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Los congresistas cubanoamericanos María Elvira Salazar, Mario Díaz-Balart y Carlos Giménez, conocidos como “los tres de Miami”, votaron en contra de extender los subsidios del Obamacare, decisión que podría provocar un aumento inmediato de las primas de seguros médicos para unos 22 millones de estadounidenses a partir de enero de 2026.
La Cámara de Representantes y el Senado, ambos bajo control republicano, cerraron sesiones hasta el próximo año sin alcanzar un acuerdo para renovar las ayudas federales que reducen los costos de las pólizas del Affordable Care Act (ACA), conocido popularmente como Obamacare, informó NBC News.
El bloqueo legislativo deja en suspenso los subsidios aprobados durante la pandemia, que expiran el 31 de diciembre y que benefician a millones de familias de clase media y trabajadora, especialmente en Florida, el estado con mayor número de inscritos en el Obamacare.
Mientras que cuatro congresistas republicanos moderados —Brian Fitzpatrick, Rob Bresnahan y Ryan Mackenzie (Pensilvania) y Mike Lawler (Nueva York)— se aliaron con los demócratas para forzar una votación de emergencia en enero, los legisladores cubanoamericanos de Miami se mantuvieron del lado del liderazgo republicano y del presidente de la Cámara, Mike Johnson (R–Louisiana), quien se opone a renovar los fondos.
La maniobra de los republicanos moderados, conocida como discharge petition, busca obligar a una votación bipartidista sobre una propuesta de tres años de extensión de los subsidios, medida que permitiría mantener estables los precios de las primas mientras se negocian reformas estructurales del sistema de salud.
Sin embargo, los representantes Salazar, Díaz-Balart y Giménez se negaron a respaldar la iniciativa, una decisión que ya ha generado fuertes críticas entre votantes de sus distritos del sur de Florida, donde cientos de miles de residentes dependen del ACA para acceder a cobertura médica asequible.
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Según NBC News, la falta de un acuerdo provocará que las primas de seguros aumenten desde enero, lo que impactará directamente a los hogares que dependen de los subsidios federales.
El senador Chuck Schumer (D–Nueva York) advirtió que, una vez entren en vigor los aumentos, será “muy difícil revertirlos”.
Por su parte, varios republicanos del Senado —entre ellos Lisa Murkowski y Mike Rounds— reconocieron que es necesario aprobar una extensión temporal de los subsidios para evitar “un golpe económico a millones de familias”.
Los demócratas planean utilizar este tema como arma electoral en las elecciones de medio término de 2026, recordando a los votantes que los republicanos —incluidos los congresistas de Miami— “volvieron a atacar el Obamacare” y pusieron en riesgo la cobertura médica de millones de estadounidenses.
El debate sanitario coincide con el periodo de inscripción abierta (open enrollment) del ACA, que termina el 15 de enero de 2026, y en medio de la nueva ofensiva del presidente Donald Trump para bajar los precios de medicamentos y seguros privados mediante acuerdos directos con farmacéuticas y aseguradoras.
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