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El excanciller mexicano Jorge G. Castañeda criticó la admiración del gobierno de Claudia Sheinbaum por la dictadura cubana a propósito del retiro de las estatuas de Fidel y el Che del parque de la Tabacalera, en la alcaldía Cuauhtémoc, en Ciudad de México.
En un texto de opinión publicado en Nexos, el escritor y exdiplomático dijo que lo generado en torno a la retirada de las estatuas puede generar una discusión “sobre el vínculo entre el carácter cada vez más autoritario de la 4T [Cuarta Transformación], y su profunda e incondicional admiración por la dictadura castrista.”
Castañeda puso de ejemplo, para referirse a México, el caso chileno, donde la comunista Jeanette Jara, simpatizantes del régimen de La Habana, fue elegida como candidata de la izquierda para las próximas elecciones.
“¿Cómo se puede creer en la vocación democrática de Jara si es incapaz de pintar con claridad su raya frente a la dictadura isleña? ¿Cómo puede, por un lado, defender los principios democráticos chilenos contra candidatos de ultraderecha sin, por el otro, condenar la existencia de casi mil presos políticos en Cuba? ¿Cómo puede presentar una plataforma económica sensata, moderada y moderna, si sigue aplaudiendo el fracaso total del régimen cubano, y culpando a Estados Unidos de todos los males de esa catástrofe?”, se pregunta Castañeda.
El exdiplomático se pregunta cuál fuera el caso si en una alcaldía conservadora se hubiera erigido una estatua a Mussolini o Pinochet y “al llegar al poder Morena en cualquiera de dichas alcaldías, hubiera recibido presiones para ‘eliminarla’”.
“¿Cuál es la diferencia entre la dictadura chilena, española e italiana, por sólo mencionar esas, y la dictadura cubana? Una de ellas, desde luego, es que la isleña ha sido mucho más longeva. Lleva 66 años, mientras que Mussolini sólo alcanzó un par de décadas, Franco 30 años, y Pinochet apenas 17”, argumenta.
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“Es una lástima que Cuba no figure en la discusión mexicana, como lo hace en el debate chileno. Nos serviría mucho para saber bien a bien qué piensa cada quien en México. Y, sólo por no dejar, parece temerario por parte del gobierno seguir manteniendo, por lo menos hasta tiempos muy recientes, los apoyos a la dictadura de Díaz-Canel, cuando se sabe que en algún momento vendrá un ukase de Trump recriminándolo y posiblemente prohibiéndolo”, concluye Castañeda, quien fue secretario de Relaciones Exteriores de México durante el gobierno de Vicente Fox del 2000 al 2003.
Polémica por retirada de las estatuas
El pasado 17 de julio, las controvertidas estatuas de Fidel Castro y Ernesto Che Guevara, instaladas en el Jardín Tabacalera de la alcaldía Cuauhtémoc, fueron finalmente retiradas por decisión de la alcaldesa Alessandra Rojo de la Vega, tras detectar irregularidades en su colocación y recibir múltiples quejas vecinales.
Rojo de la Vega defendió públicamente la decisión, lo cual ha desatado un amplio debate en redes sociales y medios de comunicación.
La medida ha generado controversia, particularmente entre los bulliciosos simpatizantes de la Revolución Cubana en México, pero Rojo de la Vega reafirmó su postura alegando respeto a los derechos humanos y a la voluntad de los vecinos de la comunidad.
“Citlali, las dictaduras y los regímenes represores son malos vengan de donde vengan. El asesino, es asesino sea de derecha, centro o izquierda”, escribió la alcaldesa en su cuenta de X (antes Twitter), en respuesta a críticas de la senadora Citlalli Hernández. “Si tiene usted una agenda totalitaria se dice y ya está”.
“Fidel y el Che no son el pueblo cubano”, subrayó.
En otra publicación, Rojo de la Vega aclaró que la retirada de las estatuas no responde a una arbitrariedad personal sino al cumplimiento de procedimientos legales solicitados por la ciudadanía.
“No es burocracia, es la ley... no son mis argumentos, son los correctos procesos administrativos”, señaló. “Yo creo en la democracia y la certeza jurídica”, defendió la alcaldesa.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, se había sumado a la polémica, sugiriendo que las figuras podrían reinstalarse en otro lugar, al considerar que forman parte de un “momento histórico” relacionado con la historia compartida entre Cuba y México.
Preguntas frecuentes sobre la retirada de estatuas de Fidel Castro y el Che Guevara en México
¿Por qué fueron retiradas las estatuas de Fidel Castro y el Che Guevara en Ciudad de México?
Las estatuas fueron retiradas debido a irregularidades en su colocación y múltiples quejas vecinales. La alcaldesa Alessandra Rojo de la Vega tomó la decisión como parte de un cumplimiento de procedimientos legales solicitados por la comunidad, subrayando el respeto a los derechos humanos y la voluntad de los vecinos.
¿Qué postura tiene Claudia Sheinbaum respecto a las estatuas retiradas?
Claudia Sheinbaum sugirió que las estatuas podrían reinstalarse en otro lugar. La presidenta de México considera que las figuras forman parte de un "momento histórico" relacionado con la historia compartida entre Cuba y México, lo que ha sido interpretado como una postura ambigua y complaciente hacia el régimen cubano.
¿Cuál ha sido la reacción del Partido Comunista de México ante la retirada de las estatuas?
El Partido Comunista de México calificó el acto como "antipopular y anticomunista". Convocaron a protestas, argumentando que la retirada es un agravio a la amistad entre Cuba y México, y criticaron la decisión de la alcaldesa como un intento de convertir la alcaldía en un "bastión derechista".
¿Qué se ha propuesto hacer con las estatuas tras su retirada?
La alcaldesa Alessandra Rojo de la Vega ha propuesto subastar las estatuas. La idea es que quienes veneran a Fidel Castro y el Che Guevara puedan comprarlas con su propio dinero, en lugar de que permanezcan en espacios públicos financiados con impuestos de la ciudadanía.
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