Elon Musk ha reabierto una vieja herida con Donald Trump al cuestionar públicamente en estos su gestión del caso Jeffrey Epstein, y lo ha hecho con una serie de declaraciones que podrían marcar un nuevo punto de inflexión en la ya deteriorada relación entre ambos.
El magnate sudafricano ha utilizado su plataforma X para criticar abiertamente el cambio de discurso del presidente estadounidense respecto a los archivos relacionados con Epstein y su círculo de poderosos contactos.
De aliado a opositor: El viraje de Musk contra Trump
Durante años, Musk fue considerado un aliado clave del expresidente, al punto de que fue nombrado director de la Oficina de Eficiencia Gubernamental (DOGE) durante la primera administración de Trump.
Sin embargo, en los últimos meses, sus diferencias se han acentuado hasta el punto de que Musk ha amenazado con fundar un nuevo partido político para desafiar tanto a republicanos como a demócratas.
La última chispa que encendió el conflicto ha sido el caso Epstein.
En un giro sorprendente, Trump pasó de mostrar un supuesto interés en hacer públicos los archivos del magnate acusado de liderar una red de explotación sexual de menores, a calificar todo el caso como un “bulo” urdido por “demócratas y algunos republicanos tontos”.
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Esa postura ha desatado la furia de Musk, quien ha lanzado una andanada de mensajes en X que insinúan un posible encubrimiento y desafían al presidente a cumplir sus promesas de transparencia.
Musk: “Es increíble que Epstein se suicidara por un bulo”
"¡Wow, increíble que Epstein se 'suicidara' y que Ghislaine (Maxwell) esté en una prisión federal por un engaño!", escribió Musk, cuestionando el relato oficial de los hechos.
En otra publicación, afirmó: "Muchas personas poderosas quieren que se elimine esa lista”, sugiriendo la existencia de una supuesta red de encubrimiento en torno al caso.
Incluso recurrió a Grok, el chatbot de inteligencia artificial de su compañía, para preguntar si el gobierno conocía los nombres de todos los pasajeros de los vuelos privados de Epstein.
Según la respuesta automatizada, el Departamento de Justicia y la Administración Federal de Aviación (FAA) disponen de extensos manifiestos de vuelo, algo que Musk utilizó para presionar por más revelaciones.
También se preguntó públicamente qué ocurrió con la carpeta "Archivos Epstein: Fase 1", divulgada en febrero por la fiscal general Pam Bondi, y exigió conocer qué contiene la supuesta “Fase 2”.
El viraje de Trump y las acusaciones cruzadas
La postura actual de Trump contrasta con su actitud anterior.
En campaña, había prometido desclasificar documentos y esclarecer todo lo relacionado con Epstein.
Sin embargo, ahora asegura que todo se trata de una “estafa de los demócratas”, y ha llegado a decir que no comprende el interés en el caso.
“Epstein lleva muerto mucho tiempo, no sé por qué esto podría interesarle a alguien. Es aburrido”, ha dicho.
Aprovechando el cambio de tono, el presidente ha desviado la atención hacia figuras demócratas: “Diría que estos archivos han sido inventados por James Comey, creados por Obama e inventados por Biden”.
Trump incluso ha minimizado la gravedad del escándalo al afirmar que todo es parte de una "ridícula cantidad de publicidad dada a Epstein", y responsabilizó a medios y opositores políticos de magnificar el asunto sin justificación.
La reacción del movimiento MAGA y los medios
Las declaraciones del presidente no han sentado bien ni siquiera dentro de su base.
Figuras influyentes del movimiento MAGA como Alex Jones han roto públicamente con Trump, mientras que la periodista conservadora Megyn Kelly ha dicho estar “convencida” de que Trump y Epstein se conocían y que el nombre del mandatario figura entre los documentos clasificados, algo que ya insinuó también en su momento el propio Elon Musk, aunque luego se retractó y borró la publicación en X donde abordaba el tema.
Mientras tanto, varios medios estadounidenses han reportado el reciente despido de Maurene Comey, hija del exdirector del FBI y fiscal federal que trabajaba en el caso Epstein.
Aunque no se ha ofrecido una razón oficial para su cese, el hecho ha sido interpretado por algunos como una medida para silenciar posibles revelaciones.
El gobierno niega la existencia de una "lista de clientes"
A pesar de la insistencia de Musk y de sus seguidores, un reciente memorándum del gobierno descarta la existencia de una lista secreta de clientes de Epstein.
Según el documento, “no se encontraron pruebas creíbles” de chantajes a figuras prominentes, ni material suficiente para emprender acciones legales contra terceros no acusados.
El texto también aclara que la revisión exhaustiva de los archivos no reveló ninguna lista incriminatoria, y se reafirma en la tesis del suicidio como causa oficial de la muerte de Epstein.
¿Por qué vuelve Musk a este tema?
Además de su histórico interés por la transparencia y su desconfianza hacia las élites políticas tradicionales, algunos analistas sugieren que Musk estaría usando el caso Epstein como herramienta política para debilitar a Trump y posicionarse como figura central de una nueva corriente antisistema.
Su desafío directo al presidente -“Debería publicar los archivos y señalar qué parte es ese bulo”- pone a Trump contra las cuerdas en un momento en que su credibilidad ya está siendo cuestionada desde múltiples frentes.
Musk no solo ha criticado el giro discursivo del mandatario, sino que ha sembrado dudas entre su propia base, al amplificar el malestar de quienes esperaban revelaciones contundentes y justicia para las víctimas del escándalo Epstein.
La nueva pugna pública entre Elon Musk y Donald Trump en torno al caso Epstein no solo reaviva un debate no resuelto, sino que expone las fracturas dentro del movimiento conservador estadounidense.
Musk, lejos de replegarse, se ha erigido como una figura disidente que desafía la narrativa oficial del presidente y exige rendición de cuentas.
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