marzo del pasado año.
Con más de 160 fallecidos en lo que va de mes, abril está marcando un récord que preocupa a las autoridades sanitarias y a la población cubana, fundamentalmente en la capital, donde se vienen reportando un creciente número de contagios desde hace semanas.
Con 1.241 nuevos casos, el pasado viernes se registró una cifra récord de diagnósticos diarios de COVID-19 en el país. Partiendo de estos datos, el registro de contagios diarios se elevaba por encima de los 1.200 casos por segunda vez desde que se inició la pandemia.
Al cierre de este sábado, Cuba reportó 1.185 nuevos casos de COVID-19 y diez fallecidos, mientras las autoridades sanitarias del país redoblan esfuerzos por trasladar el mensaje de aumentar la responsabilidad ciudadana e incrementar la percepción de riesgo.
Con una población cada día más afectada por la escasez de alimentos, los altos precios, las colas y el desabastecimiento en las farmacias, el agudo repunte de la pandemia que ahora se experimenta hace temer cifras todavía peores.
“Alarmante inicio de abril, con promedio diario de más de mil casos, la mayoría en La Habana. En próximas horas habrá medidas de cierre más drásticas, como ante el primer rebrote de #Covid19. Baja percepción de riesgo es el mayor peligro”, informaba el gobernante Miguel Díaz-Canel vía Twitter a comienzos de abril.
Reunido entonces con las autoridades, el gobernante expresó su preocupación por el creciente número de contagios de coronavirus en Cuba: “La tendencia es al alza, no a la disminución”, afirmó.
“Incluso cuando tengamos vacunas, si no somos capaces de vivir con responsabilidad, también se nos complicarán las cosas con esta enfermedad u otra que venga”, agregó el mandatario, alarmado por el promedio de más de mil nuevos casos diarios de contagios que se registraba a mediados de abril.
En la primera semana de este mes de abril, el ministro de Salud Pública, José Ángel Portal Miranda, reconocía que Cuba padece una crisis sanitaria con más de cinco mil contagiados semanales de coronavirus porque sufre demoras en la hospitalización de enfermos y carece de instalaciones para aislar al 100% de los contactos.
Además, admitía el descontrol en la capital, describiendo el colapso hospitalario como una consecuencia del fracaso en el aislamiento comunitario. Por su elevada tasa de incidencia, La Habana "carece de las capacidades necesarias para el aislamiento de los contactos y no siempre se garantiza el efectivo aislamiento comunitario”, señaló.
Para complicar aún más el panorama, Portal Miranda alertaba a comienzos de abril de la detección de cinco cepas y seis mutaciones de coronavirus "altamente contagiosas" que se propagan por Cuba. A finales de enero, el país detectaba el primer caso de la cepa sudafricana del coronavirus.
Después de haber negado por casi 15 días que estuviera ocurriendo en la provincia "algo fuera de lo común", el Gobierno Provincial del Poder Popular en Matanzas reconoció a mediados de abril que en Cuba circulan cinco cepas del coronavirus y 6 mutaciones del virus.
El balance sale de las conclusiones de un estudio realizado por la doctora Guadalupe Guzmán, jefa del Centro de Investigación, Diagnóstico y Referencia del IPK, que detectó que en la Isla están activas la cepa sudafricana, la de California (Estados Unidos) y la de Wuhan (China).
La complicada situación en esta provincia provocó todo tipo de rumores, en los que se hablaba de fallecimientos fulminantes que luego no aparecían en los reportes diarios, y de la posibilidad de estar bajo la amenaza de un nuevo virus o extraña enfermedad.
Reunido este sábado con el Consejo de Defensa Provincial, el ministro de Salud reveló que la provincia de Matanzas tiene una tasa de letalidad por coronavirus muy alta, y que entre los fallecidos se reportan muchos pacientes que no pertenecen a grupos vulnerables.
"Fíjense que ustedes hoy tienen una tasa de letalidad por encima de la del mundo y por encima de la de las Américas", recalcó, sin aportar datos y achacando la crítica situación a la incidencia en el territorio de la cepa sudafricana, ligada a una mayor capacidad de transmisión y a una elevada mortalidad.
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