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Joven cubana con atrofia muscular espinal espera angustiada un permiso humanitario para viajar a EE.UU

El pasado 5 de agosto, según relató a CiberCuba, la joven recibió la negativa de la Embajada de Estados Unidos en La Habana a su solicitud de un visado humanitario para ella y su abuela. Ahora ambas esperan respuesta a una solicitud del llamado "parole".

Mercy Olivera © Facebook / Mercy Olivera
Mercy Olivera Foto © Facebook / Mercy Olivera

Este artículo es de hace 2 años

La joven cubana Mercedes (Mercy) Olivera Núñez, aquejada de una grave enfermedad neuromuscular de carácter genético, espera con angustia la respuesta de Estados Unidos a su solicitud de un permiso humanitario para viajar a tratarse en ese país.

“¡Esta madrugada fue otra agonía canalizar mi vena con broncoespasmos y movimientos involuntarios! SOS. Mi tiempo se acaba; necesito ‘parole’ humanitario. ¡Sé mi voz! ¡Qué angustiada estoy! ¡A las cuentas del Departamento de Estado! ¡No me dejes morir aquí!”, tuiteó este lunes Olivera, llamando la atención sobre su desesperada situación.

El pasado 5 de agosto, según relató a CiberCuba, la joven recibió la negativa de la Embajada de Estados Unidos en La Habana a su solicitud de un visado humanitario para ella y su abuela, quienes reclaman se les autorice viajar para que la joven sea atendida por especialistas de ese país que han sido informados de su caso clínico y están dispuestos a darle tratamiento.

Ante la negativa, los abogados de la joven en Cuba presentaron el 10 de agosto los documentos requeridos para solicitar un permiso humanitario, o “parole”, ante las autoridades consulares estadounidenses.

Por el momento, la joven no ha recibido contestación a este último trámite, pero vive angustiada por la respuesta que puedan darle las autoridades consulares. Sumado a la espera, la joven denuncia el acoso y el maltrato de los que sigue siendo víctima por parte de represores de la policía política que, según ella, no le perdonan su activismo y sus denuncias a través de las redes sociales.

A principios de abril, Olivera dejó de estar regulada por el gobierno cubano. "Para sorpresa nuestra ya no [estoy regulada], luego de mucha presión internacional por la gravedad de mi salud, que en este momento está presentando cuadros neurológicos desconocidos", relató la joven a través de una directa de Facebook.

Una semana antes, Olivera se había declarado en huelga de hambre para exigir a las autoridades migratorias cubanas que le entregasen su pasaporte y poder tramitar una visa humanitaria para viajar Estados Unidos a recibir tratamiento médico.

"No les importa que muera, que el mundo sepa que no hay justificación para esto. Violan el derecho a la vida y el tiempo se acorta. No va a aguantar una huelga y está plantada", denunció Carmen Luisa Rubio, la abuela de la joven y único familiar cercanos que, a sus 82 años, se mantiene a su lado cuidando de su nieta.

Es la abuela quien, desde hace ya tiempo, se ocupa de inyectar, medicar y atender a Olivera. Según denunció la joven a esta redacción, su enfrentamiento con la burocracia de las instituciones de salud donde le correspondía ser atendida, sumado a sus denuncias de fuerte carácter político, han provocado que estas le hayan dado la espalda y maniobren para dejarla desahuciada médicamente.

Olivera, quien ha sido víctima de actos de repudio y vandalismo en su domicilio (contra el que han lanzado botellas de líquidos pestilentes), denunció además que a comienzos de agosto unos desconocidos rociaron con spray el interior de su vivienda, poniendo en grave riesgo su salud, aquejada además por un enfisema pulmonar, asma bronquial e hipertensión arterial.

A finales de abril, la ex integrante de la agrupación infantil La Colmenita recibió su pasaporte de manos de las autoridades migratorias cubanas. “Ya tengo mi pasaporte. Gracias a Dios por todo”, celebró la joven con alegría y esperanza renovada.

Sin embargo, luego de tanto esfuerzo y una fuerte presencia en las redes sociales demandando solidaridad con su caso, Olivera se llevó una gran decepción con la denegación de la visa humanitaria por parte de las autoridades estadounidenses. Agotada esa vía, la joven espera ahora con gran desasosiego la respuesta a su solicitud de un permiso humanitario

“El permiso humanitario (“parole”) es utilizado para traer temporalmente a personas que de otra manera resultan inadmisibles o inelegibles para ser admitidos a Estados Unidos debido a una emergencia”, explica la web del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS).

Cualquier persona puede presentar una solicitud de permiso humanitario y puede ser elegible si tiene una emergencia y existe una razón humanitaria urgente o de beneficio publico significativo para permitirle entrar temporalmente a Estados Unidos.

En el caso de Mercy Olivera, estos criterios parecen fácilmente verificables. La joven, que creía pasado lo más difícil frente a las arbitrariedades de las autoridades cubanas, denuncia ahora con angustia que su solicitud de un permiso humanitario parece provocar la indiferencia de las autoridades estadounidenses.

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Iván León

Licenciado en periodismo. Máster en Diplomacia y RR.II. por la Escuela Diplomática de Madrid. Máster en RR.II. e Integración Europea por la UAB.


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