Airbnb, la reconocida plataforma digital de alojamiento turístico, ha suspendido los pagos a anfitriones dentro de Cuba, obligándolos a buscar cuentas bancarias en el extranjero o abandonar el servicio.
La medida llega sin previo aviso y afecta a más de mil alojamientos y experiencias locales que se ofrecían en la plataforma, especialmente en ciudades como La Habana, donde los alquileres a través de Airbnb habían alcanzado una importante presencia.
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Hasta hace poco, arrendar una habitación o apartamento en Cuba mediante Airbnb era una de las formas más eficaces para acceder a ingresos en divisas.
La plataforma facilitaba reservas desde cualquier parte del mundo, y ofrecía la posibilidad de participar en las llamadas Experiencias, actividades organizadas por locales para visitantes internacionales.
Desde febrero de 2025, muchos anfitriones comenzaron a notar la desaparición de sus calendarios de hospedaje y la imposibilidad de recibir nuevas reservas. Esto se debe a que Airbnb dejó de aceptar métodos de pago vinculados al sistema financiero cubano.
Ahora los pagos deben efectuarse exclusivamente en cuentas bancarias extranjeras. A quienes reciben el dinero en Cuba la plataforma les pagó todas las reservas que tenían hechas y no les permite hacer nuevas.
Sin experiencias turísticas y sin explicaciones
El impacto no se limita a los arrendadores. Las Experiencias de Airbnb, que permitían a los cubanos ofrecer recorridos guiados, clases de cocina, arte, música o actividades culturales únicas, también fueron suspendidas.
No hubo un comunicado oficial en el momento del cierre, pero algunos afectados aseguran que el cambio podría estar vinculado a normativas más estrictas del Gobierno de Estados Unidos, especialmente tras el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca.
Airbnb, por su parte, respondió que "de acuerdo con las recientes regulaciones federales de EE. UU.", han solicitado a los anfitriones actualizar su información bancaria, subrayando que ya procesaron los pagos pendientes y están ofreciendo instrucciones para continuar hospedando en la plataforma.
Sin embargo, muchos de los afectados consideran que la empresa no ha sido clara ni transparente. La incertidumbre persiste, especialmente para quienes dependen de Airbnb como su principal fuente de ingresos.
Además de las complicaciones bancarias, Airbnb enfrenta demandas por facilitar hospedajes en propiedades confiscadas por el régimen cubano, lo cual, según la Ley Helms-Burton, constituye una violación de las sanciones estadounidenses.
En 2022, Airbnb fue multada con más de 91,000 dólares por “aparentes violaciones” relacionadas con sus operaciones en Cuba. Esto motivó una revisión profunda de sus actividades en la isla, y mayor cautela de la compañía frente a las complejidades legales derivadas del embargo.
El abogado Manuel Vázquez, conocido por sus litigios en esta materia, dijo a Telemundo 51 que "Airbnb enfrenta una demanda por un caso similar al de Expedia", por operar en propiedades nacionalizadas sin compensación legal a sus dueños originales.
¿Qué pueden hacer los anfitriones cubanos ante cambios en Airbnb?
Muchos anfitriones intentan adaptarse abriendo cuentas en el extranjero, recurriendo a familiares fuera de Cuba o utilizando tarjetas virtuales, pero esto implica mayores comisiones, costos adicionales y más dependencia de terceros.
Los anfitriones pierden más del 20 % en comisiones, y la nueva situación suma gastos para quienes deben cobrar desde el exterior. Los que poseen cuentas bancarias extranjeras se han enfrentado a problemas técnicos al actualizar sus datos porque la plataforma indica que “no está permitido operar para esa área” (Cuba).
Turismo privado en crisis: Régimen apuesta por el control del mercado
Mientras tanto, el régimen anunció esta semana nuevas medidas para revitalizar el sector turístico estatal. Entre ellas se encuentran el arrendamiento de instalaciones turísticas, facilidades para pagos en divisas, nuevas tarjetas bancarias y la eliminación de la tasa sanitaria en aeropuertos.
El mismo gobierno que busca atraer inversión extranjera y mejorar su imagen internacional, parece incapaz de ofrecer garantías mínimas al sector privado, que enfrenta ahora un retroceso silencioso pero devastador.
Las cifras no son alentadoras para el turismo en Cuba. Entre enero y marzo de 2025, el país recibió solo 571,772 visitantes internacionales. Representa una caída del 29.7 % respecto al mismo periodo del año anterior.
Airbnb fue por varios años una oportunidad de autonomía económica para cientos de cubanos. La plataforma se repliega sin ofrecer alternativas viables, y los emprendedores quedan atrapados entre sanciones, regulaciones, el abandono del Estado y de los clientes.
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