Nicolás Maduro volvió a protagonizar un episodio insólito en medio de la creciente tensión entre Venezuela y Estados Unidos.
Durante un acto político en Caracas, el dictador venezolano interrumpió su discurso para cantar y bailar fragmentos de la canción Don’t Worry, Be Happy, popularizada por Bobby McFerrin en 1988, en un mensaje dirigido -según sus propias palabras- a los ciudadanos estadounidenses que rechazan una escalada militar.
Con un sombrero de paja caribeño de ala ancha y micrófono en mano, Maduro se dirigió al público y afirmó: "A los ciudadanos estadounidenses que están en contra de la guerra, les respondo con una canción muy famosa: Don’t worry, be happy".
A continuación, entonó algunos versos adaptados al momento político: "No a la guerra, sé feliz. No, no a la guerra loca, sé feliz", mientras acompañaba la escena con movimientos de baile ante sus seguidores.
El gesto ocurrió en un contexto marcado por el aumento de la presión internacional sobre su gobierno y por hechos recientes que han elevado la confrontación con Washington, entre ellos la incautación de un petrolero frente a las costas venezolanas por orden de un juez estadounidense.
El buque, según las autoridades de Estados Unidos, tenía vínculos con el contrabando de petróleo iraní y en esta ocasión transportaba crudo venezolano.
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El régimen chavista calificó el hecho como un "robo descarado" y un "acto de piratería".
En sus declaraciones posteriores, Maduro vinculó su mensaje musical a la exigencia de un "cese del intervencionismo ilegal y brutal" y volvió a denunciar las políticas de "cambio de régimen" impulsadas, según él, por Estados Unidos.
Lejos de limitarse al tono musical, el mandatario combinó el canto con un discurso de confrontación.
En ese mismo acto pidió a campesinos y pescadores del país estar preparados para "partirle los dientes" a Estados Unidos si hiciera falta.
"Las mismas manos productivas que tenemos son las manos que agarran los fusiles, los tanques, los misiles para defender esta tierra sagrada de cualquier imperio invasor, de cualquier imperio agresor", afirmó durante la marcha por el 166 aniversario de la Batalla de Santa Inés.
Maduro insistió en que el país debe mantenerse en actitud de "guerreros", trabajando y produciendo, pero también listos para responder militarmente.
Según dijo, existe un "poderoso movimiento de opinión pública" en el mundo que rechaza una agresión militar de Estados Unidos contra Venezuela y el Caribe, argumento que utilizó para reforzar su narrativa de resistencia frente a Washington.
La escena del canto coincidió, además, con un día simbólicamente incómodo para el chavismo.
Mientras Maduro bailaba en Caracas, la líder opositora María Corina Machado viajaba hacia Oslo, adonde logró llegar tras salir de Venezuela en una operación secreta luego de más de un año en la clandestinidad.
Aunque no pudo arribar a tiempo a la ceremonia oficial de entrega del Premio Nobel de la Paz, su hija lo recibió en su nombre, en un acto que puso nuevamente bajo los reflectores internacionales la crisis política venezolana y la persecución a la disidencia.
Estos gestos se producen mientras Venezuela enfrenta un fuerte aislamiento internacional, nuevas sanciones y un despliegue militar estadounidense en el Caribe que Washington justifica como parte de operaciones contra el narcotráfico y el contrabando de petróleo.
El gobierno venezolano, por su parte, lo presenta como una amenaza directa.
En ese clima, Maduro ha intensificado su retórica belicista y ha ordenado al alto mando militar mantener la "alerta máxima", al tiempo que su gobierno destaca ejercicios militares conjuntos con aliados como Rusia, Irán y China.
Todo ello contrasta con la escena de un dictador que, entre consignas y advertencias de guerra, optó por cantar una antigua canción pop estadounidense como respuesta política, en un momento de alta tensión nacional e internacional.
Preguntas Frecuentes sobre las Tensiones entre Venezuela y Estados Unidos
¿Por qué Nicolás Maduro cantó "Don't Worry, Be Happy" a los estadounidenses?
Nicolás Maduro cantó "Don't Worry, Be Happy" como un mensaje a los ciudadanos estadounidenses que rechazan la guerra, en un intento de promover la paz en medio de las crecientes tensiones entre Venezuela y Estados Unidos. Esta acción se enmarca en un contexto de confrontación política y militar con Washington.
¿Qué incidentes recientes han aumentado las tensiones entre Venezuela y Estados Unidos?
Las tensiones han aumentado debido a la incautación de un petrolero por parte de Estados Unidos frente a las costas venezolanas, acusado de contrabando de petróleo iraní, y el despliegue militar estadounidense en el Caribe, que el gobierno de Maduro califica de amenaza imperialista.
¿Cómo ha respondido Venezuela a las acciones de Estados Unidos?
Venezuela ha intensificado su retórica belicista y ha ordenado al alto mando militar mantener la "alerta máxima". Además, Maduro ha insistido en que el país debe estar preparado para una defensa militar, enfatizando la resistencia frente a lo que considera una agresión extranjera.
¿Qué papel juegan las sanciones y las operaciones militares en la confrontación actual?
Las sanciones y las operaciones militares de Estados Unidos buscan debilitar el gobierno de Maduro al atacar su industria petrolera y aumentar la presión política y económica sobre Venezuela. Estas medidas forman parte de una estrategia más amplia de Washington para forzar un cambio de régimen en el país sudamericano.
¿Qué acciones ha tomado Maduro en respuesta a las presiones internacionales?
Maduro ha reforzado su discurso de resistencia y antiimperialismo, ordenando ejercicios militares conjuntos con aliados como Rusia, Irán y China, y manteniendo una postura desafiante ante las acciones de Estados Unidos. Además, ha pedido a la población venezolana prepararse para defender el país ante cualquier invasión extranjera.
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