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Los residentes del parque de casas móviles Li’l Abner, en Sweetwater, enfrentan un desalojo inminente luego de que una corte rechazara la apelación presentada para detener el proceso.
La decisión judicial ha generado frustración y desesperanza entre las casi 900 personas -entre ellas algunos cubanos- que aún viven en el lugar.
El pasado martes, los inquilinos recibieron la notificación final de desalojo y durante la noche protagonizaron manifestaciones, clamando por no ser obligados a abandonar sus hogares. “Yo no me voy, yo me voy a quedarme aquí hasta lo último”, declaró uno de los afectados a Univisión.
Una batalla prolongada
Desde noviembre de 2024, cuando se notificó que el parque había sido comprado por una empresa desarrolladora, los residentes han librado una batalla legal para evitar su expulsión. Aunque se ofrecieron compensaciones económicas escalonadas —14,000 dólares hasta enero, 7,000 hasta marzo y 3,000 hasta abril—, quienes permanecieron más allá del 19 de mayo de 2025 ya no recibieron ninguna ayuda.
Muchas familias rechazaron la oferta alegando que los montos eran insuficientes para reubicarse en el costoso mercado de Miami, y porque muchos de sus trailers son demasiado antiguos para ser trasladados.
Alrededor de 200 familias se mantuvieron firmes en el parque, pese a las dificultades crecientes: robos, vandalismo, cortes eléctricos y demolición de unidades sin cumplir normas de seguridad ambiental.
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Desarrollo vs. desplazamiento
El terreno, que llegó a albergar a más de 5,000 personas, será transformado en un proyecto de viviendas para trabajadores, con centro comunitario, servicios médicos y áreas recreativas.
Su ubicación estratégica —cerca de la FIU, Miami Dade College y centros comerciales— lo convierte en un espacio codiciado por desarrolladores, en un condado con una grave crisis de vivienda asequible.
Para las familias que aún resisten, el desalojo no significa solo perder un techo, sino también la desintegración de una comunidad forjada durante décadas. Mientras las excavadoras avanzan y el futuro del lugar se redibuja, los residentes viven una angustia inmediata: la de no tener adónde ir en un sur de Florida cada vez más inaccesible para los de menores ingresos.
Preguntas frecuentes sobre el desalojo del parque de casas móviles en Sweetwater
¿Por qué enfrentan desalojo los residentes del parque de casas móviles Li’l Abner?
Los residentes enfrentan desalojo debido a la compra del terreno por parte de una empresa desarrolladora, que planea transformarlo en un proyecto de viviendas para trabajadores. Aunque se ofrecieron compensaciones económicas, muchos residentes las consideraron insuficientes y decidieron quedarse, lo que provocó el inicio de acciones legales para su desalojo.
¿Qué tipo de compensación se ofreció a los residentes del parque Li’l Abner?
A los residentes se les ofrecieron compensaciones de 14,000 dólares hasta enero, 7,000 hasta marzo y 3,000 hasta abril. Sin embargo, quienes no abandonaron el parque antes del 19 de mayo de 2025 no recibieron ninguna ayuda económica.
¿Cuál es el impacto del desalojo en las familias del parque de casas móviles?
El desalojo implica la pérdida de viviendas y la desintegración de una comunidad que se ha formado durante décadas. Muchas familias enfrentan dificultades para encontrar nuevas viviendas asequibles en Miami, lo que intensifica el sentimiento de desarraigo y la angustia por el futuro incierto.
¿Qué proyectos se planean para el terreno del parque de casas móviles Li’l Abner?
La empresa desarrolladora planea transformar el terreno del parque en un proyecto de viviendas para trabajadores, que incluirá un centro comunitario, servicios médicos y áreas recreativas. Esta transformación responde a la demanda de vivienda asequible en una zona estratégica de Miami-Dade.
¿Cuál es la situación actual del mercado inmobiliario en Miami?
El mercado inmobiliario de Miami está experimentando un auge en los precios debido a la llegada de nuevos residentes de alto poder adquisitivo, lo que ha dificultado el acceso a viviendas asequibles para las familias de menores ingresos. Esta situación ha provocado el desplazamiento de muchas familias que no pueden competir con el alza de los alquileres.
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