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¿Estado o mercado cubano?: La puja coyuntural por flujos financieros externos

Con rapidez inusitada para la burocracia cubana, se anunció que en los próximos días se procederá a la comercialización de determinados productos en una red minorista estatal, en la que se podrá comprar únicamente en dólares americanos, USD

Cadcca en la Plaza San Francisco de Asís © CiberCuba
Cadcca en la Plaza San Francisco de Asís Foto © CiberCuba

Este artículo es de hace 4 años

La reciente aparición en la televisión cubana del vicepresidente de la República, acompañado de los titulares ministeriales y funcionarios del área económica y comercial, respectivamente, tuvo como finalidad hacer públicas nuevas medidas con el objetivo de “impulsar la economía y captar divisas”.

Las ideas esenciales expresadas por el vicemandatario, son: “…el dinero que está saliendo del país para adquirir equipos electrodomésticos, ciclomotores eléctricos, televisores de pantalla plana, aires acondicionados, así como partes y piezas de automotores, se estima en cifras significativas y debemos captarlo como fuente de divisas para reaprovisionar nuestra industria y las cadenas de tiendas.”

Pero, ¿cómo pudo ser eso posible? Para Valdés Mesa: “Debido a la necesidad de asegurar a la población los productos básicos de alimentación, aseo personal y limpieza; fue necesario reducir las compras de equipos electrodomésticos de gama media y alta, lo cual propició, en alguna medida, la importación de esos artículos por las personas naturales que viajan al exterior (…), compras que terminan comercializándose ilegalmente.”

Es decir: Ante las carencias de divisas reales, principal problema de la economía cubana, causada en lo fundamental, “por el recrudecimiento del bloqueo económico del Gobierno estadounidense contra el país, que ha limitado las remesas monetarias”, las prioridades sociales de la agenda gubernamental y las prácticas ilegales de algunos ciudadanos; el gobierno cubano ha decidido obtenerlas en el mercado interno y para ello aplicará políticas económicas de corte proteccionistas.

¿Cuáles son esas medidas que se implementarán? Con rapidez inusitada para la burocracia cubana, se anunció que en los próximos días se procederá a la comercialización de las referidas manufacturas en una red minorista estatal, en la que se podrá comprar únicamente en dólares americanos, USD. Para ello, unirán esfuerzos el Banco central y otros ministerios del área económica-financiera, el ente aduanal y entidades comerciales del país, entre otros.

Para la ciudadanía, sobre todo para esos millones de cubanos y cubanas que subsisten en un contexto económico carencial en aspectos vitales como los medicamentos, alimentación, transporte público, higiene ambiental, servicios básicos, protección al consumidor…, lo anunciado por las autoridades solo provoca encogimiento de hombro y miradas de asombro, sonrisas o desinterés, ante el hecho cierto de que los precios de venta son prohibitivos para sus salarios irrisorios así como el poco impacto real de las medidas para sus vidas cotidianas. En definitivas, de lo que se trata en la actual ‘coyuntura’ cubana es de sobrevivir.

Para los millones de cubanos y cubanas que subsisten en un contexto económico carencial lo anunciado por las autoridades solo provoca encogimiento de hombro y miradas de asombro, sonrisas o desinterés

Pero ¿Por qué hay cubanos que adquieren productos de todo tipo en el exterior?

Porque no se producen o no se encuentran en Cuba. Por una parte, porque el sistema productivo estatal se caracteriza por la tecnología obsoleta, poco atractivo para la inversión extranjera, baja productividad, con un millón y tantos de trabajadores en exceso, limitada autonomía para la toma de decisiones gerenciales y graves problemas de liquidez en divisas ‘verdaderas’ (dólares, euros, yenes…)(1) y la existencia de CUC depreciados debido a la emisión de grandes cantidades sin su respaldo en dólares. No obstante, y a pesar de estar conformado por solo 1800 empresas estatales, algunas operando, incluso, con pérdidas, y 200 sociedades mercantiles, es el sector que aporta el 78 % de la riqueza material del país.

El sistema productivo estatal se caracteriza por la tecnología obsoleta, poco atractivo para la inversión extranjera, baja productividad

Por otra parte, los políticos en el poder, condicionados por su singular manera de interpretar los dogmas del marxismo leninismo, siempre han sentido rechazo a la iniciativa privada, razón por la cual en el modelo económico oficial se reconoce la propiedad privada solo en determinadas actividades y sectores, otorgándole un carácter complementario y subordinado al ineficiente sector estatal.

En el modelo económico oficial se reconoce la propiedad privada solo en determinadas actividades y sectores, otorgándole un carácter complementario y subordinado al ineficiente sector estatal

Son 123 las actividades autorizadas para el autoempleo: de muy bajo valor agregado, sin encadenamiento productivo y con limitaciones significativas para su desarrollo: presión tributaria, imposibilidad de concurrir al comercio exterior, ausencia de mercados mayoristas de insumos, escasez de financiamiento nacional. Los emprendedores privados representan el 13,2 por ciento de la fuerza laboral ocupada del país.

Pero la realidad objetiva muchas veces se muestra terca y, a pesar de los pesares, el capital privado, por esencia, tiene que progresar, obtener ganancias.

El capital privado, por esencia, tiene que progresar, obtener ganancias

Aun cuando las autoridades gubernamentales reconocen que en el país existen una marcada concentración de moneda cubana entre empresarios del turismo, la alta oficialidad de los ejércitos, receptores de remesas, campesinos y cuentapropistas exitosos(2), se les prohíbe su participación en condición de inversionistas en el descapitalizado sector estatal.

¿Qué hacer entonces con todo ese capital en un marco regulatorio que imposibilita importar bienes de capital, lograr producciones y servicios exportables, acceder a mercados mayoristas de bienes, obtener productos financieros modernos y competitivos, crear sociedades mercantiles, aprovechar los conocimientos de los profesionales universitarios a los que se les impide desempeñarse como tal en el cuentapropismo, capitalizar las remesas e iniciativas de inversión de la diáspora que generen mayor valor agregado y, por consiguiente, tengan un impacto superior sobre el crecimiento económico del país? ¿Cómo ampliar el consumo de los nacionales receptores de remesas en mercados cautivos desabastecidos, sobrevalorados y con servicios de mala calidad?

Definitivamente, la solución estaba en el exterior. Los nacionales poseedores de divisas pueden viajar al exterior para comprar artículos en zona libres o mercados mayoristas de Panamá, Trinidad y Tobago, México, Guyana, Estados Unidos y otros países; importarlos y venderlos en la desabastecida Cuba.

Pagando los impuestos aduanales, las ventas de esas mercancías en el ‘mercado de la calle’ a precios inferiores a los de productos similares que se venden en la red de tiendas de la red estatal, les dejan un margen de ganancia que supera el equivalente a los ingresos de muchos años de los trabajadores estatales, a la vez que satisfacen la adquisición de bienes para la reproducción ampliada de los emprendimientos privados.

Ante la nueva realidad, valdría la pena preguntar si las producciones nacionales reanimadas con los recursos resultantes del mercado de bienes dolarizados, serán competitivas ante marcas mejor posicionadas entre los cubanos y con más prestaciones. El examen para las empresas cubanas es bien difícil. Mucho lastre tiene que soltar para lograrlo. Pero a su favor cuenta, sin dudas, la persecución a que serán sometidos en las calles y hasta en los espacios virtuales los vendedores de productos industriales.

El mercado dolarizado no resuelve el problema de liquidez en divisas ni los problemas estructurales de la económica cubana

El mercado dolarizado no resuelve el problema de liquidez en divisas ni los problemas estructurales de la económica cubana. Para superar el viejo ciclo vicioso de la economía hay que aplicar medidas de mayor alcance y calado estructural, a saber: transformar el ineficiente sistema empresarial y hacerlo funcionar como sus competidores en el mundo, desarrollar sin cortapisas el sector privado, potenciar el desarrollo local, fomentar la inversión de la emigración en todos los sectores de la economía, suprimir la dualidad monetaria y cambiaria que falsea el estado real de la economía y profundiza la diferenciación en el acceso al consumo por parte de la población, y mucho más.

Hay economistas que aseguran que las medidas adoptadas recientemente son parte de un paquete dirigidas a la supresión de la dualidad monetaria y cambiaria, implementada hace ya 25 años con el objeto de resolver el problema de liquidez en divisas del país.

Pudiera ser. Hace mucho tiempo debió haberse suprimido por lo que se ha contribuido a complejizar más la situación. Pero en mi opinión, la ‘situación coyuntural’ cubana en la que la geopolítica juega un papel importante, hace difícil devaluar gradualmente el CUC con respaldo en dólares estadounidense y otras divisas internacionales, todo ello para lograr que el CUP gane en poder adquisitivo.

A la par, y tan difícil como la medida anterior, las autoridades cubanas deberán favorecer la supresión de la dualidad monetaria y cambiaria asumiendo con realismo político un proceso que conlleva excluir del sistema presupuestado y empresarial cubano actual a casi dos millones de trabajadores innecesarios, de entre los cuales, sobresale la fuerza calificada que pudiera generar emprendimientos privados innovadores con un potencial extraordinario para dinamizar el crecimiento económico y generar prosperidad en Cuba. Todo lo anterior requiere de un respaldo financiero en divisas y a gran escala que solo puede aportar la inversión extranjera directa, los capitalistas nacionales, los trabajadores y la diáspora poseedora de recursos y capacidades gerenciales que superan los actuales requerimientos de la economía para su crecimiento sostenible.

Como es obvio, todo lo anterior tiene que lograrse a través de un modelo económico transicional que excluya el monopolio unipartidista y potencie la participación de la sociedad civil y de la ciudadanía en los procesos de toma de decisiones que les afecta y atañe.

En mi opinión, para eso falta tiempo. Las contradicciones antagónicas de la sociedad cubana serán el vehículo para que se produzca tal acontecimiento. Mientras no se cambie el actual modelo económico cubano, la novedad oportunista del mercado dolarizado, solo será una medida llamada al fracaso.

(1) El peso convertible (CUC), solo es convertible en el territorio nacional cubano

(2) Entre los que sobresalen más de 200 personas naturales con capitales superiores a los 4 millones de CUC, resultados de su gestión exitosa y bien habida como emprendedores privados

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