Debate sobre la prensa en Cienfuegos termina con periodista autocensurándose ante las cámaras

Un debate televisado en Cienfuegos expuso la autocensura y el miedo de los periodistas cubanos a las represalias. La prensa oficialista opera bajo estrictas líneas editoriales, mientras el gobierno proclama una falsa independencia mediática.

La prensa en Cuba trabaja bajo muros de autocensura y temor a las represalias por parte de los periodistas oficiales Foto © Trabajadores

Un debate televisado sobre el papel de la prensa en Cienfuegos dejó en evidencia lo que todos saben, pero pocos dicen: los propios periodistas reconocen que la censura y el miedo a las consecuencias marcan su trabajo, al punto de detenerse en vivo para no hablar más de la cuenta.

Durante la revista Impacto, transmitida el jueves por el telecentro Perlavisión, reporteros locales discutieron cuánto falta para que los medios cumplan con las expectativas de su audiencia.

En medio de la conversación, el periodista Boris Luis García Cuartero admitió que la prensa cubana trabaja bajo muros de autocensura y temor a las represalias.

García explicó que, aunque parte de la responsabilidad recae en los propios comunicadores por haberse “acomodado”, la realidad es que existe un “San Benito” permanente que los obliga a medir cada palabra.

“Cuando uno dice y no dice lo que debe, puede tener consecuencias”, señaló, reconociendo que el miedo frena la claridad de los mensajes.

El momento más revelador llegó cuando el también periodista Jorge Domínguez Morado, de la emisora Radio Ciudad del Mar, cuestionó en vivo sobre qué quiso decir con “no decir lo que debe”.


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Entonces García se detuvo, dudó y terminó retractándose frente a las cámaras. “Usted me entendió”, dijo, eludiendo profundizar para no “calentar el asunto”, confirmando así la presión constante que enfrentan los medios oficiales.

“Tenemos muros en la prensa… usted también ha escuchado en muchas ocasiones: ʻtengan cuidado con lo que se poneʼ, ʻcuidado con el enfoqueʼ, como si uno fuera un niño de tercer grado”, aseveró el comunicador.

Se trata, agregó, “de la falta quizá de confianza en lo que uno pueda hacer como como periodista, o también estar cuidando determinadas posiciones, cuestiones, interpretaciones y ahí está la claridad del mensaje. Son tiempos muy complejos y tenemos muchísimos ejemplos que poner de cuánta necesidad tienen nuestros destinatarios de información y lamentablemente no se da”.

Lejos de abrir un debate real sobre la prensa, el programa mostró lo que ocurre en toda Cuba: periodistas vigilados, condicionados y tratados “como niños de tercer grado”, obligados a pensar más en el enfoque permitido que en la información que demanda la gente.

El 14 de marzo, el gobernante Miguel Díaz-Canel declaró que la prensa revolucionaria en Cuba es “independiente y libre”. La afirmación, a propósito de la celebración del Día de la prensa en Cuba, fue interpretada por muchos como una muestra de cinismo ante la censura y el control absoluto del Estado sobre los medios de comunicación en la isla.

Los periodistas que trabajan en los medios de prensa oficialistas enfrentan una rígida línea editorial dictada desde las oficinas del Departamento Ideológico del Comité Central del Partido Comunista. Si en algún momento, deciden salirse de ella, son víctimas de constantes represalias, censura y hostigamiento por parte de la Seguridad del Estado.

Asimismo, el 28 de mayo entró en vigor la Resolución 9/2025 con el objetivo de “ordenar” los registros nacionales de publicaciones, pero en la práctica le otorga poder para suspender o cancelar sin previo aviso sitios web y medios que contradigan los “principios socialistas”.

La norma también prevé sanciones más severas contra quienes publiquen tras una cancelación, obliga a los proveedores de hosting a trabajar solo con páginas registradas oficialmente y exige control sobre las fuentes de financiamiento, medidas que excluyen directamente a los medios independientes.

Diversas organizaciones internacionales han denunciado en reiteradas ocasiones la falta de libertad de prensa en Cuba. Reporteros Sin Fronteras (RSF) y el Comité para la Protección de Periodistas (CPJ) han calificado al país como uno de los más represivos en materia de información, donde el gobierno mantiene un monopolio sobre la difusión de noticias y criminaliza el ejercicio del periodismo independiente.

Recientemente, el vicepresidente de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC), Francisco Rodríguez Cruz, defendió la supuesta “independencia” de la prensa estatal.

El funcionario de la UPEC aseguró que la prensa en la isla no responde a intereses políticos ni económicos de ninguna facción, sino que su compromiso es únicamente con "la gente, con su pueblo".

Sin embargo, mientras el discurso oficial insiste en presentar una imagen de transparencia informativa, la realidad de la prensa en Cuba refleja todo lo contrario.

Orlando Cruzata, director de los Premios Lucas, admitió en abril que se recurre a la censura como parte de una "política cultural", para impedir que se hable mal de la "revolución".

“Por supuesto, no vamos a admitir que nadie hable mal de la revolución en la televisión, es parte de nuestra política cultural, así como tampoco se debe denigrar a la mujer, a un homosexual o a otra persona que tenga otra inclinación religiosa", dijo en entrevista con el portal oficialista Cubadebate.

Preguntas frecuentes sobre la censura y autocensura en los medios cubanos

¿Por qué los periodistas cubanos se autocensuran?

Los periodistas cubanos se autocensuran por miedo a represalias y censura impuestas por el régimen socialista. Esta práctica es común debido a la rigidez de la línea editorial dictada por el Partido Comunista, lo que obliga a los comunicadores a medir cada palabra que dicen para evitar consecuencias negativas en su vida profesional y personal.

¿Qué significa la Resolución 9/2025 para los medios en Cuba?

La Resolución 9/2025 permite al gobierno cubano suspender o cancelar sin previo aviso sitios web y medios que contradigan los "principios socialistas". Esta normativa otorga poder al Estado para imponer medidas más severas contra quienes publiquen tras una cancelación, excluyendo a los medios independientes y reforzando el control estatal sobre la información.

¿Cómo afecta la censura a la cultura y el entretenimiento en Cuba?

La censura afecta profundamente a la cultura y el entretenimiento en Cuba, limitando la creatividad y la libertad de expresión. Artistas como Osvaldo Doimeadiós han decidido alejarse de la televisión estatal para evitar perder tiempo en un entorno donde las interferencias políticas bloquean sistemáticamente la libertad de expresión. La cancelación de programas populares y la partida de comediantes también reflejan el estancamiento cultural que vive el país.

¿Qué posición adopta el gobierno cubano respecto a la censura en los medios?

El gobierno cubano defiende la censura como parte de su "política cultural", argumentando que no permitirán que se hable mal de la "revolución" en la televisión. A pesar de afirmar que la prensa es "independiente y libre", en la práctica se observa un control absoluto del Estado sobre los medios de comunicación, criminalizando el ejercicio del periodismo independiente y limitando severamente la libertad de expresión.

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Este artículo ha sido generado o editado con la ayuda de inteligencia artificial. Ha sido revisado por un periodista antes de su publicación.




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