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La masonería cubana eligió este sábado a Manuel Valdés como nuevo Gran Maestro de la Gran Logia de Cuba, en una jornada marcada por tensiones internas y advertencias sobre posibles interferencias externas, según mensajes difundidos por el masón y opositor Ángel Santiesteban-Prats.
En las comunicaciones, los masones celebran la salida del anterior liderazgo y anuncian que la sesión continuaría para formalizar los pasos posteriores, mientras piden que las autoridades reconozcan el resultado.
De acuerdo con los reportes, funcionarios gubernamentales que en días previos se reunieron con logias en varias provincias habrían asegurado que respetarían lo que sucediera en la Gran Logia, un compromiso que los masones exigen que se cumpla.
Los comunicados recuerdan que en ocasiones anteriores —tras la imposición de Urquía— las decisiones de la Cámara Masónica no fueron reconocidas, lo que encendió la disputa de la que surge la elección de Valdés.
El contexto fue descrito como una “lucha inédita” dentro de la institución.
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Denuncian que el anterior dirigente, Filema, habría intentado abrir la Cámara sin la presencia de las logias que fueron suspendidas tras votar por su separación del cargo, y que la mayoría demanda un proceso con todos los representantes.
En paralelo, apuntan que la Seguridad del Estado vigilaría los alrededores de la sede y hogares de algunos miembros, ante lo cual temen intervenciones o arrestos si los masones “imponen la democracia”.
Las comunicaciones aseguran que, de no validarse la elección, el conflicto escalaría a una “batalla internacional” dentro del ámbito masónico.
"La intención es desgastar a los masones y su pobre economía, a los que han hecho venir a La Habana desde los confines del país, para irlos cansando", denunció Santiesteban-Prats.
La elección de Manuel Valdés se presenta, así, como un punto de inflexión para la Gran Logia de Cuba: sus promotores la celebran como un paso hacia una “segunda independencia” de la masonería respecto de injerencias ajenas a la institución, y como un retorno a la normalidad estatutaria.
A falta de pronunciamientos oficiales detallados, los propios masones reclaman respeto a lo decidido, apertura de la Cámara con todas las logias y una validación inequívoca del nuevo Gran Maestro, al que ya felicitan en los canales internos.
La masonería cubana, golpeada en 2024 por el escándalo de corrupción que implicó al ex Gran Maestro Mario Urquía Carreño, vive hoy una gran crisis.
El escándalo ha generado una crisis de reputación dentro de la masonería cubana, agravada por la injerencia del régimen en sus asuntos internos.
La Gran Logia de Cuba enfrenta un descrédito público y una división interna, además de la intervención estatal que ha sido percibida como un intento de controlar la institución.
Preguntas frecuentes sobre la crisis en la masonería cubana
¿Quién es el nuevo Gran Maestro de la Gran Logia de Cuba?
Manuel Valdés ha sido elegido como el nuevo Gran Maestro de la Gran Logia de Cuba en un contexto de crisis interna y denuncias de injerencia estatal. Su elección es vista como un intento de restaurar la autonomía de la institución frente a la interferencia del régimen cubano.
¿Qué conflictos ha enfrentado la masonería cubana recientemente?
La masonería cubana ha estado inmersa en un conflicto interno debido a la destitución del anterior Gran Maestro, Mayker Filema Duarte, acusado de intentar perpetuarse en el cargo con el respaldo del régimen. Además, la institución ha denunciado la injerencia gubernamental en sus asuntos internos, incluyendo la imposición de líderes afines al gobierno y amenazas de congelación de cuentas bancarias.
¿Cómo ha respondido el gobierno cubano ante la crisis masónica?
El gobierno cubano ha intervenido en la crisis masónica respaldando a líderes cuestionados como Mayker Filema Duarte y designando nuevas figuras cercanas al régimen, como Lázaro Cuesta Valdés. Esta intervención ha sido percibida como un intento de controlar la institución, lo que ha generado tensiones con la comunidad masónica que defiende su autonomía y principios fundacionales.
¿Qué medidas han tomado los masones cubanos para enfrentar la intervención estatal?
Los masones cubanos han optado por la movilización y la unidad para defender su autonomía. Han realizado sesiones en la calle y han rechazado las imposiciones del gobierno, como la designación de líderes afines al régimen. La comunidad masónica ha reafirmado su compromiso con sus principios fundacionales y ha decidido resistir cualquier intento de control estatal sobre sus asuntos internos.
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