El ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez Parrilla, acusó a residentes en el estado de Florida de replicar “compulsivamente” publicaciones de la Embajada de Estados Unidos en Cuba para “imponer narrativas” contra el gobierno.
Desde su cuenta oficial en X, Rodríguez declaró que las interacciones en las publicaciones de la página en Facebook de la sede diplomática estadounidense en La Habana, “no son espontáneas”.
“Podemos demostrar que se trata de una operación de propaganda y amplificación. Usuarios desde la Florida replican compulsivamente los contenidos para imponer narrativas contra el gobierno cubano”, escribió el canciller.
Sin embargo, la falta de pruebas concretas y el tono de la denuncia provocaron burlas y críticas en redes sociales.
Varios usuarios señalaron el absurdo de que un jefe de la diplomacia dedique tiempo y recursos estatales a examinar los compartidos y comentarios en redes sociales. “¿En serio el ministro de Exteriores está analizando quién comparte las publicaciones de una Embajada? El ridículo al que ustedes están llegando no tiene precedentes”, cuestionó un internauta.
Otros comentarios se centraron en el contraste entre la preocupación del gobierno por lo que ocurre fuera de Cuba y la represión a la expresión dentro del país.
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“Lo interesante no es que la gente desde la Florida comparta contenido crítico: es que millones dentro de Cuba lo harían también, si no estuvieran censurados, vigilados o presos”, escribió una usuaria.
A su juicio, “hablar de amplificación como si fuera un crimen revela cuánto miedo le tienen a la opinión pública cuando no está bajo control estatal”.
Y remató: “Y si los argumentos del gobierno fueran tan sólidos, ¿por qué preocuparse tanto por los comentarios de Facebook? La narrativa que les molesta no se impone desde fuera, se genera desde dentro… y ustedes llevan décadas ignorándola”.
Críticas similares apuntaron al carácter poco creíble de la denuncia, la falta de autocrítica oficial y el desinterés por atender los problemas reales que enfrentan los cubanos. “Dios mío, no son capaces de juntar 10 tuits, pónganse para resolver los problemas reales y dejen de perder el tiempo revisando quién se pasea por el perfil de la Embajada”, comentó otro cibernauta.
La publicación del canciller fue percibida como otro intento de desviar la atención del malestar interno. Las redes, lejos de amplificar su mensaje, lo convirtieron en blanco de ironías, dejando claro que la verdadera narrativa que molesta al poder no viene de fuera, sino de una ciudadanía harta de ser silenciada.
Días atrás, el gobierno cubano impidió que la cantante invitada para interpretar el himno nacional pudiera asistir a la recepción por el Día de la Independencia de Estados Unidos en La Habana, el 4 de julio.
Asimismo, desató una nueva ola represiva para evitar que periodistas, activistas y opositores políticos participaran en el evento organizado por la Embajada estadounidense.
De acuerdo con informes de opositores y organizaciones de derechos humanos, la medida incluyó arrestos domiciliarios, detenciones arbitrarias y operativos policiales en varias provincias con el objetivo de aislar a la disidencia y frenar cualquier contacto con los diplomáticos estadounidenses.
En las últimas semanas, supuestos ciudadanos “espontáneos” han confrontado al Encargado de Negocios de Estados Unidos en Cuba, Mike Hammer. Lo que el régimen intenta presentar como escenas casuales son, en realidad, episodios burdamente orquestados.
Desde que asumió como jefe de la misión diplomática estadounidense en La Habana en noviembre de 2024, Hammer ha sido objeto de una creciente campaña de hostigamiento por parte del régimen cubano.
Su política de contacto directo con ciudadanos, defensores de derechos humanos, activistas y líderes religiosos ha incomodado visiblemente a las autoridades.
En las últimas semanas, el ministerio de Relaciones Exteriores (MINREX) ha arremetido públicamente contra Hammer, acusándolo de "conducta provocadora", "injerencia" y "violación de la Convención de Viena".
La subdirectora general de EE.UU. del MINREX, Johana Tablada de la Torre, llegó a advertirle públicamente que "no confunda paciencia con debilidad", en una amenaza velada ampliamente difundida en medios estatales.
El pasado 30 de mayo, el régimen convocó a Hammer para entregarle una Nota Verbal de protesta, culpándolo de incitar "acciones delictivas" en Cuba.
Dos días después, el Departamento de Estado estadounidense respondió convocando a la embajadora cubana en Washington, en rechazo al hostigamiento contra sus diplomáticos.
A la par, medios oficialistas como Cubadebate, Granma y múltiples perfiles en redes sociales controlados por la Seguridad del Estado han intensificado su campaña de descrédito contra Hammer, tratando de proyectarlo como instigador de disturbios y como parte de un supuesto plan de desestabilización.
Preguntas frecuentes sobre la política del gobierno cubano y las críticas al régimen
¿Por qué el gobierno cubano está preocupado por las publicaciones de la Embajada de EE.UU. en Facebook?
El gobierno cubano, a través de su ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez, acusa a residentes en Florida de replicar publicaciones de la Embajada de Estados Unidos en Cuba para imponer narrativas contra el régimen cubano. Según Rodríguez, estas interacciones no son espontáneas y forman parte de una operación de propaganda y amplificación. Sin embargo, la falta de pruebas concretas para respaldar estas afirmaciones ha generado burlas y críticas en redes sociales.
¿Cómo ha reaccionado la población cubana ante las declaraciones de Bruno Rodríguez?
Las declaraciones del canciller Bruno Rodríguez han sido objeto de críticas y burlas en redes sociales. Muchos usuarios señalan la incongruencia del régimen al preocuparse por lo que ocurre fuera de Cuba mientras reprime la expresión dentro del país. Además, se cuestiona la dedicación de recursos estatales para examinar interacciones en redes sociales y se critica la falta de autocrítica oficial sobre los problemas internos que enfrenta la población cubana.
¿Qué medidas represivas ha tomado el gobierno cubano recientemente?
El gobierno cubano ha intensificado la represión para evitar que periodistas, activistas y opositores políticos participen en eventos organizados por la Embajada estadounidense. Esto ha incluido arrestos domiciliarios, detenciones arbitrarias y operativos policiales en varias provincias. Estas acciones reflejan un intento del régimen de aislar a la disidencia y frenar cualquier contacto con diplomáticos estadounidenses.
¿Cuál es la postura del gobierno cubano respecto a las protestas en otros países?
El régimen cubano ha sido crítico de las protestas en Estados Unidos, denunciando el uso excesivo de la fuerza y violaciones de derechos humanos. Sin embargo, esta postura ha sido criticada por su falta de coherencia, ya que el gobierno cubano reprime las protestas y limita las libertades dentro de la isla. La contradicción entre su discurso internacional y las prácticas internas ha sido objeto de críticas por parte de la población y de observadores internacionales.
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