Una misa conmemorativa por el centenario del nacimiento de Celia Cruz, la cantante cubana más universal, se celebró este martes en la Parroquia de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre, en el corazón de Centro Habana, con la presencia de artistas, diplomáticos y fieles que acudieron a rendir homenaje a la Reina de la Salsa.
El templo, símbolo de fe para los cubanos dentro y fuera de la isla, acogió una ceremonia que pocos imaginaron posible: un tributo a la artista censurada durante décadas por el régimen.
Entre los asistentes estuvieron la cantante Haila Mompié, el músico Alain Pérez, el reguetonero Yomil Hidalgo y el jefe de la misión diplomática de Estados Unidos en Cuba, Mike Hammer, quienes participaron en un acto que combinó fe, música y memoria, de acuerdo a imágenes difundidas por el periodista Wilfredo Cancio.

“Gloria a Celia, de Cuba y del mundo”, escribió Cancio en su publicación, reflejando el sentimiento de muchos cubanos que, desde el exilio o dentro del país, siguen viendo en ella un símbolo de identidad, resistencia y esperanza.
La misa, celebrada bajo el lema “Unidos por Celia”, marcó uno de los momentos más emotivos de las conmemoraciones internacionales por los 100 años del natalicio de la intérprete de “La vida es un carnaval”.
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También el medio independiente CubaNet compartió imágenes del evento, destacando la atmósfera de respeto y alegría que reinó en la iglesia.
El homenaje se realizó en paz, desafiando silenciosamente la censura que días atrás impidió la celebración de una gala artística en honor a Celia, organizada por Teatro El Público y la Fábrica de Arte Cubano (FAC).
Esa cancelación provocó una ola de indignación entre artistas y ciudadanos. En respuesta, la FAC realizó una acción simbólica: una silla vacía iluminada en el escenario, acompañada por el mensaje “Celia vive”. Hoy, esa frase resonó entre los muros del templo habanero, convertida en oración y recuerdo.
Celia Cruz, quien murió en el exilio en 2003 sin poder regresar a su país, sigue siendo una de las figuras más queridas por el pueblo cubano. Su voz, que llenó de ritmo y orgullo los hogares de varias generaciones, trascendió la política y las fronteras. A cien años de su nacimiento, su “¡Azúcar!” continúa siendo un grito de identidad nacional, una forma de decir “aquí estamos”, incluso en medio del silencio.
La misa de este 21 de octubre no solo recordó a la artista, sino también la historia de un país que la despidió sin poder abrazarla. Entre flores, rezos y canciones, Celia volvió —al menos espiritualmente— a La Habana, al barrio que la vio nacer, y a la tierra donde su voz fue prohibida pero nunca olvidada.
En los rostros de los asistentes se reflejaba la emoción de un reencuentro que la censura no logró impedir: Celia Cruz regresó a Cuba, esta vez por la puerta de la fe.
Preguntas frecuentes sobre la misa en honor a Celia Cruz en La Habana
¿Por qué fue significativa la misa en honor a Celia Cruz en La Habana?
La misa fue significativa porque representó un homenaje a Celia Cruz en su tierra natal, a pesar de la censura que sufrió durante décadas por parte del régimen cubano. Esta ceremonia religiosa, celebrada en la Parroquia de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre, permitió a los cubanos rendir tributo a una de las figuras más emblemáticas de su cultura, reafirmando su legado de identidad y resistencia.
¿Qué obstáculos enfrentó el homenaje a Celia Cruz en Cuba?
El homenaje a Celia Cruz enfrentó la censura del régimen cubano, que impidió la realización de una gala artística en su honor organizada por el Teatro El Público y la Fábrica de Arte Cubano (FAC). La cancelación de este evento generó indignación entre artistas y ciudadanos, y fue vista como una continuación de las políticas de censura que la artista enfrentó durante su vida.
¿Cómo respondió la comunidad artística a la censura del homenaje a Celia Cruz?
La Fábrica de Arte Cubano realizó una acción simbólica en respuesta a la censura, colocando una silla vacía iluminada en el escenario y reproduciendo música de Celia Cruz. Esta acción de resistencia silenciosa destacó la importancia del legado de la artista y el rechazo a la censura estatal, recordando que su figura sigue viva entre los cubanos.
¿Cuál es el legado de Celia Cruz para los cubanos?
Celia Cruz representa un símbolo de talento, resistencia y cubanía para los cubanos, tanto dentro como fuera de la isla. A pesar de la censura oficial en Cuba, su música y su famoso grito de "¡Azúcar!" continúan siendo una expresión de identidad nacional y esperanza para un futuro mejor. Su legado perdura en la cultura cubana y en la música latina a nivel mundial.
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