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Yamil Cuéllar, el cubano que lee para muchos

"Lecturas de Yamil Cuéllar" tiene el formato de un programa radial donde, además de la lectura dramatizada, se habla del autor y su obra, se analiza el género, se citan curiosidades, frases. El propósito es hacer que la lectura se convierta en un gran espectáculo. 

Yamil Cuéllar © Cortesía
Yamil Cuéllar Foto © Cortesía

Este artículo es de hace 2 años

Yamil Cuéllar Cuéllar (Cruces, Cienfuegos, 1982) es un actor cubano que se ha hecho un hueco en el universo streaming, leyendo obras de la literatura universal, con adictos de oído repartidos por todo el mundo.

Residente en Estados Unidos desde 2005, yendo en el carro de una amiga, que llevaba sus hijos al colegio, Cuéllar descubrió los audiolibros y pensó que sería una buena idea, el avance de la tecnología y su talento hicieron el resto.

Cuéllar, graduado de la Escuela Nacional de Arte (ENA) de La Habana, en 2001, bebe en la mítica tradición de la radionovela cubana con hitos como "El derecho de nacer", "Los tres Villalobos" o "Chan Li Po".

Antes de emprender su aventura sonora en streaming había hecho teatro, radio y televisión en Cuba, bagaje que lo animó a aventurarse con la lectura interpretada de “La edad de oro”, poemas y relatos; aunque tiene pendiente asumir una novela cubana, sintiéndose tentado por “Paradiso”, de José Lezama Lima.

Yamil Cuéllar

¿Cómo se te ocurrió interpretar leyendo literatura a través de las redes sociales?

Sucedió en medio del tráfico. Visitaba la ciudad de San Francisco en California y, mientras acompaña a una amiga a llevar a sus hijos en auto rumbo a la escuela, los chicos rompieron la atmósfera poniendo a reproducir un audiolibro en CD. Me pareció extraordinario poder condensar las páginas de una novela en un formato semejante, pero mucho más fue la inmersión que produjo en nosotros como oyentes-lectores. La concentración en el volante se mantenía, pero de alguna forma desaparecía el tráfico y el entorno daba espacio a la fantasía.

Dejando a un lado el debate de si es lo mismo leer o escuchar, percibí que mi cerebro no hacía distinción alguna, excepto de un sólo factor, en mi opinión tan vital como las mismas palabras del escritor o los versos del poeta. Lo que llamamos en el teatro matices, intenciones, tonos empoderados por la emoción de las palabras.

Visualicé un proyecto de audiolibros capaz de incorporar elementos de nuestra tradición oral y el teatro. Del CD hemos ido a plataformas de streaming online, una apertura tecnológica con enormes posibilidades, flexibilidad, y la oportunidad de expandir la obra a nivel global.

¿Qué criterios sigues para seleccionar las obras?

Se debate entre un criterio sonoro y de interés literario. Agregaría además la cuestión de si mi lectura aportaría un elemento refrescante a la obra del autor, renovador o cautivante. Un elemento que justifique su producción, digamos. “Prefiero los libros que hablan como hombres…” dijo Miguel de Unamuno en "El poder de la palabra", refiriéndose a su deseo de que la gente aprenda a leer con los oídos, no con los ojos. Una vez descubierta la sonoridad de una obra literaria, las posibilidades interpretativas son infinitas. Se percibe a un autor más íntimo, más total.

¿Qué métodos usas para la lectura-interpretación?

Un ingrediente indiscutible: la radionovela cubana. Voces, efectos sonoros, música de ambientación, transiciones y al final un actor que interpreta al narrador y a sus personajes.

Lecturas de Yamil Cuéllar tiene el formato de un programa radial donde, además de la lectura dramatizada, se habla del autor y su obra, se analiza el género, se citan curiosidades, frases. Aporto recomendaciones literarias, noticias, la promoción del trabajo de las editoriales y las librerías en toda la región iberoamericana. El propósito es hacer que la lectura se convierta en un gran espectáculo.

¿Cómo va respondiendo el oyente virtual a tus propuestas?

Es un fenómeno adictivo para algunos oyentes. A tal punto que a veces, según comentarios y mensajes de los seguidores, es imposible para ellos regresar al formato de audiolibro que pulula como estándar en las redes. Para otros es un estilo extraño, que no acaba de romper el formato que sus oídos están acostumbrados a escuchar.

No conozco, hasta la fecha, ningún referente que permita recrear la literatura con las características mencionadas anteriormente. Es lógico encontrar oyentes que se resisten a entender la diferencia entre una voz interpretativa y el formato de “Voz Humana” o “parcial” de los audiolibros que se mueven en el mercado editorial. Si hasta el momento hay personas que me escuchan en disímiles partes del mundo, se debe a que las lecturas han funcionado como un libro de segunda mano, pues son los oyentes quienes comparten el contenido con sus familiares y amigos.

De los libros leídos e interpretados hasta ahora ¿cuál ha tenido mayor impacto?

"El Conde de Montecristo", de Alejandro Dumas, sin lugar a dudas, es la obra más popular y exitosa del proyecto. Allí se encuentra la brújula de todo mi trabajo y su definición. Hay grandes escenas recreadas con múltiples voces, efectos, además de una selección musical que se adapta como anillo al dedo a la situación de los personajes. Las pausas, los tonos, sobre todo la dramatización, la convierten en una verdadera puesta en escena.

Siempre pido al oyente que llega por primera vez un poco de paciencia, porque como en todo libro, hay cosas que no arrancan desde la primera página.

¿Incluyes obras cubanas en tus lecturas interpretadas?

"La Edad de Oro" de José Martí celebrando su 150 aniversario. También he leído relatos del dramaturgo cubano Raúl Alfonso de su libro Cuentos Oscuros y poemas del poeta Sergio de los Reyes que aparecen en "Ciervo Fugitivo", publicado en 2020, pero aún no acabo de concretar la novela cubana que hará su debut en el proyecto. Es una idea que aplazo para un nuevo año, mientras pienso en acabar de construir el contexto que propicie su estreno.

El objetivo del proyecto es construir una biblioteca con clásicos de la literatura, para luego incorporar obras más selectas, ya por su complejidad o difusión a nivel global. Por ejemplo, pienso en "Paradiso" de Lezama Lima, que permitiría a muchos oyentes conocer una obra fundamental de las letras cubanas.

¿Qué diferencias hay entre leer interpretando y actuar con un guión en teatro, cine o televisión?

Depende de la creatividad individual de cada actor y la flexibilidad de quien dirija el proyecto. En el caso del cine y la televisión hay muy poco espacio para la improvisación interpretativa. Sería un lujo dejar que una actriz u actor den rienda suelta a lo que ellos consideran su papel en el guión. Existe un director de escena que, como todo director de orquesta, controla el show.

El guión, en estos medios, es una calle en línea recta. Sin embargo, el teatro es mucho más abierto y permite libertades que pueden moldearse en cada función debido a su carácter efímero. El texto del dramaturgo cobra vida en la voz del actor, pero por él fluye el punto de vista del director y la interpretación que el actor concibe de su personaje.

Interpretar una obra literaria se inclina más al guión dramatizado de radio, en la vía de trasmitir el color de una palabra con la voz. Mundos que difieren pero al final llevan a un sólo camino, la experiencia que vive tanto el espectador y el oyente de la obra artística.

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Carlos Cabrera Pérez

Periodista de CiberCuba. Ha trabajado en Granma Internacional, Prensa Latina, Corresponsalías agencias IPS y EFE en La Habana. Director Tierras del Duero y Sierra Madrileña en España.


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