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El Tribunal Supremo Popular informó este lunes que el exministro de Economía y Planificación de Cuba, Alejandro Miguel Gil Fernández, fue condenado a cadena perpetua por delitos de espionaje, corrupción y cohecho, entre otros cargos.
La sentencia fue notificada oficialmente el 8 de diciembre de 2025, tras dos procesos penales celebrados en noviembre.
Según la nota oficial, Gil Fernández fue hallado culpable de espionaje, actos en perjuicio de la actividad económica o de la contratación, cohecho, sustracción y daño de documentos oficiales, violación de sellos y normas de protección de documentos clasificados, varios de ellos con carácter continuado.
Por estos delitos, el tribunal impuso una sanción conjunta de privación perpetua de libertad.
En un segundo proceso, el exministro fue también declarado responsable de cohecho continuado, falsificación de documentos públicos, tráfico de influencias y evasión fiscal, por lo que recibió una segunda condena de 20 años de cárcel.
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Ambas penas incluyen además la confiscación de bienes, la prohibición de ejercer cargos públicos y la privación de derechos ciudadanos.
El tribunal justificó las condenas con base en los artículos 147 de la Constitución y 29 y 71 del Código Penal, argumentando la “alta lesividad social” de los hechos y calificando el comportamiento de Gil Fernández como una “degradación ética, moral y política”.
El texto oficial asegura que el exministro “engañó a la dirección del país y al pueblo”, sobornó a funcionarios para obtener beneficios personales y entregó información clasificada a servicios del enemigo.
El régimen enmarcó el caso dentro de la narrativa de “traición a la patria”, señalando que la conducta del exministro violó la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción, de la cual Cuba es signataria.
La referencia al Artículo 4 de la Constitución, que considera la traición como “el más grave de los crímenes”, subraya el carácter político y ejemplarizante de la sentencia.
Gil Fernández, que fue una de las figuras más visibles del gabinete de Miguel Díaz-Canel, había caído en desgracia a inicios de 2024, cuando fue destituido sin explicaciones.
Su proceso se convirtió en uno de los más mediáticos de los últimos tiempos, recordando los juicios políticos de la era soviética, donde la “traición” servía de pretexto para castigar el colapso del sistema.
El comunicado del Tribunal añade que tanto el acusado como la Fiscalía pueden interponer recursos en un plazo de diez días, y que la propia sentencia de cadena perpetua será apelada de oficio como “garantía procesal”.
Si se ratifica su culpabilidad, las penas se unificarán en una sanción única y definitiva, según lo previsto en el Artículo 86 del Código Penal vigente.
Con esta condena, el régimen busca enviar una señal de “tolerancia cero” ante la corrupción, mientras la población vive en una de las peores crisis económicas y sociales de las últimas décadas, marcada por apagones, inflación, migración masiva y hambre.
Preguntas frecuentes sobre la condena de Alejandro Gil Fernández
¿Por qué fue condenado a cadena perpetua Alejandro Gil Fernández?
Alejandro Gil Fernández fue condenado a cadena perpetua por delitos de espionaje, corrupción y cohecho, entre otros cargos. El Tribunal Supremo Popular de Cuba determinó su culpabilidad en varios actos ilegales, incluidos la sustracción y daño de documentos oficiales y la violación de sellos y normas de protección de documentos clasificados.
¿Qué otras penas enfrenta Alejandro Gil Fernández además de la cadena perpetua?
Además de la cadena perpetua, Alejandro Gil Fernández enfrenta una segunda condena de 20 años de cárcel por cohecho continuado, falsificación de documentos públicos, tráfico de influencias y evasión fiscal. Ambas penas incluyen la confiscación de bienes, la prohibición de ejercer cargos públicos y la privación de derechos ciudadanos.
¿Qué repercusiones tiene el caso de Alejandro Gil Fernández para el régimen cubano?
El caso de Alejandro Gil Fernández es un intento del régimen cubano de enviar una señal de "tolerancia cero" ante la corrupción, en medio de una crisis económica y social sin precedentes. Sin embargo, también pone de manifiesto las fracturas internas en el aparato del Estado y del Partido Comunista de Cuba, generando dudas sobre la transparencia y credibilidad del sistema judicial en la isla.
¿Cómo ha reaccionado la familia de Gil Fernández ante el juicio y la condena?
La familia de Alejandro Gil Fernández ha expresado su desacuerdo con las acusaciones y el proceso judicial. Su hermana, María Victoria Gil, ha declarado que Gil niega todos los delitos imputados y ha criticado el juicio como un intento de silenciar "verdades incómodas". La familia también ha denunciado falta de transparencia y manipulación en el proceso judicial.
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