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La Unión Eléctrica de Cuba (UNE) informó este martes a las 14:30 horas que la Unidad 6 de la Central Termoeléctrica (CTE) “Máximo Gómez” quedó fuera de sistema tras producirse una fuerte oscilación en las redes eléctricas, provocada por el disparo de una de las líneas de 220 kV que enlazan Mariel con La Habana.
Esta es la segunda salida de servicio en pocos días para este bloque generador. El pasado viernes 26 de septiembre, la Unidad 6 se vio obligada a detener operaciones debido a contaminación del aceite y vibraciones en la bomba de agua alimentadora.
La comunicación oficial no ofreció detalles sobre el alcance de la nueva avería ni sobre los trabajos de reparación que se acometerán, y tampoco precisó cuándo podría reincorporarse al Sistema Eléctrico Nacional (SEN).
Este tipo de salidas imprevistas agrava la ya frágil situación energética del país, donde las fallas técnicas recurrentes en las principales termoeléctricas —junto con la falta de combustible— han provocado prolongados apagones en todo el territorio nacional.
Cuba termina septiembre con el sistema eléctrico en caída libre y apagones de 24 horas
El Sistema Eléctrico Nacional (SEN) amaneció este martes con un déficit de más de 1,100 megavatios (MW) y un pronóstico de apagones de hasta 1,840 MW para el horario pico, en lo que marca el cierre de septiembre como el mes más crítico del año.
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Según el parte oficial de la UNE, la afectación máxima del lunes alcanzó los 1,798 MW a las 20:00 horas, con interrupciones durante todo el día y la madrugada de hoy. A las seis de la mañana, la disponibilidad del SEN era de 1,670 MW, frente a una demanda de 2,840 MW, lo que dejó a más de 1,196 MW de consumo sin respaldo.
El informe detalla que permanecen averiadas la Unidad 2 de Felton, la Unidad 5 de Nuevitas y las Unidades 3 y 5 de Renté, mientras están en mantenimiento la Unidad 1 y 2 de Santa Cruz y la Unidad 4 de la Carlos Manuel de Céspedes en Cienfuegos. Además, las limitaciones térmicas suman otros 385 MW fuera de servicio.
A ello se suma la falta de combustible: 43 centrales de generación distribuida están paradas (398 MW) y 181 MW están indisponibles por ausencia de lubricantes, lo que representa una pérdida total de 579 MW.
Aunque los 31 parques solares fotovoltaicos entregaron el lunes 3,006 MWh con un pico de 597 MW, ese aporte resulta insuficiente para compensar la creciente demanda.
La UNE prevé que para el horario pico de este martes la disponibilidad sea de apenas 1,780 MW, frente a una demanda de 3,550 MW, lo que se traduciría en un déficit de 1,770 MW y apagones de hasta 1,840 MW en caso de mantenerse las condiciones previstas.
En la capital, la Empresa Eléctrica de La Habana informó en sus redes sociales que durante el lunes el servicio estuvo afectado por más de 23 horas continuas, con una máxima interrupción de 170 MW a las 20:50 horas.
Aunque la programación preveía cortes rotativos por bloques, la compañía reconoció que los seis bloques resultaron impactados, por lo que no pudo cumplirse el esquema establecido. Al cierre del parte, todavía permanecían 40 MW fuera de servicio, y la entidad recordó que estas afectaciones dependen de las condiciones generales del SEN y no siempre se ajustan a lo planificado.
Un septiembre de colapsos y protestas
Los datos oficiales confirman que septiembre fue el mes más difícil del año para el SEN. Desde la primera semana se reportaron apagones cercanos a los 2,000 MW, con cortes que se prolongaban durante el día y la noche.
El 8 de septiembre se produjo un colapso parcial que dejó sin electricidad a gran parte del oriente del país. Apenas dos días después, el 10 de septiembre, ocurrió un apagón general que desconectó a toda la isla.
El quinto colapso del SEN en menos de un año costó días en solucionarse, dejando en evidencia la extrema vulnerabilidad del sistema. Sin embargo, el gobernante Miguel Díaz-Canel sacó pecho y afirmó que habían logrado restablecer el SEN en "tiempo récord".
A lo largo del mes, los déficits diarios superaron con frecuencia los 1,700 MW, con afectaciones constantes de 24 horas. A las averías se sumaron incendios y roturas en las principales termoeléctricas: la Antonio Guiteras en Matanzas, la Felton en Holguín, la Renté en Santiago de Cuba, la Máximo Gómez en Mariel y la Carlos Manuel de Céspedes en Cienfuegos.
Cada incidencia dejó fuera de servicio cientos de megavatios y obligó a depender de una generación distribuida que tampoco pudo sostenerse por la falta de diésel.
El deterioro del servicio eléctrico desató también protestas en diferentes provincias. En barrios de La Habana, Santiago y Holguín, vecinos salieron a las calles para exigir el restablecimiento del servicio tras apagones que superaban las 20 horas.
Los cacerolazos, cortes de calles y gritos de “¡Queremos luz!” se multiplicaron durante las noches más críticas, bajo fuerte vigilancia policial. La represión no se hizo esperar y en Gibara, por ejemplo, se produjeron arrestos y las habituales amenazas de la Seguridad del Estado.
Un sistema al límite
Con el cierre de septiembre, el SEN se encuentra al borde del colapso técnico y social. Los repetidos apagones generales y parciales, la escalada de déficits y la incapacidad para mantener en servicio a las principales centrales térmicas muestran un sistema sin margen de recuperación inmediata.
La población, cada vez más castigada por la oscuridad, despide el mes con la certeza de que los apagones seguirán marcando la cotidianidad de Cuba, mientras la crisis energética se profundiza sin perspectivas claras de solución.
Preguntas frecuentes sobre la crisis eléctrica en Cuba
¿Por qué salió de servicio la Unidad 6 de la termoeléctrica del Mariel?
La Unidad 6 de la termoeléctrica del Mariel salió de servicio por una fuerte oscilación en las redes eléctricas, causada por el disparo de una línea de 220 kV entre Mariel y La Habana. Esta es la segunda vez en pocos días que la unidad enfrenta problemas, anteriormente debido a contaminación del aceite y vibraciones en la bomba de agua alimentadora.
¿Cuál es la situación actual del Sistema Eléctrico Nacional (SEN) en Cuba?
El Sistema Eléctrico Nacional de Cuba está en una situación crítica, con un déficit de más de 1,100 megavatios (MW) y apagones prolongados que afectan a toda la isla. Las principales termoeléctricas sufren averías y falta de combustible, lo que dificulta aún más la capacidad de generar energía suficiente para cubrir la demanda del país.
¿Qué medidas está tomando el gobierno cubano para resolver la crisis energética?
Hasta el momento, no se han anunciado medidas concretas por parte del gobierno cubano para resolver la crisis energética. Las soluciones propuestas, como la incorporación de parques solares, no son suficientes para compensar la demanda creciente de electricidad. La inestabilidad del sistema y la falta de planificación reflejan una gestión ineficaz por parte del régimen.
¿Cómo afecta esta crisis eléctrica a la vida cotidiana de los cubanos?
La crisis eléctrica en Cuba afecta gravemente la vida cotidiana de los ciudadanos, con apagones de más de 20 horas diarias en muchas regiones. Esto impacta la conservación de alimentos, el acceso al agua, los servicios básicos y genera un clima de desesperación y protestas en diferentes provincias del país.
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