Mientras varios de sus ministros son enviados a la Mesa Redonda para explicar el penúltimo galimatías del régimen cubano, el gobernante Miguel Díaz-Canel tuiteó desde Palacio un mensaje para reforzar la campaña propagandística de “corregir distorsiones y reimpulsar la economía”.
“Ministros y otros directivos del gobierno explican al pueblo en la Mesa Redonda medidas para enfrentar problemas económicos que nos ayuden a saltar sobre el Bloqueo Genocida”, dijo el gobernante este miércoles, achacando una vez más la crisis económica cubana al embargo estadounidense.
Subida del precio del gas licuado, subida del precio de los combustibles, incremento de la tarifa eléctrica, subida de los precios del transporte público… el “paquetazo” de medidas del régimen cubano presagia un 2024 todavía peor para una población que ha visto desvalorizarse sus salarios y pensiones, dispararse la inflación y vivir un clima de escasez, violencia, estampida y desesperanza jamás visto en la Isla.
Sin otros argumentos que “el bloqueo”, varios ministros han desfilado por los estudios de la Televisión Nacional a explicar las medidas de choque del gobierno para contener la inflación, eliminar “subsidios y gratuidades” y mantener “las conquistas de la revolución”. Según Díaz-Canel, “informarse es clave para comprenderlas; y comprenderlas es clave para que resulten efectivas”.
Consciente del malestar entre los cubanos y la percepción creciente acerca de la incapacidad del gobierno para salir de la crisis, Díaz-Canel complementó su mensaje propagandístico con otro de los tópicos preferidos del régimen totalitario: el socialismo como sistema que solucionará los problemas económicos, actuando bajo el "principio inviolable de no dejar a nadie atrás”.
“Una economía no funciona a la medida de las necesidades y deseos de todos, pero el socialismo se propone que funcione para la mayoría. Eso buscan las medidas aprobadas por el Gobierno para corregir distorsiones y romper el cerco económico que pretende nuestra asfixia”, concluyó el gobernante designado por Raúl Castro.
De inmediato, su mensaje fue contestado por decenas de cubanos que le reprocharon su poca vergüenza y su servilismo a una casta mafiosa que controla la economía dolarizada del país.
“Excelente chiste, ‘el socialismo se propone que funcione para la mayoría’… El socialismo solo funciona para ti, para tu mansión con piscina y aire acondicionado, tus Mercedes Benz, tu ropa y zapatos capitalistas, tus ipads y relojes de lujo capitalistas, y tus viajes por el mundo”, le dijo el tuitero conocido como Taoro.
“1- En el 2020 Reordenamiento. 2- 2021 Reordenamiento del Reordenamiento. 3- 2023 Bancarización. 4- 2024 Corregir Distorsiones… Y así va ser la vida completa. El error está en el sistema económico del país y en que el socialismo no funciona”, le respondió Patria y Vida.
“El problema es que la economía funciona para poquísimos, mientras los preteridos están cada vez más en el fondo, sin solución a la vista, agobiados por una nube de problemas. No me hables de comprensión ni de que la solución se postergó, de nuevo”, le contestó a Díaz-Canel el joven periodista oficialista José Carlos Ávila Ayala, autor de la tesis “Pautas para propiciar la comunicación política del Partido Comunista de Cuba en Facebook” (2022).
En una intervención a finales de año ante la Comisión de Asuntos Económicos de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP), Díaz-Canel avisó de la intención del gobierno de subir el precio de los combustibles y afirmó que esta medida haría subir los precios de otros servicios.
“Cuando le subamos el precio al combustible van a subir algunos servicios y algunos precios. El particular que tiene que comprar combustible a más precios enseguida va a buscar la justificación para subirle el precio al transporte. Y el productor agropecuario que tenga que comprar diésel a un precio más alto le va a querer subir el precio a los alimentos. Y, sin embargo, todos estamos de acuerdo con la medida”, subrayó.
El régimen cubano, detentador ilegítimo del monopolio de la violencia del Estado, experto represor, censor, manipulador y controlador de la sociedad, tiránico y totalitario, puede decir hoy una cosa, otra una década después, y lo que le venga en gana tras más de 60 años en el poder.
La dictadura puede emplear en su comunicación un registro victimista, paternalista o amenazante; puede simular compasión hacia las dificultades de la población, o puede mostrar su verdadera faz de mafiosos con el único interés de permanecer en el poder. Puede decir que el próximo año será mejor, y, si no lo consigue, puede decir que la “economía no funciona a la medida de las necesidades y deseos de todos”.
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