Una anciana cubana habría sido víctima de la represión del régimen cubano por recibir ayuda humanitaria de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), una organización en el punto de mira de la Seguridad del Estado por su actividad opositora y de asistencia a los grupos más vulnerables de la sociedad.
“Señora de la tercera edad, en el Reparto Altamira, Santiago de Cuba, ha sido reprimida y perseguida por la policía política, solo por recibir ayuda de los activistas y opositores, miembros de la UNPACU, con alimentos y medicinas”, denunció este sábado el Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH) a través de sus redes sociales.
En un video que acompaña la denuncia, la anciana dijo que la llamada “revolución” había intervenido todos los negocios de su padre y desde entonces su vida no había sido más que un camino de vicisitudes. “Este gobierno lo único que ha traído es miseria”, consideró.
“Gracias a Dios y a los opositores que me dan de comer, porque si no, hace rato yo creo que me hubiera muerto del hambre”, expresó la anciana que, según el OCDH, habría sido víctima de los represores de la Seguridad del Estado, que vigila, hostiga y persigue a las personas relacionadas con la UNPACU, incluidas aquellas que no son opositoras, sino beneficiarias de la ayuda humanitaria que esta organización distribuye entre ancianos, enfermos y otros segmentos vulnerables de la población.
“La vida está cada vez peor... por el hambre, la miseria”, señaló la anciana, afirmando que las personas como ella, de la tercera edad, “pasan mucha necesidad” para poder sobrevivir en medio de la crisis que golpea cada vez más fuerte la economía y la vida de las familias cubanas.
“La situación de la familia cubana es mala y las personas están viviendo como los perros. Los jóvenes no tienen futuro, viviendo de hacer 20 mil cosas en la casa, y a veces hasta los cogen presos por eso”, describió la mujer, indicando que a su puerta han llamado a veces personas necesitadas de “algo de comida”, tanto mayores como jóvenes.
La señora, viuda tras perder a su marido en un accidente, volvió a agradecer la ayuda humanitaria que recibe de la UNPACU. Según concluyó, “ya esto no hay quien lo soporte”, dijo refiriéndose a la situación de crisis, escasez, desabastecimiento y precariedad que se vive en Cuba.
“Este país solo puede mejorar con un cambio de gobierno”, puntualizó la anciana que subsiste gracias a la labor humanitaria de la UNPACU, un perfil de acción social que viene consolidando esta organización como parte de su trabajo para procurar mayor bienestar en la sociedad cubana, basado en la construcción de un país más justo y con derechos y libertades para sus ciudadanos.
Con el líder de la organización, José Daniel Ferrer, en prisión desde que salió a participar en las manifestaciones pacíficas que realizaron los santiagueros durante las históricas protestas del 11J en Cuba, la UNPACU ha mantenido su labor social al mismo tiempo que denuncia el injusto encarcelamiento de Ferrer y la represión constante sobre sus miembros, activistas y destinatarios de sus ayudas.
En marzo del año pasado, con Ferrer todavía en libertad, la UNPACU denunció el prolongado sitio que sufrió la sede de la organización en el reparto santiaguero de Altamira y la detención constante de sus integrantes, a muchos de los cuales impidieron llegar al local donde garantizaban alimentación a unas 200 personas en situación de "extrema pobreza".
"En vez de tratar de impedir que alimentemos a los necesitados, atiendan a los ancianos y a los enfermos", escribió Ferrer en redes sociales en aquellos días, un mensaje que repitió cada vez que la Seguridad del Estado atentó contra la labor humanitaria de la organización.
Sitiados por la policía durante buena parte del año pasado, los activistas de la UNPACU fueron blanco de todo tipo de ataques, desde agresiones físicas hasta actos de repudio organizados por la Seguridad del Estado. La sede y también vivienda de Ferrer, fue víctima del vandalismo de los represores, quienes en una ocasión llegaron a lanzar contra sus paredes una mezcla de chapapote con excrementos.
Asediados por realizar su labor humanitaria, Ferrer y varios de los activistas de la UNPACU se declararon en huelga de hambre. “Esta huelga tiene como principal objetivo que se respeten nuestros derechos a alimentar y brindar atención médica a alcohólicos, ancianos y familias en extrema miseria, y el respeto a nuestros activistas, a que puedan entrar a nuestra sede principal, es un derecho que tenemos, y hay que respetárnoslo”, exigió en aquellos días el líder que ahora permanece desde hace nueve meses en la prisión.
¿Qué opinas?
COMENTARArchivado en: