El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha firmado una nueva orden ejecutiva dirigida hacia los migrantes irregulares en el país, en medio de su ofensiva en pos del fortalecimiento de las políticas en ese sentido y el reforzamiento de la seguridad fronteriza.
Trump había anunciado esta medida en el mes de abril, aunque sin dar detalles específicos de su implementación. En esa ocasión, reafirmó que su plan ofrecería a los inmigrantes la opción de irse voluntariamente o enfrentar sanciones severas.
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Según un comunicado publicado en la página web de la Casa Blanca, el gobierno estadounidense argumenta que durante los últimos cuatro años, el país ha enfrentado una "invasión a gran escala" de extranjeros que ingresan y permanecen ilegalmente, lo que ha generado una "oleada incesante de delincuencia, vagancia, violencia y muerte" en diversas comunidades.
El comunicado también señala que esta situación ha sobrecargado los servicios sociales y ha implicado un costo significativo para los contribuyentes, que en el año fiscal 2023 superó los 150 mil millones de dólares.
Entre los gastos mencionados se incluyen atención médica, cupones de alimentos, vivienda pública, servicios de emergencia, educación y alojamiento, así como los costos asociados a los delitos cometidos por inmigrantes indocumentados.
El Proyecto de Regreso a Casa
La orden ejecutiva establece el "Proyecto de Regreso a Casa", una iniciativa que ofrece a los inmigrantes indocumentados la opción de abandonar Estados Unidos de manera voluntaria, recibiendo apoyo y asistencia financiera del gobierno federal, o enfrentar consecuencias legales si eligen quedarse.
Los vuelos de deportación serán financiados por el gobierno federal, y se implementará por la aplicación "CBP Home", que permitirá a los migrantes salir del país de manera rápida y sin complicaciones.
Además, se ofrecerá una "bonificación de salida" como incentivo financiero para aquellos que decidan abandonar el país de manera voluntaria y permanente.
El documento añade que para quienes no elijan salir del país, la orden ejecutiva prevé sanciones severas, que incluyen expulsión, enjuiciamiento, encarcelamiento, multas, embargo de salarios y confiscación de bienes personales.
Estas medidas serán reforzadas con una ampliación de la fuerza de cumplimiento y deportación del Departamento de Seguridad Nacional, que se incrementará en al menos 20,000 agentes.
La nueva decisión del presidente estadounidense se enmarca en las políticas migratorias defendidas por su administración, quienes recientemente aseguraron haber deportado a más de 65,000 inmigrantes indocumentados en los primeros 100 días de gobierno.
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