Una bodega de la capital cubana sufrió un incendio este domingo, sin que por el momento se reporten pérdidas de vidas humanas ni se conozca la cuantía de los daños materiales.
“Comando 1 y 15 trabajaron en incendio en bodega hace unos minutos. Dirección Águila y Barcelona. Clasificación del incendio Q102. Carros actuantes: M1 C1 C2 R150 J20”, reportó la página de Facebook ‘Bomberos Cubanos’.
El siniestro, clasificado como Q102, indica que es un incendio pequeño con vías de propagación. Al momento de redactar esta nota, ni las autoridades ni los medios de comunicación oficialistas informan del evento.
El incendio se desató por causas que se desconocen, pero por las imágenes no aparenta haber causado grandes destrozos. La ubicación de la bodega es muy próxima al Capitolio de La Habana.
Se trata del mismo establecimiento que a finales de julio del año pasado se convirtió en noticia al conocerse que la leche destinada a niños de hasta siete años había sido manipulada en condiciones de poca higiene por los trabajadores.
Ubicada en la calle Barcelona entre Águila y Amistad, la bodega del municipio Centro Habana vendió paquetes de leche en polvo con cucarachas, según dio a conocer el medio independiente 14ymedio.
La usuaria que divulgó los hechos intentó reclamar a los vendedores por la presencia de los insectos, pero estos le dieron poca importancia al asunto y le contestaron que así se encontraban todos los sacos de leche en polvo que había en la bodega capitalina.
A finales de febrero, un incendio presuntamente provocado para robar aceite se desató en una bodega en el municipio Marianao, en La Habana, según reportes en redes sociales.
Una publicación en el perfil "Lo último en Marianao" -cuenta de Facebook cercana a la Policía- compartió varias imágenes del siniestro y aseguró que se trató de un incendio provocado por el bodeguero.
La misma fuente reseñó que el fuego tuvo lugar en una bodega ubicada en la calle 29 entre 120B y 122, en el reparto Zamora, y que -como consecuencia del hecho- "se quemó un porciento de productos".
Con el litro de aceite comestible en torno a los 1,500 pesos y escasez generalizada de alimentos, los robos y estafas en los establecimientos estatales están a la orden del día, mientras la población cubana sufre por la descontrolada inflación que los empobrece cada vez más.
Relegados al final de las prioridades inversionistas del Estado cubano, los establecimientos donde éste vende los escasos productos racionados por la libreta de abastecimiento, transmiten una imagen de abandono y desolación.
A comienzos de año, los clientes del establecimiento La Viajera, ubicado en el holguinero municipio de Banes, se llevaron un buen susto al venirse abajo su estructura. El siniestro obligó al traslado de los productos que se encontraban almacenados hacia otro establecimiento, de manera que no se viera afectado el suministro de los víveres racionados.
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