La subdirectora general de Estados Unidos del Ministerio de Relaciones Exteriores (Minrex), Johana Tablada, reconoció la existencia de desperdicios en las calles cubanas, pero justificó la situación comparándola con otros países, mientras aseguró que La Habana no es la única ciudad con problemas de higiene en zonas fuera del circuito turístico.
En su intento por restar importancia al problema, la funcionaria subrayó que Cuba posee uno de los cascos históricos más grandes y mejor restaurados de América Latina, aunque admitió que no todas las áreas han recibido atención.
Durante su intervención esta semana en el videopodcast Alma Plus, conducido por la periodista oficialista Laura Prada, Tablada atribuyó la crítica internacional sobre la suciedad en Cuba a una “campaña de demonización” contra el país.
“Por eso uno ve la insistencia en demonizar todo… es verdad que hay basura en las calles, pero no somos el país que más basura tiene en el mundo, ni somos la única ciudad que tiene un circuito turístico (…) que está todo el tiempo en función de esas visitas que recibe del mundo entero y tiene zonas a las que no ha llegado todavía esa restauración”, puntualizó.
En este sentido, responsabilizó a medios de comunicación y a políticas del gobierno de Estados Unidos de enfocarse en la basura y no en lo que ella calificó como “las bellezas naturales” del país.
La afirmación de que La Habana no es la ciudad con “más basura” evidencia el contraste entre el discurso oficial, que busca relativizar un problema cotidiano, y la experiencia diaria de los cubanos, que conviven con microvertederos y fosas desbordadas, así como un sistema de recogida de desechos incapaz de responder a la crisis higiénico-ambiental.
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En lugar de anunciar medidas concretas para enfrentar la acumulación de basura, el mensaje de la recién nombrada embajadora se centró en desviar la atención hacia comparaciones internacionales y culpar a la prensa, lo que deja sin respuesta la urgencia de una ciudad que se hunde entre la desidia y la suciedad.
En La Habana, uno de los basureros más impresionantes se ha hecho viral en las redes sociales como testimonio de la decadencia de la otrora esplendente capital cubana.
Ubicado en la calle Virtudes, entre Consulado e Industria, junto a la sede del otrora Teatro Musical de La Habana, el basurero desborda una esquina y se extiende por una cuadra a cada lado.
La acumulación de basura se extiende por toda la ciudad, y provoca preocupación ante una evidente crisis de salud pública salida de control, y para lo cual el gobierno no encuentra solución.
Recientemente, trascendió que la acumulación descontrolada de basura en varias esquinas del Vedado tiene en alerta a los residentes del céntrico barrio habanero, quienes denunciaron la insalubridad reinante y advirtieron del peligro que representa esta situación de cara al inminente inicio de la temporada ciclónica.
En calles como 25 y H, 17 y 10, o 13 y 10, las imágenes muestran una realidad alarmante: tanques de basura desbordados, vertederos improvisados en plena vía pública y desechos que se acumulan por días sin ser recogidos.
También la acumulación de basura en el municipio Cerro, en La Habana, ha desatado nuevamente la indignación de vecinos que denuncian condiciones insalubres e inacción estatal, mientras conviven entre moscas, malos olores y el temor a enfermedades.
Pero la expansión de los basurales, mal olor y proliferación de vectores forma parte del paisaje cotidiano en otras ciudades y pueblos de Cuba.
Semanas atrás, una joven cubana compartió en redes sociales su testimonio sobre el abandono y la acumulación de desechos en la Vía Blanca de Matanzas, una de las avenidas más transitadas de la ciudad y considerada zona turística por su cercanía al mar. “Poco a poco la basura se va adueñando de los lugares más lindos que tiene nuestra provincia”, lamentó.
La ciudad de Cienfuegos, considerada por muchos como la más limpia de Cuba, muestra una cara sucia y descuidada cada sábado tras la popular Feria de La Calzada, un espacio de abastecimiento y comercialización que termina convertido en un foco de desechos y abandono.
El antiguo Hotel Venus, ubicado en la céntrica calle San Félix, entre Heredia y Aguilera, en la ciudad de Santiago de Cuba, se ha convertido en un foco de insalubridad y ruinas, una de las tantas expresiones del abandono y la desidia que se ensaña contra una buena parte del patrimonio arquitectónico en la isla.
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