Una ola de incertidumbre y temor se extiende entre millones de beneficiarios de Medicaid y del Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP) en Estados Unidos, tras la entrada en vigor de la nueva ley fiscal firmada por el presidente Donald Trump la semana pasada.
La norma, que incluye profundos recortes al gasto social y nuevos requisitos para acceder a beneficios básicos de salud y alimentación, amenaza con dejar sin cobertura médica ni asistencia alimentaria a millones de personas de bajos ingresos, muchos de ellos trabajadores precarios, personas con enfermedades crónicas y familias monoparentales.
Requisitos más duros, menos beneficiarios
Uno de los cambios más polémicos es la imposición de requisitos laborales obligatorios para adultos entre 19 y 64 años que soliciten o mantengan Medicaid.
Para conservar su cobertura, deberán demostrar que trabajan, estudian o realizan al menos 80 horas de servicio comunitario al mes.
Una regla similar se aplicará a los beneficiarios de SNAP, antes conocido como "Programa de Cupones de Comida" (food stamps), extendiendo además la edad para cumplir con esta exigencia hasta los 65 años.
Aunque existen excepciones -como para personas con hijos menores de 14 años-, defensores de los derechos sociales advierten que muchos perderán su acceso a estos programas por motivos burocráticos o por no poder cumplir con los nuevos estándares, incluso si califican legalmente.
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La Oficina de Presupuesto del Congreso estima que hasta 11.8 millones de personas perderían Medicaid antes de 2034.
A esto se suman quienes podrían ser excluidos de SNAP por no presentar documentación a tiempo o por errores en los sistemas estatales.
"Estoy en pánico": el impacto humano de la ley
Amanda Hinton, de 39 años, residente en Missouri y paciente de fibromialgia, expresó a Univisión su angustia: "Estoy en pánico. Tengo enfermedades crónicas incurables y dependo de mis medicamentos para sobrellevar el día. Sin Medicaid, no podría costearlos".
Casos como el suyo abundan entre quienes temen no poder cumplir con los requisitos o quedar fuera por fallas administrativas.
Julia Bennker, cuidadora domiciliaria en Wisconsin, contó que perdió su cobertura médica durante un mes debido a retrasos con el papeleo, lo que significó estar un mes sin tratamiento y la obligó a reprogramar su turno con un médico.
Más burocracia y menos acceso
Uno de los puntos más criticados por expertos es el incremento en la burocracia.
Según la nueva ley, la elegibilidad deberá reevaluarse cada seis meses, lo que aumenta la carga administrativa y el riesgo de que personas queden fuera del sistema por simples errores de procedimiento.
"Por cada documento adicional que alguien tenga que presentar, se pierde gente", señaló Deborah Steinberg, analista del Centro de Acción Legal.
Además, muchas afecciones como enfermedades mentales o trastornos por consumo de sustancias aún no están debidamente registradas en los sistemas estatales de Medicaid, lo que complica las exenciones.
Estados y hospitales bajo presión
Los estados deberán implementar el requisito de trabajo de Medicaid para 2027.
En cuanto al SNAP, la ley los obliga a asumir una mayor parte de los costos administrativos del programa antes de 2027 y a pagar parte de las prestaciones de asistencia alimentaria a partir de 2028.
"Será un plazo muy ajustado y difícil para muchos de estos estados", declaró Sophia Tripoli, directora sénior de políticas sanitarias de Families USA, una organización de defensa de la salud.
Organizaciones legales prevén un aumento de personas que abandonen los programas por frustración con el sistema.
Por otra parte, los hospitales rurales podrían verse financieramente ahogados.
La ONG KFF calcula que el gasto de Medicaid en áreas rurales se reducirá en más de $155,000 millones en la próxima década, lo que podría provocar numerosos cierres.
Qué abarca la polémica ley One Big Beautiful Bill
El presidente Trump firmó el viernes el ambicioso proyecto de ley One Big Beautiful Bill que extenderá los recortes de impuestos y la introducción gradual de recortes a Medicaid.
Trump firmó el "gran y hermoso proyecto de ley" en un un acto celebrado en la Casa Blanca en ocasión del Día de la Independencia de Estados Unidos.
Se trata de una controvertida legislación que representa una reestructuración significativa de la política fiscal, social y de seguridad nacional del país.
Entre los principales puntos de la ley resaltan las reformas fiscales, mediante las cuales se extiende permanentemente los recortes de impuestos implementados en 2017 durante el primer mandato de Trump, exonera de impuestos las propinas y horas extra para trabajadores que ganen menos de $150,000 al año.
También crea las llamadas Cuentas Trump, de ahorro, con ventajas fiscales para educación, vivienda o formación laboral; aumenta el crédito fiscal por hijos a $2,500 hasta 2028; permite deducir hasta $10,000 en intereses de préstamos para autos de fabricación nacional y eleva el límite de deducción por impuestos estatales y locales (SALT) a $40,000 para quienes ganen menos de $500,000 anuales.
La OBBB asigna más de $150,000 millones al presupuesto militar y $170,000 millones para la seguridad fronteriza.
Contempla también recortes a programas sociales, entre ellos, más de $1.2 miles de millones en gastos federales, principalmente en Medicaid. Impone requisitos laborales para recibir asistencia médica, reduce los subsidios del programa de ayuda alimentaria (SNAP) y elimina progresivamente incentivos fiscales para energías renovables.
Preguntas Frecuentes sobre la Nueva Ley de Trump y sus Impactos en Medicaid y SNAP
¿Cuáles son los principales cambios en Medicaid y SNAP bajo la nueva ley de Trump?
La nueva ley introduce requisitos laborales obligatorios para adultos entre 19 y 64 años que quieran acceder a Medicaid y SNAP, exigiendo demostrar que trabajan, estudian o realizan al menos 80 horas de servicio comunitario al mes. Además, se incrementa la burocracia al requerir reevaluaciones de elegibilidad cada seis meses, lo que podría dejar a muchos sin cobertura por errores administrativos.
¿Quiénes se verán más afectados por los cambios en Medicaid?
Las personas más afectadas por los cambios en Medicaid son aquellas de bajos ingresos, incluyendo trabajadores precarios, personas con enfermedades crónicas y familias monoparentales. Se estima que hasta 11.8 millones de personas podrían perder su cobertura de Medicaid antes de 2034 debido a los nuevos requisitos y recortes.
¿Cómo afectará la nueva ley a los inmigrantes con estatus legal?
La nueva ley restringe el acceso a SNAP para ciertos inmigrantes con presencia legal, incluyendo aquellos bajo asilo y parole humanitario. Esto excluye explícitamente a quienes han sido admitidos bajo estas figuras, quienes perderían la posibilidad de recibir asistencia alimentaria federal.
¿Qué impacto tendrá esta ley en los estados y hospitales rurales?
Los estados deberán implementar requisitos laborales para Medicaid y asumir más costos administrativos de SNAP, lo que representa un desafío financiero significativo. Los hospitales rurales podrían enfrentar recortes en el gasto de Medicaid superiores a $155,000 millones en la próxima década, lo que podría provocar cierres masivos.
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