Mientras los cubanos sufren apagones de hasta 18 o 19 horas diarias, o más, el régimen ahora propone que las afectaciones eléctricas no desaparezcan, sino que sean más “manejables”.
Así lo expresó el director general de la Unión Eléctrica (UNE), Alfredo López Valdés, durante una edición del podcast “Desde La Presidencia”, donde el gobernante Miguel Díaz-Canel abordó la crisis energética junto al ministro de Energía y Minas, Vicente de la O Levy.
López admitió que la eliminación de los apagones no es posible: “Lo que quisiéramos es que no haya apagón. Eso no va a ser posible. Pero que el apagón sea manejable”, dijo sin rodeos, dejando a un lado las viejas promesas de eliminar los cortes en el verano, con lo que engañaban al pueblo en la etapa estival.
Su propuesta es perfeccionar las rotaciones para que el malestar ciudadano sea “mejor organizado”, aunque reconoció que cuando el déficit llega al 90% de los circuitos, el sistema colapsa y deja de ser controlable.
Para justificar esta “organización”, el funcionario explicó que la UNE cuenta con un supuesto sistema de monitoreo técnico que analiza el comportamiento diario del despacho eléctrico “día a día, provincia a provincia”, una especie de malabarismo con la miseria y la escasez.
Mostró una tabla de seguimiento operada por una dirección técnica interna, dirigida por un exjefe del despacho, que evalúa y emite recomendaciones todos los días; sin embargo, este aparente control no se traduce en mejoras reales para la población, todo lo contrario. Cuando mayor sea el “riguroso control”, peor es la crisis.
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Uno de los ejemplos expuestos fue el de Holguín. Allí, según explicó, varios hospitales importantes están conectados a dos circuitos eléctricos de manera que estos se alternan para repartir la corriente entre las instalaciones y las viviendas cercanas.
Esto genera la percepción entre los ciudadanos de que unos tienen electricidad más tiempo que otros, alimentando el descontento, aunque López se apresuró en afirmar que situaciones similares se repiten en muchas ciudades, aunque evitó mencionar otras por nombre.
Díaz-Canel, por su parte, trató de justificar el malestar general alegando que “las personas que entienden lo que está pasando” solo piden saber cuándo tendrán electricidad, o sea, según el gobernante las personas no protestan por la falta de corriente, sino por la ausencia de información.
“A mí lo que me hace falta es saber cuándo me van a pagar, qué tiempo me van a pagar y cuándo voy a tener energía”, citó como reclamo recurrente que ha escuchado durante sus visitas a provincias y municipios.
También reconoció que hay provincias con “situaciones más complejas”, y mencionó directamente a Pinar del Río, Cienfuegos y Matanzas, en esta última los apagones superan las 20 horas diarias.
En estas zonas, según dijo, la gestión de los circuitos eléctricos es aún más desorganizada, y muchas comunidades pasan largas jornadas sin corriente, sin planificación clara, con lo cual, según Díaz-Canel, el problema de la crisis energética no radica en el colapso del sistema, sino en la mala planificación.
El momento más revelador llegó cuando López Valdés admitió que, ante apagones de 18 o 19 horas, la posibilidad de manejo desaparece por completo: “Cuando hay el apagón de 18, 19 horas, es muy difícil manejar. Por no decir que no es manejable”.
La confesión deja claro que la UNE no tiene capacidad real para garantizar siquiera una distribución racional de las afectaciones.
El mensaje oficial, en resumen, no es que la crisis vaya a terminar. Es que será gestionada de forma que cause "menos molestias", aunque la realidad demuestre que ni eso está garantizado.
Durante mayo de 2024, el ministro de Energía y Minas, Vicente de la O Levy, ya había reconocido públicamente que los apagones en Cuba eran "soportables", minimizando la gravedad de la crisis energética y preparando al país para una situación que no tenía solución a corto plazo.
En esa etapa, las autoridades cubanas afirmaron que los cortes serían inevitables durante el verano, debido al deterioro de la infraestructura y la escasez de combustible, aunque prometían que se harían esfuerzos por reducir su duración.
Recientemente, y un año después, el régimen confirmó que los apagones continuarían durante los meses de julio y agosto. Según el director general de Electricidad, Lázaro Guerra, el déficit energético superaría los 1,500 MW, una cifra muy por encima de la capacidad de generación disponible, lo cual imposibilita garantizar un suministro estable.
Se mencionaron como causas fundamentales la paralización de termoeléctricas, el aumento de la demanda y la dependencia del diésel importado. A pesar de las promesas de mejoras con energías renovables y mantenimientos técnicos, los funcionarios admitieron que solo podrían aspirar a una reducción parcial de las afectaciones.
Preguntas frecuentes sobre los apagones en Cuba y la gestión de la crisis energética
¿Por qué la Unión Eléctrica de Cuba no puede eliminar los apagones?
La Unión Eléctrica de Cuba ha admitido que no es posible eliminar los apagones debido a un déficit de generación eléctrica, causado por averías en plantas generadoras clave y la falta de combustible. Según Alfredo López Valdés, director de la UNE, se busca que los apagones sean "manejables", pero la realidad es que la situación sigue siendo crítica.
¿Cómo afecta la crisis energética a la población cubana?
La crisis energética en Cuba afecta gravemente la vida diaria de la población, con apagones prolongados que pueden durar hasta 19 horas o más. Los cubanos enfrentan dificultades para realizar tareas cotidianas como cocinar y conservar alimentos, y sufren una afectación directa en su calidad de vida. Además, el descontento social ha aumentado, reflejado en críticas y protestas a través de redes sociales.
¿Cuáles son las causas del déficit de generación eléctrica en Cuba?
El déficit de generación eléctrica en Cuba se debe a una combinación de factores, incluyendo averías en unidades generadoras, falta de combustible y una infraestructura obsoleta. La situación se complica con las constantes salidas de servicio de las principales termoeléctricas, como Felton y Guiteras.
¿Qué medidas ha propuesto el gobierno cubano para manejar los apagones?
El gobierno cubano, a través de la Unión Eléctrica, ha propuesto perfeccionar las rotaciones de los apagones para que sean "manejables". Se menciona un sistema de monitoreo técnico que supuestamente analiza el comportamiento diario del despacho eléctrico, aunque esto no ha mejorado la situación en la práctica. La falta de planificación clara y las promesas incumplidas han generado aún más descontento entre la población.
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