Redadas del ICE dividen a los cubanos: Entre el miedo, la empatía y el “el que no la debe, no la teme”



Las redadas del ICE en Florida generaron un intenso debate entre cubanos; algunos apoyaron la legalidad y orden, mientras otros criticaron la dureza y el impacto en familias trabajadoras y solicitantes de asilo.

Agente de ICE detiene a sospechoso en West Palm Beach, Florida © Flickr / usicegov
Agente de ICE detiene a sospechoso en West Palm Beach, Florida Foto © Flickr / usicegov

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Las redadas migratorias en el sur de Florida no solo han provocado incertidumbre en las calles: también han encendido un intenso debate entre los cubanos y cubanoamericanos que siguen las noticias de CiberCuba.

La publicación del reportaje “El miedo se extiende por el sur de Florida: Nadie duerme tranquilo” desató centenares de comentarios en la página de Facebook del medio, donde quedaron reflejadas dos grandes corrientes de opinión: la de quienes apoyan los operativos del ICE y las políticas de Donald Trump, y la de quienes los condenan por su dureza y sus efectos sobre familias trabajadoras.

Captura de pantalla Facebok / CiberCuba

Un bloque a favor del orden y la legalidad

Aproximadamente el 60% de los comentarios analizados expresan respaldo a los operativos, con argumentos centrados en el respeto a la ley, la responsabilidad individual y la soberanía nacional.

“El que no la debe, no la teme” fue la frase más repetida —con más de 40 menciones directas o equivalentes—, convertida en una suerte de eslogan entre los defensores del control migratorio.

Uno de los comentarios más representativos señaló: “Cada país tiene derecho a hacer cumplir sus leyes. Si entras ilegal, sabes a lo que te expones”.


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Otros usuarios apelaron al tono moral y cívico: “Yo duermo tranquilo, porque llegué legalmente y trabajo. Los que están ilegales sabrán por qué tienen miedo”.

Este grupo salió a justificar los operativos del ICE como una necesidad de orden después de años de políticas migratorias “blandas”. Varios mencionaron que Trump “está poniendo la casa en orden” y que “el relajo de la frontera con Biden trajo delincuentes, terroristas y comunistas”.

El discurso pro-Trump, mayoritario entre los usuarios de origen cubano, asocia la política migratoria estricta con seguridad, autoridad y disciplina, valores que muchos dicen haber perdido bajo gobiernos demócratas.

Algunos incluso compararon a los inmigrantes irregulares con quienes “abusaron del sistema”, pidiendo subsidios o mintiendo en solicitudes de asilo. “Aquí hay mucha gente que vino diciendo que escapaba del comunismo, y al final siguen defendiendo dictaduras. Esos son los primeros que deberían deportar”, apuntó un usuario.

El tono de estos comentarios mezcló orgullo nacionalista estadounidense con una visión moralista del inmigrante: “Estados Unidos nos abrió la puerta, pero no es la casa de nadie. Hay que ganarse el derecho a quedarse”.

Miedo, indignación y empatía con los detenidos

Por otro lado, cerca del 35% de los comentarios expresaron indignación o preocupación por la dureza de las redadas, sobre todo por su impacto en familias trabajadoras, solicitantes de asilo o personas en proceso legal.

Un comentario que recibió decenas de reacciones resumió este sentir: “Hay gente decente que está esperando sus papeles, que trabaja, que no tiene delitos, y los están arrestando sin compasión como si fueran animales”.

Otros subrayaron el componente emocional y religioso: “Dios proteja a los emigrantes y haga reflexionar a quienes no tienen compasión”; “Pido a Dios que cubra con sus alas a los que solo buscan una vida mejor”.

Este bloque prefirió apelar al argumento humanitario y familiar, recordando que muchos migrantes llegaron huyendo de dictaduras —incluida la cubana— y que las políticas actuales “castigan a quienes vinieron a trabajar”.

“Los que hoy aplauden se olvidan de cómo llegaron. Todos fuimos inmigrantes alguna vez”.

Entre los comentarios más críticos, se percibió un tono de tristeza y decepción hacia el rumbo político del país. “En el país de las oportunidades se está acabando la libertad”, escribió un lector. Otro calificó la situación como “una guerra psicológica” y “una vergüenza internacional”.

También hubo quienes denunciaron racismo y xenofobia, señalando que “el odio hacia el latino y el inmigrante se nota en las caras de quienes celebran estas redadas”.

Los del medio: Resignación y sarcasmo

Un grupo menor —alrededor del 5% de los comentarios— mantuvo una posición ambigua o humorística.

Algunos ironizaron sobre el tono de la noticia (“CiberCDR metiendo miedo”, “Yo duermo riquísimo con aire y Netflix”) o restaron importancia al alcance de los operativos: “He visto redadas, pero solo se llevan a los que tienen récord criminal. El resto duerme tranquilo”.

Otros mostraron escepticismo hacia los medios: “Dejen de amplificar el miedo. Al final esto es prensa amarillista”.

En varios casos, se usó la comparación con Cuba como recurso retórico, ya sea para restar gravedad al tema (“En Cuba no duermen tranquilos ni con apagones”) o para criticar a los que justifican las redadas (“Ustedes que aplauden esto son los mismos que escaparon del miedo en la isla”).

Polarización política y fractura cubana

El análisis del discurso reveló una profunda fractura política entre los cubanos en el exilio. Las discusiones sobre el ICE derivaron fácilmente en enfrentamientos personales y alusiones a la política de la Isla.

Los comentarios mezclaron referencias a Fidel Castro, Díaz-Canel, Obama, Biden, Marco Rubio y Trump, en una conversación donde se cruzaron la nostalgia del exilio, el resentimiento y la identidad política.

Mientras unos exaltaron a Trump como “el único que impone respeto”, otros lo llamaron “dictador” y “verdugo”. Un comentario resumió esa brecha con amarga ironía: “Querían Trump, tomen Trump. Cojan al rubio hasta el cabo”.

Al mismo tiempo, muchos usuarios reconocieron que las divisiones entre cubanos debilitan la causa migrante. “Nosotros los cubanos nunca fuimos unidos —escribió una lectora—. A veces los americanos defienden más a los inmigrantes que nosotros mismos”.

Lenguaje emocional y polarizado

El tono general de la conversación fue altamente emocional, combativo y polarizado.

Los comentarios a favor de las redadas usaron con frecuencia verbos imperativos y moralizantes (“que los deporten”, “cumplan la ley”, “autodepórtense”), mientras los críticos apelaron a la empatía, la fe o la memoria histórica (“recuerden cómo llegamos todos”, “Dios los proteja”, “no hay compasión”).

Aparecieron también términos de fuerte carga ideológica: “fascismo”, “dictador”, “terrorista”, “comunista”, “amarillista”, “vendepatria”. El debate se convirtió en un espejo del clima político del exilio cubano, donde cada tema —incluso la inmigración— se lee a través del lente de la confrontación entre derecha e izquierda.

Conclusión

Las reacciones a la nota de CiberCuba mostraron que las redadas del ICE no solo dividen a las familias migrantes, sino también a la comunidad cubana en Florida.

Para unos, representan el retorno del orden bajo un gobierno fuerte; para otros, una traición al sueño americano que prometía amparo a quienes huyeron de la represión.

Entre ambos extremos, una frase resonó como síntesis del debate: “El que no la debe, no la teme… pero el que la sufre, tampoco olvida”.

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