El activista y artista cubano Manuel de la Cruz aseguró que siente vergüenza por su país, tras conocerse las severas condenas a los manifestantes del 11J en la Esquina de Toyo de La Habana, incluidos menores de edad.
“Tristeza llueve sobre las madres de los presos del 11J, sobre la mesa de los hambrientos, de los 11 millones de hambrientos que somos. Tristeza llueve sobre cualquiera con un ápice de humanidad en su alma. Vergüenza siento por mi Isla y por mi tiempo, vergüenza total”, expuso este miércoles en su perfil de Facebook.
También sostuvo en la red social que “la Justicia ha muerto. Ignominia total sobre nuestra tierra. Mi corazón, voz y pluma para los presos políticos y sus familiares. #VerguenzaNacional”.
De la Cruz consideró, además, que “este país incoherente dónde menores de edad van presos por ejercer su libertad de expresión, dónde policías que golpean hombres indefensos son premiados con villas en la playa y rones escasos, me tiene hastiado”.
Asimismo, recordó que en la isla hay “un presidente que vació los estantes y puso la comida en vidrieras inalcanzables, en donde solo se puede comprar mediante transacciones monetarias de mercado negro y remesas de padres, hijos y esposxs exiliados”.
La reacción del activista trascendió luego que el Tribunal Provincial Popular de La Habana dictara sentencias de hasta 25 años de privación de libertad bajo cargos de sedición a 32 cubanos, incluidos menores de edad, que se manifestaron el 11J en la Esquina de Toyo, en el municipio habanero de Diez de Octubre.
Entre los sentenciados se cuentan seis menores en el momento de las protestas, a los que la Fiscalía había propuesto rebajar las peticiones de condenas al cierre del juicio, como había venido sucediendo en procesos judiciales anteriores para los casos de personas de 18 años y menores cuyas sentencias ratificaron las solicitudes fiscales de reducción de penas.
No obstante, en el caso de los manifestantes de Toyo los jueces ignoraron las reducciones de condenas propuestas por el fiscal el último día del juicio, amparado por la discrecionalidad que otorga la ley para menores de 20 años y las sentencias dictadas resultaron ser muy superiores a lo esperado.
Tras esa decisión, Kendry Miranda Cárdenas, de 17 años, fue condenado a 19 años de privación de libertad; Lázaro Noel Urgellés Fajardo, de apenas 16 años, recibió una sentencia firme de 14 años.
Rowland Jesús Castillo Castro, de 17 años, deberá enfrentar 18 años de privación de libertad; mientras que Brandon David Becerra Curbelo (18) quedó con una sentencia de 13 años de privación de libertad.
En similar situación se encuentra Giuseppe Belaunzarán Guada, de 16 años, a quien los sentenciaron a 10 años de cárcel, que constituye la pena más baja entre los 32 sancionados en esta ocasión.
Brayan Piloto Pupo, de 16 años, al que pedían de cárcel los mismos años de vida que tiene, ahora deberá enfrentar 13. Solo un acusado, Nayn Luis Marcos Molinet, de 22 años, resultó absuelto “al no haber quedado probada su participación en el hecho”, según se lee en el fallo del Tribunal.
De la Cruz en sus redes sociales suele lanzar críticas contra el régimen de La Habana y la figura del gobernante Miguel Díaz-Canel.
Por su activismo y opiniones, el joven activista fue despedido de la escuela donde trabajaba como profesor en La Habana y comenzó a ser hostigado por las autoridades, particularmente por sus vínculos con el Movimiento San Isidro (MSI), después de que participara como el payaso “Desparpajo” en una actividad para niños, organizada por el artista Luis Manuel Otero Alcántara, quien está en prisión desde las protestas antigubernamentales del 11J.
A De la Cruz, en mayo de 2021, se le impuso reclusión domiciliaria y una carta de advertencia por incitación a delinquir. Había sido detenido como otros activistas por ofrecer su apoyo a Otero Alcántara, que por ese entonces libraba una huelga de hambre y sed en el reclamo de sus derechos como artista y cubano.
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