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La reconversión de contenedores en viviendas permanentes avanza en Guantánamo como respuesta a los daños de Óscar y Melissa, pero lejos de ser una solución amplia o gratuita, implica endeudamiento, reducción del espacio habitacional y expectativas ajustadas a la escasez.
En el municipio de San Antonio del Sur, el asentamiento de Buena Vista se presenta como experiencia piloto dentro de la estrategia de desarrollo local hasta 2030.
Allí se levantan las primeras 15 viviendas construidas a partir de contenedores metálicos, destinadas a familias que lo perdieron todo tras el paso del huracán Óscar (2024) y, más recientemente, Melissa, informó el periódico oficial Venceremos.
Yaimara Jiménez de Castro Londres es una de las beneficiarias. Madre de dos niños, vive alquilada en Guantánamo mientras espera la entrega de una vivienda que sustituirá la casa de madera destruida por el ciclón.
Aunque la propuesta es asumida con gratitud, su madre reconoce que el nuevo hogar será más pequeño que el anterior y que el alivio no elimina el sacrificio económico de haber tenido que pagar un alquiler durante meses.
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“Estamos muy conformes con esta propuesta porque peor es no tener nada y aunque el país vive tiempos difíciles hace este esfuerzo por nosotros, así que se agradece, además no es fácil vivir en un alquiler aunque sea de apenas 2,000 pesos. La casa nueva será un cambio radical, porque la antigua era de madera, y aunque el contenedor es más pequeño, al menos luce seguro y confortable. Esperamos que todo termine lo más pronto posible”, dijo Mariela Londres Díaz, madre de Yaimara.
El patrón se repite en otras familias. Virgen Guibert Ortiz y su madre Lina Ortiz-Mezón, damnificadas por deslizamientos de tierra e inundaciones, aceptan que seis personas deberán adaptarse a un espacio reducido.
“Somos seis, y la verdad que vamos a estar apretados ahí, pero veremos qué pasa, ahora mismo nuestra mayor necesidad es tener un techo y un hogar nuestro”, refirió Guibert.
La urgencia de tener un techo propio pesa más que las limitaciones de superficie o confort, una lógica que convierte la necesidad en argumento suficiente para legitimar la solución.
Las autoridades locales reconocen que el proyecto no es barato. La adaptación de los contenedores requiere insumos eléctricos, hidráulicos, carpintería, mobiliario y urbanización, en un contexto de escasez generalizada.
Aun así, las viviendas no serán gratuitas, sino que “se entregarán bajo el sistema de reposición y que los beneficiarios pagarán a crédito, con precios subsidiados, tal como establece la política de la vivienda estatal”, subrayó el medio de prensa sin precisar el costo total.
Desde la Dirección Municipal de Vivienda se defiende la iniciativa como una alternativa “rápida y resistente”, ejecutada con la participación de múltiples empresas y brigadas de varios municipios.
El cronograma prevé la entrega inicial de 15 viviendas, con posibilidades de ampliación futura del asentamiento. Sin embargo, esa ampliación es solo una promesa condicionada a recursos que hoy no están garantizados.
El proyecto de Buenavista expone una constante de la gestión habitacional en Cuba: soluciones de emergencia que se presentan como innovadoras, pero que trasladan el costo de la precariedad a las familias afectadas.
Ni gratuitas ni amplias, las casas-contenedores ofrecen seguridad básica frente a eventos climáticos, pero también normalizan la reducción del estándar habitacional como precio inevitable de sobrevivir a la crisis.
El gobierno cubano está impulsando la reconversión de contenedores marítimos como viviendas debido al colapso habitacional que enfrenta el país.
La falta de materiales de construcción y el déficit de más de 800,000 viviendas han llevado al régimen a buscar soluciones alternativas. Sin embargo, esta medida ha sido criticada por su improvisación y falta de planificación estructural adecuada.
Las principales críticas se centran en la falta de aislamiento térmico y ventilación adecuada en los contenedores. En el clima caluroso de Cuba, estas estructuras pueden convertirse en "hornos solares", haciendo inhabitables las viviendas. Además, la falta de una infraestructura adecuada y la inseguridad ante fenómenos climáticos han generado rechazo entre la población.
Preguntas frecuentes sobre la reconversión de contenedores en viviendas en Cuba
¿Por qué el gobierno cubano está convirtiendo contenedores en viviendas?
El gobierno cubano está impulsando la reconversión de contenedores marítimos en viviendas como una respuesta al colapso habitacional que enfrenta el país. La falta de materiales de construcción y el déficit de más de 800,000 viviendas han llevado al régimen a buscar soluciones alternativas. Sin embargo, esta medida ha sido criticada por su improvisación y falta de planificación adecuada.
¿Cuáles son las principales críticas a las viviendas hechas de contenedores en Cuba?
Las principales críticas se centran en la falta de aislamiento térmico y ventilación adecuada en los contenedores. En el clima caluroso de Cuba, estas estructuras pueden convertirse en "hornos solares", haciendo inhabitables las viviendas. Además, la falta de infraestructura adecuada y la inseguridad ante fenómenos climáticos han generado rechazo entre la población.
¿Son gratuitas las viviendas de contenedores en Guantánamo?
No, las viviendas de contenedores en Guantánamo no son gratuitas. Estas se entregarán bajo el sistema de reposición y los beneficiarios pagarán a crédito, con precios subsidiados, según la política de vivienda estatal. La adaptación de los contenedores implica costos significativos debido a la necesidad de insumos eléctricos, hidráulicos, carpintería, mobiliario y urbanización.
¿Cuál es el estado actual del proyecto de viviendas de contenedores en Guantánamo?
El proyecto de viviendas de contenedores en Guantánamo avanza lentamente, con solo 23 de los 60 contenedores previstos comenzando a instalarse. Las autoridades prometieron terminar dos módulos por día, pero el ritmo ha sido más lento de lo esperado. El cronograma prevé la entrega inicial de 15 viviendas, con posibilidades de ampliación futura del asentamiento, aunque esta expansión depende de recursos que no están garantizados actualmente.
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