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La dirigente opositora venezolana María Corina Machado logró salir de Venezuela el martes en una operación secreta apoyada por Estados Unidos, según revelaron fuentes diplomáticas al diario The Wall Street Journal.
La activista habría escapado en lancha desde la costa occidental del país hacia la isla de Curazao, desde donde fue trasladada en un avión privado con destino a Oslo, Noruega, informó el rotativo.
El vuelo privado habría partido desde Miami y recogido a Machado en Curazao, realizando una escala técnica en Bangor (Maine, EE.UU.) antes de continuar hacia Europa.
Su viaje coincidió con la víspera de la ceremonia del Premio Nobel de la Paz, donde su hija Ana Corina Sosa Machado recibió el galardón en su nombre.
Machado permanecía en la clandestinidad desde hacía 16 meses, evadiendo una orden de arresto del régimen de Nicolás Maduro.
Más de un centenar de sus colaboradores están presos y otros han debido esconderse o exiliarse para evitar ser capturados por los servicios de inteligencia del chavismo.
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El viaje fue planeado en absoluto secreto y coordinado con aliados internacionales para proteger su vida y garantizar su salida del país.
Los rumores sobre su paradero circularon durante días, alimentados incluso por voceros del régimen chavista, que afirmaban falsamente que la dirigente había salido del país semanas antes.
“Muchas personas han arriesgado sus vidas para que yo pudiera viajar a Oslo. Les estoy muy agradecida, esto es una muestra del significado que este reconocimiento tiene para el pueblo venezolano”, declaró Machado en una llamada telefónica con el Comité del Nobel.
Machado añadió que “no lograría llegar a tiempo a la ceremonia, pero que ya estaba en camino a Oslo”.
El Comité Nobel no reveló detalles del momento ni el lugar exacto desde donde se realizó la llamada.
El Gobierno de Maduro no ha emitido comentarios oficiales sobre la salida de Machado, quien tenía prohibición de salida del país desde hace más de una década.
La opositora había sido objeto de una campaña de persecución política y amenazas, incluyendo la vigilancia constante por parte de los servicios de inteligencia venezolanos.
En declaraciones a la emisora pública noruega NRK, el director del Instituto Nobel, Kristian Berg Harpviken, confirmó que el traslado fue “más complicado de lo previsto” debido a las amenazas contra la vida de Machado.
“Vive bajo una amenaza de muerte del régimen, pura y simplemente. Esa amenaza se extiende más allá de las fronteras de Venezuela”, señaló.
En mayo, cinco colaboradores cercanos a Machado, que permanecieron refugiados durante un año en la embajada de Argentina en Caracas, también lograron salir del país en una operación secreta apoyada por Estados Unidos.
Los detalles de aquella operación —al igual que los de la fuga de Machado— se mantienen bajo reserva por razones de seguridad.
La opositora venezolana ha sido una de las voces más firmes contra el régimen chavista, denunciando la corrupción, la represión y la crisis humanitaria que enfrenta Venezuela.
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