En medio de la crisis generalizada en la isla, donde miles de personas han recortado sus turnos de alimentación y muchos otros se quedan sin comer varias veces a la semana, un joven de Pinar del Río decidió hacer la diferencia.
Inspirado por la necesidad de los más vulnerables, un cubano identificado en Facebook como Manuel Jesús, miembro del proyecto Rayito de Esperanza, repartió alimentos a ancianos desamparados en las calles de la ciudad.
"Ellos también merecen atención o un acto de solidaridad", expresó el activista en su publicación, agradeciendo el apoyo de amigos y colaboradores, en especial a Maritza Adorno, a quien reconoció por su constante ayuda.
Con etiquetas como #AyúdameAAyudar y #RayitosDeEsperanza, el joven llamó a sumar esfuerzos en beneficio de quienes, a menudo, son invisibilizados por la sociedad, especialmente en estas fechas de fin de años donde muchos de ancianos no podrán celebrar la llegada del nuevo año con sus familiares a consecuencia de la crisis migratoria.
Estas iniciativas toman mayor relevancia en un contexto donde la pobreza y la vulnerabilidad de los ancianos en Cuba se han agudizado debido a la crisis económica y la escasez de recursos.
La situación no es aislada. En otras provincias, como Santiago de Cuba, activistas han denunciado la precariedad en que viven muchos ancianos, algunos en la indigencia y otros en condiciones extremas de pobreza.
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Según el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, más de 3,690 personas deambulan por las calles en Cuba, aunque esta cifra excluye a muchos afectados por la falta de apoyo estatal.
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