El ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino López, anunció este domingo un refuerzo militar en cinco estados estratégicos de la fachada caribeña y atlántica del país, en un momento marcado por la escalada de tensiones con Estados Unidos.
Desde lo que describió como un búnker del Estado Mayor Superior de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), Padrino López explicó que, por órdenes directas de Nicolás Maduro, se movilizarán “medios y fuerzas” adicionales hacia los estados Zulia y Falcón, en el noroeste, considerados por Caracas como rutas sensibles del narcotráfico.
El alto mando militar mencionó de forma particular a La Guajira venezolana y la península de Paraguaná, señaladas como corredores clave de contrabando y tránsito ilícito. A su vez, confirmó el incremento de tropas en los estados insulares de Nueva Esparta (que incluye Margarita, Coche y Cubagua), así como en Sucre y Delta Amacuro, ubicados en la fachada atlántica.
“Nadie va a venir a hacer el trabajo por nosotros. Nadie va a pisar esta tierra a hacer lo que nos corresponde hacer a nosotros”, afirmó el ministro en un mensaje publicado en su cuenta oficial de X, acompañado de un video en el que se observan reuniones de planificación militar.
Refuerzo de tropas y drones
Según los datos difundidos por Padrino, el refuerzo implica la ampliación de la llamada “Zona de Paz N.1”, que inicialmente contaba con 10,000 hombres y que, tras sucesivos despliegues, alcanzó ahora 25,000 efectivos, apoyados por medios navales, fluviales y drones de vigilancia.
El anuncio ocurre apenas semanas después de que el ministro de Interior, Diosdado Cabello, confirmara la presencia de 15,000 efectivos adicionales en Zulia y Táchira, fronterizos con Colombia, con el objetivo declarado de “garantizar la paz” y contener grupos criminales.
Lo más leído hoy:
El despliegue también se extenderá a la Sierra de Perijá y al estado Apure, donde Caracas asegura enfrentar a organizaciones armadas vinculadas al narcotráfico y al paramilitarismo colombiano.
Escalada con Washington
La medida se produce en un clima de creciente tensión tras el despliegue naval ordenado por el presidente Donald Trump en aguas caribeñas, con la justificación de combatir el tráfico de drogas.
La Casa Blanca acusa directamente a Maduro y a altos mandos chavistas de liderar el Cartel de los Soles, designado por Washington como una organización narcoterrorista.
En las últimas semanas, destructores estadounidenses han realizado patrullajes en el Caribe, mientras que la administración Trump ha autorizado el despliegue de cazas F-35 en Puerto Rico.
Caracas ha denunciado estas acciones como una “amenaza directa a la soberanía nacional” y ha respondido con maniobras aéreas y marítimas de la FANB sobre unidades navales norteamericanas.
Con este nuevo refuerzo, Maduro busca mostrar músculo militar en la costa norte y oriental de Venezuela, un escenario que se perfila como uno de los más calientes del Caribe en décadas.
Archivado en:
