En El Cristo, poblado perteneciente a Santiago de Cuba, un hombre encapuchado y con guantes robó un caballo durante la madrugada del sábado, sin que hasta ahora la Policía haya informado si inició una investigación, a pesar de que el hecho fue captado por una cámara de seguridad y reportado de inmediato por los afectados.
El robo ocurrió en el Barrio Habana y fue ejecutado con evidente planificación: el ladrón cubrió su rostro para evitar ser reconocido, lo que ha llevado a los vecinos a sospechar que se trata de alguien de la misma zona, familiarizado con el entorno y con los movimientos de la vivienda.
Los dueños del animal, conmovidos por el valor sentimental que el caballo tiene para la familia, ofrecen una recompensa de 50,000 pesos cubanos a quien proporcione información certera sobre el paradero del equino o la identidad del responsable, indicó el reporte compartido en su perfil de Facebook por el periodista independiente Yosmany Mayeta Labrada.

Ante la falta de respuesta institucional, también han difundido un número de WhatsApp para recibir datos bajo total anonimato.
Mientras la comunidad comparte las imágenes y se organiza en redes para recuperar el caballo, la ausencia de actuación por parte de las autoridades vuelve a colocar el foco sobre una realidad cada vez más extendida en Cuba: la gente se queda sola ante el delito.
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“Hoy fue un caballo, mañana puede ser algo tuyo”, advierte el mensaje que acompaña la denuncia pública.
Los comentarios en redes sociales reflejan una mezcla de rabia, impotencia y resignación. “Las autoridades solo tienen cabeza para el que proteste y no para la seguridad social”, escribió un usuario.
Otros aseguraron que casos similares terminan con los animales sacrificados y vendidos, mientras los ladrones siguen libres y la policía exige testigos que nadie puede presentar de madrugada.
La impunidad no solo desprotege, también empuja a muchos a la desesperación. La frustración acumulada por los robos a campesinos, la falta de respuesta oficial y la inseguridad creciente han hecho que algunos ciudadanos expresen públicamente su hartazgo con un sistema legal que, según denuncian, protege más a los delincuentes que a sus víctimas.
Campesinos cubanos denuncian que el robo y sacrificio de ganado continúa fuera de control en los campos de la isla, afectando gravemente la economía agropecuaria y la seguridad alimentaria.
Pese a los esfuerzos anunciados por el gobierno, los ganaderos y campesinos sostienen que la sustracción de reses y su posterior venta ilegal de carne se ha convertido en una práctica casi impune, especialmente en provincias con alta actividad ganadera como Camagüey, Sancti Spíritus, Villa Clara y Ciego de Ávila, citó el medio oficialista Cubadebate.
En Manzanillo, la Policía arrestó a cuatro individuos tras sacrificar a un toro ajeno en la zona Cayo Espino, como parte de una serie de operativos del Minint en varios municipios de Granma, informó este sábado el periódico oficial La Demajagua.
Semanas atrás en el poblado de Uñas del municipio de Gibara, en la provincia de Holguín, un matarife, tras ingerir grandes cantidades de alcohol, robó un caballo alazán perteneciente a un vecino del pueblo. Llevó al animal a la casa de su madre, donde procedió a sacrificarlo.
Sin embargo, los efectos del alcohol fueron tales que, una vez concluido el acto violento, se quedó dormido encima del cuerpo del animal. Fue en esa posición que las autoridades lo encontraron y detuvieron.
Asimismo, otro cubano fue puesto tras las rejas luego de que fuera sorprendido intentando robar un caballo, y agrediendo al propietario del animal, en el municipio de Colón, en Matanzas.
En abril, el Tribunal Municipal Popular de San Antonio del Sur, en Guantánamo, dictó una sentencia de tres años de privación de libertad contra un hombre acusado del hurto de dos caballos, a inicios de año, en una finca del barrio Playa Sabanalamar.
Tales sucesos se producen en un contexto de creciente preocupación ciudadana por el aumento de la delincuencia común en diversas zonas del país, en especial robos con violencia, asaltos y hurtos a plena luz del día.
Este tipo de episodios ha vuelto a poner sobre la mesa el debate sobre la seguridad ciudadana en Cuba, donde muchos ciudadanos expresan sentirse cada vez más vulnerables ante la impunidad de los delincuentes.
El régimen cubano ha reconocido un preocupante aumento en la violencia delictiva en la isla, incluyendo el uso de armas de fuego. Al respecto, ha prometido aplicar juicios ejemplarizantes contra quienes cometan delitos considerados graves, especialmente aquellos ocurridos dentro de instituciones estatales.
Preguntas frecuentes sobre la inseguridad y robo de caballos en Cuba
¿Qué ocurrió con el robo del caballo en Santiago de Cuba?
En El Cristo, Santiago de Cuba, un hombre encapuchado robó un caballo durante la madrugada, lo cual fue captado por una cámara de seguridad. Los dueños del caballo ofrecen una recompensa de 50,000 pesos cubanos para recuperarlo, dado su valor sentimental. La comunidad se ha movilizado para obtener información, pero la Policía aún no ha iniciado una investigación formal.
¿Qué acciones están tomando los ciudadanos ante la ineficiencia policial en Cuba?
Ante la creciente delincuencia y la falta de respuesta policial, los ciudadanos cubanos están tomando la justicia en sus propias manos. Se han registrado múltiples casos donde vecinos capturan y entregan a ladrones a las autoridades, reflejando la frustración y desesperación ante la inacción oficial.
¿Cómo afecta el robo de ganado a la economía y seguridad alimentaria en Cuba?
El robo y sacrificio de ganado sigue sin control en Cuba, afectando gravemente la economía agropecuaria y la seguridad alimentaria. Los ganaderos denuncian que la sustracción de reses se ha convertido en una práctica casi impune, especialmente en provincias con alta actividad ganadera, lo que alimenta el mercado negro y aumenta la inseguridad alimentaria.
¿Cuál es la percepción de la población cubana sobre la seguridad ciudadana?
Muchos ciudadanos cubanos sienten una creciente vulnerabilidad ante la delincuencia y la impunidad de los delincuentes. La falta de acción efectiva por parte de las autoridades ha llevado a que la población no confíe en el sistema de justicia y se vea obligada a actuar por cuenta propia. Esta situación genera un ambiente de frustración y desesperación que se refleja en las numerosas denuncias públicas y actos de justicia vecinal.
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