La nueva embajadora de la Delegación de la Unión Europea (UE) en La Habana, Isabel Brilhante Pedrosa, presentó este miércoles sus cartas credenciales en una audiencia con el mandatario cubano, Miguel Díaz-Canel, y el canciller, Bruno Rodríguez.
La diplomática portuguesa fue nombrada embajadora el pasado julio por el alto representante de la UE para la Política Exterior, Josep Borrell, en sustitución del español Alberto Navarro, que cumplió cuatro años en el cargo.
Navarro concluyó su misión de cuatro años en Cuba envuelto en polémica, después de que Borrell lo reprendiera por firmar en 2020 una carta colectiva para pedir a EE.UU. el fin del embargo a Cuba y declarar que no existe una dictadura en el país caribeño, donde el gobernante Partido Comunista (PCC) es el único legal.
La víspera, la nueva jefa de la representación del bloque europeo en el país caribeño presentó las Copias de Estilo como embajadora designada ante el Gobierno de Cuba al viceministro de Relaciones Exteriores de la isla, Gerardo Peñalver.
Brilhante Pedrosa se desempeñó hasta febrero pasado como embajadora de la UE en Venezuela, antes de ser expulsada por el Gobierno de Nicolás Maduro en reacción a las sanciones adoptadas por el bloque contra el dictador chavista.
Antes, la diplomática portuguesa se había desempeñado como embajadora de Portugal en Libia y en Namibia.
En esta jornada, el presidente y el canciller cubanos también recibieron las cartas credenciales de los nuevos embajadores en la isla de Bélgica, Uruguay, Arabia Saudita, Rumanía, Bulgaria, Cabo Verde, Ghana, la India, Bielorrusia y Timor-Leste.
El nombramiento de Brilhante Pedrosa ocurre en medio del clima represivo desatado por el gobierno cubano contra los cubanos que salieron masivamente a las calles a expresar su descontento el pasado 11 de julio.
Varias organizaciones y activistas cubanos defensores de los Derechos Humanos han pedido a la Unión Europea un rol más activo en la defensa de los numerosos disidentes y manifestantes encarcelados por el gobierno cubano.
La oposición cubana también lleva meses pidiendo a la UE la ruptura del acuerdo de diálogo político y cooperación, firmado entre Cuba y la UE en 2017, que incluye tres capítulos centrados en el diálogo político, la cooperación y el diálogo sectorial y la cooperación comercial. Ese primer pacto bilateral entre las dos partes promueve la cooperación en favor del desarrollo sostenible, la democracia y los derechos humanos.
El gobierno de Díaz-Canel, por su parte, considera que el tema de los derechos humanos no debe ni siquiera ser debatido en los diversos foros europeos.
Esta misma semana, el Observatorio Cubano de Derechos humanos OCDH consideró "decepcionante" la falta de reacción de la UE y España ante la represión en la isla.
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