Hoy, día de los Derechos Humanos, es una fecha que el poder no deja pasar para recordarnos que los cubanos no tenemos derechos.
Hoy amanecieron activistas y periodistas sitiados, con la prohibición expresa de salir de casa, porque las diligencias cotidianas son consideradas peligrosas en fechas significativas para un poder que se derrumba por su propio peso.
La víspera anunciaba con cortes de internet y detenciones arbitrarias que la dictadura no sabe reinventarse y debe recurrir a la represión como único recurso posible. Son actos de reafirmación de la naturaleza dictatorial de la revolución cubana.
En Cuba no se respeta el derecho a una salud pública de calidad, ni los galenos que sustentan el sector y al régimen con su trabajo dentro y fuera de la isla en contratos esclavistas tampoco tienen derecho a trabajar con las garantías necesarias para preservar la vida ni su libertad de expresión y autodeterminación.
La vida en Cuba es una quimera. Condenas de 30 años de prisión son imputadas como si el ser humano no valiera nada.
A pesar de que el régimen presume de tranquilidad ciudadana, hoy miles de familias no encuentran sosiego porque sus hijos, padres, hermanos o esposos marcharon al amparo de la Constitución pidiendo Libertad.
En este mismo momento hay niños presos en cárceles cubanas y madres que no saben qué inventar para llevarles víveres a alguna prisión distante en la que nunca debieron ser encerrados.
En Cuba tampoco puedes elegir la educación que quieres que tu hijo reciba, el sistema educacional es excluyente y discriminatorio, porque está concebido exclusivamente para esa parte de la población afín a una ideología. El resto, no tiene cabida.
El homeschooling o la educación en casa está prohibida y ya le ha costado la cárcel a una pareja de pastores en la isla y al periodista independiente Roberto Quiñones, por intentar cubrir el juicio del matrimonio, porque en el país tampoco hay libertad de prensa y se ha convertido en un país muy peligroso para los profesionales de la información.
Este año el Comité para la Protección de Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) incluyó a Cuba en el listado mundial de gobiernos que encarcelan a periodistas, por los casos específicos de acoso a reporteros como Camila Acosta, Lázaro Yuri Valle Roca y Mary Karla Ares González.
Qué pueden esperar los periodistas en un país donde la libertad de andar por las calles, salir o entrar al territorio nacional y mudarse de provincia son privilegios de algunos; donde decenas de cubanos hoy tienen un carro de patrulla o un oficial de la Seguridad del Estado que les cierra el paso sin haber cometido delito, sin que medie una orden judicial.
Donde no existe el respeto por la vida y los derechos humanos nadie está a salvo.
Hoy el mundo celebra el Día de los Derechos Humanos; nosotros, los cubanos no tenemos razones para celebrar.
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