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El presidente Donald Trump ha tildado de "completamente irresponsable" que la Agencia de EE.UU. para el Desarrollo Internacional (USAID) haya destinado 1,5 millones de dólares a "reconstruir el ecosistema mediático cubano".
No es lo único que le parece descabellado. La subvención a los medios independientes de la Isla está entre las partidas más pequeñas que Trump citó este martes en su primer discurso ante el Congreso de Estados Unidos para criticar a "los burócratas" al frente de la USAID que, en su opinión, "durante décadas" creyeron que "no tenían que rendir cuentas a nadie".
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El caso es que Trump compara la ayuda de USAID a los medios independientes cubanos (en estos momentos congelada para unos y suspendida para otros) con 5,5 millones asignados al activismo LGTB en Uganda o con los 6,3 millones destinados a hombres que tienen sexo con hombres en Sudáfrica.
Esa subvención de 1,5 millones de dólares para la prensa libre cubana, que lleva años informando al margen del régimen castrista y que en muchos casos se ha enfrentado a arrestos, interrogatorios y exilio, ha sido incluida en un listado de "proyectos ridículos" enumerados por Trump en su primer discurso ante el Congreso tras ganar las elecciones de Estados Unidos.
De hecho, el presidente de Estados Unidos incluye a la prensa independiente de Cuba entre propuestas en sintonía con la Agenda 2030, como es el caso de los 25 millones asignados a promover el transporte verde en Georgia; y otras enmarcadas en la ideología woke, como los 2,1 millones que recibió la BBC para "valorar la diversidad de la sociedad libia" o los 19,3 millones de dólares para promover la inclusión en Vietnam.
Las palabras de Trump llegan el mismo día que Cubanet, decano de la prensa independiente de la Isla, informó de una carta firmada por el secretario de Estado Marco Rubio, de origen cubanoamericano, que le confirmaba que no recibiría más ayuda del Gobierno de Estados Unidos, al considerar que la financiación que recibía a través de USAID no es de "interés nacional" para EE.UU.
El propio director de Cubanet, Roberto Hechavarría Pilia, reconoció que esta decisión pone en serio riesgo la viabilidad de esta plataforma. "Será extremadamente complicado mantener nuestra labor como ha estado concebida hasta ahora", declaró a Diario de Cuba, tras ser notificado del fin de la subvención por parte de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional.
Desde que la Administración Trump paralizó el 27 de enero todos los programas de ayuda exterior, los medios independientes cubanos y las ONG relacionadas con el proceso de democratización de Cuba vieron peligrar su principal, y en determinados casos única, fuente de financiación. Públicamente sólo CiberCuba y Café Fuerte han reconocido que no se verán afectados por la medida porque ninguno de los dos ha recibido jamás 'grants' procedentes del Gobierno de Estados Unidos.
Pero son excepciones. El director de Diario de Cuba, Pablo Díaz, ha admitido que la medida de congelar los fondos afectará a su redacción y al igual que Cubanet ha iniciado una campaña pidiendo apoyo a los lectores para poder continuar informando sobre lo que no dicen los medios financiados por el Partido Comunista, que sostienen al régimen de Díaz-Canel.
De hecho, hay expertos que ya han explicado que esta medida de Trump de suspender proyectos de apoyo a la democracia en el mundo (también en Cuba) beneficiará a los dictadores. Sólo así se entiende que Díaz-Canel apoye la decisión de la Administracion republicana de suspender las ayudas al periodismo independiente y las ONGs que trabajan por la democratización de Cuba.
Al frente de todas estas decisiones de calado para la Isla, Trump ha nombrado a Marco Rubio, como administrador interino de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID). El ex senador por Florida, durante una gira como secretario de Estado por América Latina, declaró que USAID ha fallado en promover los intereses nacionales de Estados Unidos y la acusó de comportarse como una "caridad global".
No obstante, aclaró que el presidente Donald Trump no pretende eliminar la agencia por completo, sino "alinearla más estrechamente con la política exterior estadounidense", razón por la que fue colocada bajo el control del Departamento de Estado.
Dio pie, de esta forma, a que el régimen cubano elucubrara con que "mientras Marco Rubio esté al frente de los fondos de la USAID, habrá dinero para la contrarrevolución, habrá dinero para documentar las mentiras que Estados Unidos trata de utilizar para justificar lo injustificable".
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