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La indignación ciudadana estalló este domingo en redes sociales, especialmente en la página de Facebook de CiberCuba, luego de que Lis Cuesta Peraza, esposa del gobernante cubano Miguel Díaz-Canel, publicara un mensaje en tono visceral exigiendo respeto para Venezuela, en medio de la creciente tensión militar entre Estados Unidos y el régimen de Nicolás Maduro.
El comentario de Cuesta, que acompañaba una publicación oficial de su esposo, generó una avalancha de reacciones adversas que han dejado una marca en la opinión pública. Su frase “¡Respeten al pueblo de Venezuela, carajo!” fue el catalizador de una respuesta contundente y masiva: “¡Respeten al pueblo de Cuba, carajo!”, replicaron miles de internautas.
En cuestión de horas, la publicación en Facebook superó los 2,000 comentarios, en su mayoría críticas feroces contra la “no primera dama” cubana y la élite gobernante de la isla, acusados de hipocresía, doble moral y cinismo.
Una frase encendida... y una reacción encendida
El uso de una palabra vulgar como “carajo” en el mensaje de Cuesta Peraza no solo sorprendió por su tono informal y agresivo, sino que también encendió la mecha de un pueblo hastiado de apagones, hambre, represión y abandono institucional.
“Respeten ustedes al pueblo de Cuba que lo tienen sumido en la miseria”, escribió un usuario, sintetizando el sentir generalizado. Otros apuntaron a la desconexión entre el discurso oficialista y las realidades de la ciudadanía: “¿Qué carajo me importa Venezuela? Llevo casi un día sin corriente, esa es la preocupación de un cubano de a pie”.
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Candil de la calle, oscuridad en la casa
La frase popular “candil de la calle y oscuridad de la casa” fue repetida una y otra vez por cientos de usuarios, aludiendo al enfoque del régimen cubano en asuntos externos mientras la situación dentro del país se agrava cada día.
“Primero ocúpate de tu pueblo, después hablas de los demás”, expresó una usuaria visiblemente molesta por la postura intervencionista del gobierno cubano frente al conflicto venezolano.
La crítica se extiende más allá del comentario puntual de Cuesta Peraza. Muchos denunciaron el uso de recursos del Estado para sostener alianzas ideológicas internacionales, como el envío de petróleo desde Venezuela a Cuba, mientras los ciudadanos enfrentan escasez de alimentos, medicamentos y electricidad.
Acusaciones de cinismo y vulgaridad
El lenguaje de Cuesta Peraza fue objeto de fuertes cuestionamientos. “Una mujer en su posición no puede expresarse de esa manera”, opinó una usuaria, quien calificó la frase como “una vulgaridad inaceptable en una figura pública”.
Otros fueron más severos, señalando que el comentario era un intento desesperado por reforzar la retórica del régimen en un momento de evidente deterioro del apoyo popular.
La comparación con figuras de otros regímenes autoritarios fue recurrente. “Están igual que Ortega y Murillo, aferrados al poder y sordos al sufrimiento de su pueblo”, escribió una internauta.
El pueblo que no se siente representado
Una constante en los comentarios fue la denuncia de una falta de legitimidad de quienes hoy detentan el poder en Cuba.
“Ni tú ni tu marido fueron elegidos por el pueblo, no tienen derecho a hablar en su nombre”, dijo un usuario, mientras que otros cuestionaron directamente la función de Cuesta: “¿Quién eres tú para hablar de política?”, preguntó otro, haciendo eco de la percepción de que su rol excede el protocolo informal que debería tener.
La población, visiblemente indignada, recordó las carencias más inmediatas: apagones prolongados, cierre de hospitales, niños y ancianos sin atención médica, familias separadas por la migración, alimentación precaria y represión política.
“¿Con qué moral pides respeto para otro país, cuando al nuestro lo tienen destruido?”, preguntó otro internauta. “Mientras tú viajas con tus vestidos de diseñador y tu teléfono de mil dólares, aquí no tenemos ni con qué cocinar”, fue otro de los comentarios más compartidos.
Un punto de quiebre en la narrativa oficial
El nivel de rechazo, insultos e indignación ha alcanzado una magnitud pocas veces vista.
Aunque la crítica al gobierno cubano es habitual en redes sociales, el tono, la masividad y la virulencia de los comentarios indican que el comentario de Cuesta Peraza pudo haber sido un punto de quiebre simbólico para muchos cubanos que ya no toleran más indiferencia desde el poder.
Al pedir respeto por Venezuela con un exabrupto, Cuesta Peraza, ha terminado provocando un masivo reclamo de respeto por Cuba y los cubanos. Un grito que no puede ser ignorado: “¡Respeten al pueblo de Cuba, carajo!”.
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