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Virulo: "Nunca he tenido ningún problema con la revolución"

“El humor es subversivo, el humor nunca está al servicio del poder. El humor está al servicio de sí mismo", dijo Virulo en reciente entrevista para RT en Español.

Alejandro García Virulo © YouTube/screenshot-RT en Español
Alejandro García Virulo Foto © YouTube/screenshot-RT en Español

Este artículo es de hace 2 años

El humorista cubano Alejandro García “Virulo” aseguró que nunca ha tenido ningún problema con la revolución y que su residencia de varios años en México no tuvo que ver con “problemas ideológicos ni económicos”.

En entrevista con la cadena RT en Español, Virulo, marcado por la polémica en los últimos días tras subestimar el humor hecho en Cuba durante los años que vivió fuera de la isla, ofreció nuevos argumentos sobre puntos de vista ya manifestados en el programa La pupila asombrada.

“Nunca he tenido ningún problema con la revolución, ni he tenido ningún problema ideológico, ni problemas económicos tampoco”, aclaró.

Según dijo se fue del país porque su esposa mexicana, con la que ya lleva 30 años, había recibido una beca en el Centro de Capacitación Cinematográfica de México.

“Fue una decisión difícil, mucha gente me enfocó de otra manera”, admitió. Interrogado por el corresponsal Oliver Zamora acerca de lo que podría él haber hecho si se hubiera quedado en Cuba, Virulo respondió que hubiera intentado seguir haciendo el humor que lo caracteriza -de corte más intelectual- y que no considera exclusivo de sí mismo, pues asegura que siguió una estela marcada por Héctor Zumbado o Carlos Ruiz de la Tejera, en Cuba, y Les Luthiers a nivel latinoamericano.

Sobre las características del humor que más triunfó en Cuba durante sus años de ausencia, Virulo encuentra una explicación de tipo económico.

“Tiene más que ver más con una situación económica y con una pirámide invertida, la gente de más nivel cultural y la gente que más apreciaba ese humor elaborado, sencillamente no tenía dinero para ir a los centros nocturnos donde se hacía humor”, argumentó.

Piensa que a grupo como Nos y Otros, Salamanca o Ulises Toirac les costó mucho sobrevivir haciendo humor teatral porque donde estaba el dinero era en los centros nocturnos.

“Hay que hacer una pequeña diferenciación entre la comicidad y el humor. Los cómicos hacen reír a las personas, los humoristas de algún modo los hacen reír pero a través de una reflexión”, indicó en otro momento, al tiempo que acotó que en Cuba hay “más cómicos que humoristas”.

“Cuba tiene una gran tradición de choteo. El choteo es burlarse de las cosas, burlarse de la gente, muchas veces no de una forma reflexiva, si no de una forma muy directa”, añadió.

A la pregunta de si el humor tiene límites y zonas sagradas, intocables, a las que no se debe llegar, respondió que el género es subversivo por naturaleza.

“El humor es subversivo, el humor nunca está al servicio del poder. El humor está al servicio de sí mismo. Dice lo que opina, dice lo que ve, no se subordina al poder. Eso es algo común en todas partes. El humor critica y dice cosas que van a lastimar a alguien. El humor manda una señal subterránea de muchas cosas que no se dicen y que a lo mejor es muy difícil decirlas en serio”, precisó.

Virulo también tuvo palabras en la entrevista para el expresidente norteamericano, Donald Trump, del que dijo que ha quedado marcado para siempre por el humor.

“Yo creo que Donald Trump es un tipo que va a quedar marcado por el humor porque él es un arquetipo humorístico, porque es un tipo que es tan siniestro que te dan ganas de burlarte, desde ahí hasta el pelo imposible ese que tiene en la cabeza”.

La nueva entrevista con Virulo llega en medio de la polémica que dejó su entrevista para La Pupila asombrada, en la que responsabilizó a los humoristas cubanos de hacer un trabajo que cada día "se abarata más para comunicarse con la gente".

El disgusto por sus palabras no se hizo esperar en el gremio de humoristas cubanos.

"Esta noche tocó fondo. El humor, para él, se detuvo con su partida a México y ahora debemos recibirlo como el Mesías", se quejó Osvaldo Doimeadiós, crítica a la que se sumaron Ulises Toirac, Nelson Gudín, Iván Camejo, Marcos García, el director del Centro Promotor del Humor, Kike Quiñones y Alexis Valdés, entre otros.

Virulo comenzó su carrera artística en 1973, como miembro fundador de la Nueva Trova, junto con Silvio Rodríguez, Pablo Milanés y Noel Nicola. De 1976 a 1978 condujo en Cuba el programa televisivo “Te doy una canción”.

En 1981 se graduó de arquitecto y en 1983 fue nombrado director del Conjunto Nacional de Espectáculos de Cuba hasta 1992. En 1989 fundó y dirigió el "Centro Nacional de Promoción del humor".

En la década del 90, en pleno Período Especial, Alejandro García "Virulo" partió a México, donde vivió por más de dos décadas. En los últimos meses ha compuesto canciones afines al régimen castrista, como la conga "Con Cuba no te metas", en la que arremetió al mismo tiempo contra Donald Trump y el Movimiento San Isidro.

Otro tema musical polémico con la participación de Virulo fue "El Tarzán de las colas" contra el que reaccionaron muchos cubanos en redes sociales por considerar que se burla de las necesidades de los cubanos y que banalizaba el tema de la escasez en la isla.

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