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En un contexto de creciente desaprobación pública y tensiones en el ámbito migratorio, el Gobierno de Estados Unidos habría comenzado a modificar su enfoque en materia de control migratorio, según reportó una fuente local a partir de declaraciones del DHS.
El nuevo enfoque dejaría de lado las redadas visibles y masivas, para priorizar operaciones orientadas a objetivos específicos.
Los agentes se concentrarán en detener a inmigrantes indocumentados que hayan sido condenados por delitos graves, especialmente crímenes considerados "atroces", según fuentes del DHS.
Atrás parecen quedar las redadas masivas ampliamente publicitadas. En su lugar, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) se prepara para implementar tácticas más focalizadas, priorizando la detención de inmigrantes indocumentados con antecedentes penales graves.
El giro del DHS: De redadas públicas a objetivos específicos
En este nuevo contexto, el DHS ha comenzado a ajustar sus métodos.
“Las redadas radicales no están siendo bien recibidas por el público”, remarcó NewsNation.
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Según reportó Ali Bradley, corresponsal fronteriza del citado medio, el cambio de enfoque tiene un nombre propio: Gregory Bovino, comandante de la Patrulla Fronteriza de EE.UU., quien lidera los equipos responsables de ejecutar estas operaciones.
“Los equipos de la Patrulla Fronteriza bajo el mando del comandante Gregory Bovino cambiarán de táctica en sus operaciones de cumplimiento en curso”, informó Bradley.
En palabras de Bradley:
“No los veremos necesariamente deteniendo a la gente en la calle como hemos visto, y en esta situación, se trató de una redada en Home Depot. Sí vimos a alguien correr, y presenciamos esta detención en tiempo real”.
Además, aunque se mantendrán algunos controles de tráfico, el objetivo ya no es interceptar a cualquier inmigrante sin papeles, sino priorizar aquellos con antecedentes delictivos significativos.
Redadas masivas: Rechazo público y consecuencias políticas
Las operaciones de deportación a gran escala, como las ejecutadas en lugares públicos como tiendas Home Depot o lavaderos de autos, se han vuelto una imagen recurrente de la política migratoria estadounidense. Sin embargo, estas tácticas han enfrentado un creciente rechazo.
Según una encuesta del Public Religion Research Institute (PRRI), la aprobación ciudadana de la gestión migratoria del presidente Donald Trump cayó del 42 % en marzo al 33 % en diciembre.
Por su parte, otro sondeo de YouGov reveló que la mayoría de los estadounidenses desaprueban las redadas masivas realizadas por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
Para los inmigrantes, el impacto ha sido aún más profundo. Una encuesta conjunta de KFF y The New York Times encontró que casi la mitad de los inmigrantes encuestados aseguran sentirse menos seguros desde el regreso de Trump a la Casa Blanca.
¿Fin de las redadas públicas?: No del todo
Pese al cambio de estrategia, algunas operaciones de gran escala aún seguirán en marcha.
Tal es el caso de “Catahoula Crunch”, desplegada recientemente en Nueva Orleans, que ha resultado en más de 250 arrestos en una semana y que, según el DHS, tiene como objetivo final alcanzar las 5,000 detenciones.
“Aunque las tácticas están cambiando, operaciones como ‘Catahoula Crunch’ en Nueva Orleans continuarán”, advirtió NewsNation.
Este matiz revela que el giro no representa una retirada total del enfoque duro, sino más bien una recalibración táctica ante una opinión pública menos tolerante con el despliegue excesivo de fuerza migratoria.
Ciudades marcadas por las redadas y la protesta
Durante 2025, la Patrulla Fronteriza ha ejecutado operaciones visibles en ciudades como Los Ángeles, Chicago y Charlotte (Carolina del Norte). Estos despliegues no pasaron desapercibidos: generaron protestas, confrontaciones con agentes y múltiples acusaciones de abusos.
En muchos casos, los inmigrantes fueron interceptados basándose en factores como la etnia, el acento, el idioma, o simplemente por encontrarse en un lugar determinado en el momento equivocado.
Este tipo de perfiles de riesgo difuso ha sido duramente criticado por activistas y abogados de derechos humanos, quienes denuncian un ambiente de hostigamiento racial y discriminatorio, aún vigente bajo el nuevo esquema.
El componente político del cambio
La migración sigue siendo una pieza clave del discurso del presidente Trump, tanto en su primer mandato como ahora en su segundo periodo al frente de la Casa Blanca. Sin embargo, el costo político de las tácticas extremas parece haber encendido las alarmas dentro de su administración.
Según The Hill, “el cambio se produce en medio de una racha de encuestas negativas para el presidente Trump por su ofensiva contra la inmigración”, lo que apunta a un ajuste táctico más que ideológico.
A nivel estratégico, la nueva política migratoria busca mostrar un gobierno activo en la seguridad fronteriza, pero menos propenso a escenificaciones públicas que erosionan el respaldo electoral, especialmente entre votantes independientes y comunidades latinas moderadas.
¿Qué pueden esperar los inmigrantes a partir de ahora?
Aunque las redadas espectaculares podrían disminuir en frecuencia, el endurecimiento selectivo sigue vigente.
Para los inmigrantes sin papeles que no tienen antecedentes penales, este giro podría representar un ligero respiro en su cotidianidad.
Sin embargo, para aquellos con condenas previas, la persecución será más sistemática y focalizada.
Preguntas frecuentes sobre el cambio en la política migratoria de EE.UU.
¿Cómo ha cambiado la estrategia de redadas del DHS en Estados Unidos?
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) ha cambiado su enfoque de redadas masivas a operaciones más focalizadas, priorizando la detención de inmigrantes indocumentados con antecedentes penales graves. Este cambio busca reducir el rechazo público hacia las redadas visibles y masivas que eran comunes anteriormente.
¿Qué papel juega Gregory Bovino en el nuevo enfoque de las redadas migratorias?
Gregory Bovino, comandante de la Patrulla Fronteriza de EE.UU., es un líder clave en la implementación de las nuevas tácticas migratorias. Bovino lidera los equipos responsables de ejecutar estas operaciones más focalizadas, adaptando las tácticas para que sean menos visibles al público, como parte del giro estratégico del DHS.
¿Seguirán existiendo las redadas masivas pese al cambio de estrategia?
Algunas operaciones de gran escala, como “Catahoula Crunch” en Nueva Orleans, continuarán. Aunque el enfoque general se ha desplazado hacia operaciones más específicas, no se ha eliminado por completo el uso de redadas masivas en ciertos contextos y regiones de EE.UU.
¿Cómo afecta este cambio de política a los inmigrantes indocumentados sin antecedentes penales?
Para los inmigrantes indocumentados sin antecedentes penales, el cambio podría representar un ligero respiro. Sin embargo, esto no significa que estén completamente fuera de peligro, ya que algunas redadas masivas aún se llevarán a cabo y el clima de inseguridad persiste en ciertas áreas.
¿Qué impacto tiene la política migratoria de Trump en la percepción pública y en las comunidades inmigrantes?
La política migratoria de Trump ha generado un fuerte rechazo público, evidenciado por la caída en las encuestas de aprobación. Las comunidades inmigrantes se sienten más inseguras y vulnerables, especialmente debido a redadas que no siempre distinguen entre inmigrantes con antecedentes penales y aquellos que no los tienen. Las operaciones agresivas han creado un ambiente de miedo y tensión en varias ciudades de EE.UU.
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