Una cubana que vive en Estados Unidos, identificada en TikTok como Edianis (@yedianisyelianis), encendió la conversación en redes tras mostrar en un video cómo avanza la construcción de su casa en Cuba. Con imágenes del proceso y palabras cargadas de emoción, la creadora aseguró que su proyecto es “un sueño en construcción” y “un futuro para mí y los míos”. Lo que parecía un momento inspirador terminó convirtiéndose en un verdadero huracán de críticas.
El video se llenó de comentarios divididos casi de inmediato. De un lado, quienes la aplaudieron por invertir en su tierra natal y cumplir un sueño personal. Del otro, un sector que cuestionó duramente la decisión, sacando a relucir dos temas que siempre generan chispa: el riesgo de perder la propiedad en Cuba y el origen del dinero que hace posible una obra de ese tamaño.
Muchos recordaron que en la Isla “nada es seguro” y advirtieron que incluso con papeles en regla, el Estado podría encontrar excusas para declarar una casa ilegal o apropiarse de ella. En los comentarios abundaron relatos de confiscaciones y advertencias sobre las dificultades para justificar la compra de materiales, lo que sembró dudas sobre el futuro del proyecto.
El tema económico tampoco pasó desapercibido. Varias voces aseguraron que la verdadera razón por la que la obra avanza es porque Edianis vive en Estados Unidos y puede mandar dinero a Cuba, algo que, según ellos, sería impensable lograr con un salario local. Para unos, la creadora debería reconocerlo abiertamente y “agradecer” al país donde trabaja; para otros, lo que cuenta es su esfuerzo y el sacrificio de cada dólar invertido.
Las críticas más duras llegaron en forma de sarcasmo. Algunos la acusaron de “romantizar la vida en Cuba”, otros bromearon diciendo que estaba levantando “un búnker”, y no faltaron quienes aseguraron que tarde o temprano “alguien del gobierno se enamorará de la casa y se la quitará”. También hubo advertencias más prácticas: mostrar tanto en redes, decían, era “ponerse en bandeja de plata” para la envidia y los problemas.
Entre los comentarios más polémicos se pudieron leer frases como: “Cuando termines de construirla ponle una bandera americana frente a la puerta y un cartel que diga gracias a los EUA, puedo vivir como las personas”, “Muy bonito tu discurso, pero en Cuba ni trabajando de ingeniero se puede tener una casa así”, “Esa casa le va a gustar a alguien y te la quitan, no aprenden”, “Prefiero invertir en cualquier otro país que en Cuba” y “Parece un búnker, pero en Cuba ni eso te salva: si quieren quitártela, lo harán”.
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Frente a todo este revuelo, Edianis no perdió la calma. Con un tono sereno, aclaró que la vivienda se construye en un terreno heredado de la familia de su esposo y que cada detalle se está levantando “pasito a pasito, a nuestro gusto”. Además, defendió que no se trata solo de ladrillos, sino de un lugar con alma, con historia y con la esperanza de un futuro en su tierra natal.
Preguntas frecuentes sobre la construcción de casas en Cuba por cubanos en el extranjero
¿Por qué Edianis recibió críticas por construir una casa en Cuba?
Edianis recibió críticas por los riesgos asociados con la propiedad en Cuba, incluyendo la posibilidad de que el Estado la declare ilegal y por las dudas sobre el origen de los fondos utilizados para la construcción. Algunas personas consideran que vivir en EE. UU. le ha permitido financiar un proyecto que sería difícil de costear con un salario local en Cuba.
¿Cómo afecta el régimen cubano a las inversiones de cubanos en el extranjero?
El régimen cubano puede afectar negativamente las inversiones de cubanos en el extranjero debido a la inestabilidad legal y económica de la isla. Las leyes y regulaciones pueden cambiar sin previo aviso, y el gobierno puede intervenir en propiedades privadas, lo que genera desconfianza entre los inversores.
¿Cómo ha respondido Edianis a las críticas sobre su proyecto en Cuba?
Edianis ha mantenido un tono sereno y ha aclarado que su casa se está construyendo en un terreno heredado de la familia de su esposo. Ha destacado que su proyecto es un sueño personal y familiar, construido “pasito a pasito” y que representa más que ladrillos, es un lugar con alma y esperanza.
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