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Los continuos robos de cables, fibra óptica e incluso postes de ETECSA en Matanzas agravan el deterioro del sistema de telecomunicaciones en Cuba, dejando a miles de usuarios sin servicio y evidenciando la incapacidad del régimen para proteger la infraestructura pública.
En los últimos días, la estatal Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (ETECSA) ha reportado nuevos hechos vandálicos contra su red en la provincia de Matanzas, con mayor incidencia en el municipio de Jagüey Grande, según informó la especialista Dailys Canales Santana, de la División Territorial de la compañía.
Entre los incidentes se encuentran el robo de tramos de fibra óptica, cables de cobre y hasta postes completos, acciones que han provocado interrupciones en los servicios de telefonía e internet, además de costosos trabajos de reposición y reparación, citó el diario oficialista Granma.
“Estas situaciones cuentan con las denuncias correspondientes y forman parte de un plan de medidas orientado a disminuir riesgos y vulnerabilidades en la infraestructura”, indicó la funcionaria.
Las afectaciones a la red también se deben a la acumulación inadecuada de desechos en postes, gabinetes y otros componentes, lo que ha provocado averías y cortes en el servicio a los usuarios.
Sin embargo, la población denuncia que los problemas persisten debido a la falta de mantenimiento, vigilancia y recursos de la empresa estatal.
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ETECSA, único proveedor de telecomunicaciones en Cuba, enfrenta una creciente ola de robos en todo el país.
En provincias como La Habana, Villa Clara y Santiago de Cuba se han reportado hechos similares, que afectan el acceso a internet y telefonía móvil en zonas rurales y urbanas.
Mientras las autoridades insisten en pedir la colaboración ciudadana para proteger la red, los cubanos critican la falta de iluminación, vigilancia y materiales de seguridad en los tendidos, lo que facilita los robos y expone el fracaso del Estado en salvaguardar los bienes públicos.
Los continuos robos de cables y materiales de cobre, en un contexto de crisis económica y mercado negro creciente, ponen de manifiesto la profunda descomposición social en la isla y el descontrol existente bajo la gestión del régimen.
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